''Ortega dijo eso de yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo. El Presidente, para sus adentros, ha de decir, yo soy yo y las palabras que alguna vez dije, y si no las salvo a ellas, no me salvo yo''.

''Hay que evitar adornar al sector público con virtudes que le serían propias y señalar vicios que le serían ajenos; los gremios (en estos días, los médicos) debieran omitir peroratas de virtud respecto de su propio quehacer, y el empleo público no debería ser tratado como un botín''.

''Lo que es ilegal como prueba en un juicio, no es ilegal como antecedente en el debate público; lo que es prueba ilícita, no es por ese hecho una noticia ilícita. Los periodistas no deben confundirse en esto''.

''Lo ocurrido en el Cónclave, los comentarios que se escucharon y la escena del cardenal Chomali transmitiendo en las redes mientras lavaba su camisa, plantea la pregunta: ¿la visibilidad y el espectáculo son el sentido del rito?''

''Es obvio que las demandas indígenas seguirán brotando; pero gracias a este acuerdo existirá un criterio compartido a cuya luz podrá juzgárselas, desoyendo legítimamente las que aparezcan desmedidas y desproveyendo así a los grupos más radicales de una demanda infinita''.

''La Iglesia Católica, especialmente bajo el papado de Francisco, ha llamado la atención acerca de los déficits morales de la sociedad contemporánea''.

''En la historia siempre hay encrucijadas difíciles en que las sociedades humanas o las personas que las dirigen se ven puestas entre la espada y la pared. Pero incluso en ese caso la responsabilidad no se extingue, menos cuando se elige la espada y se la usa dejando un reguero de sangre''.

''La función latente del fútbol —como la de todo espectáculo semejante— es la de expresar de manera inofensiva las pulsiones tribales que de otra forma nos acabarían dañando. Por eso, no es un problema que atinge solo a los hinchas lo que ocurre en los estadios: es de todos''.

''El Presidente no debiera adoptar la actitud de un doliente porque si bien no es partícipe de un delito, sí es partícipe de una incompetencia gigantesca, nada menos que la de desconocer, él o quienes le asesoran, una regla constitucional''.

''Los díscolos no son un producto idiosincrásico, un resultado de la pura individualidad, sino que suelen ser el fruto de una cultura partidaria, de un individualismo mal entendido que se rutiniza y se transmite''.

''Hay una dimensión que no se expresa, desde luego, en las celebraciones, ni se sofoca ni se desvanece con los bailes ligeros, sino que su escrutinio se hace en los debates y en las deliberaciones racionales que han de acompañar, junto con la anterior dimensión, a la democracia''.