"El problema no es que no se logre impedir la violencia, sino que a veces pareciera que nadie está dispuesto a hacer algo para lograrlo. Y mientras, hay dos niños muertos a balazos".

"…quizá muchos consideren que lo obvio y lo sensato en estos días confusos no tenga que ver con el contenido de lo que se propone, sino con la identidad de quien lo sugiere. Y entonces decidan rechazar el proyecto gubernamental".

"El problema del Gobierno es que se está convirtiendo en puros gestos vacíos que se evaporan. Es probable que vea en ellos una manera de aparecer al mando del timón sin los inconvenientes que acarrea conducir el barco".

“… Si recibir noticias en las redes es una experiencia donde se convalida el prejuicio, leer el diario es una experiencia que se sabe compartida entre personas que se sospechan diversas. Es bueno recordar eso en estos días en que la prensa vive a mal traer y está de aniversario…”.

"Da vergüenza ajena lo que ha ocurrido en Perú o Argentina —autoridades saltándose las prioridades sanitarias—, pero eso no es muy distinto a lo que han hecho algunos alcaldes en Chile".

"Las palabras de la presidenta de Revolución Democrática indican que ese partido no tiene demasiado futuro en el Chile de hoy, menos aún si insiste en parecerse más al voluntariado del Hogar de Cristo que a los seguidores de Lenin".

"La idea de alzar muros parece una tontería, una de esas ideas que se inventan para llamar la atención, pero puede ser la semilla de una fantasía paranoide extremadamente peligrosa".

"Lo peor que le puede ocurrir a la centroizquierda es olvidar la índole de la política, que supone contar con el adversario y atender a las consecuencias. Por eso el rechazo de Narváez a la política de lo posible, en su discurso ante el Partido Socialista, requiere una explicación".

"Lo que ocurrió en un mall —cientos de jóvenes en vela esperando comprar unas zapatillas— es fundamental para entender de veras al Chile contemporáneo. Chile cambió; pero parece que no en el sentido que creen quienes acuñaron la frase".

"Paula Narváez —con toda probabilidad será la candidata de la izquierda— debe eludir lo que pudiera llamarse el bacheletismo: atribuir al gobierno de la presidenta Bachelet y a los proyectos que impulsó y los discursos que pronunció un carácter casi profético de todo lo que vendría".