''Quizá el Presidente Boric y el gabinete que tomaba apuntes de lo que dictaba la profesora Mazzucato o atesoraban los halagos de Stiglitz, harían bien en repetir para sí mismos la lección que se encuentra en el diálogo platónico Eutifrón. ¿Hay que obedecer a Dios porque él es Dios o porque lo que él ordena es bueno?''.

"El encuentro entre Cumsille y el Presidente Boric es un retrato del Chile de hoy: la brecha generacional entre personas con distintos horizontes vitales y diversas formas de concebir su papel en la esfera pública".

''No dar importancia a las viejas declaraciones de Gabriel Boric o Nicolás Grau sería ofensivo para ellos, porque equivaldría a decir que cuando escribían esos tuits no sabían lo que hacían y eran incompetentes o necesitados de interdicción''.

"Es un error creer que lo que dice el diputado De la Carrera son solo dichos de un frenético o un cerril: el problema es que representan (como lo prueban los dichos de otro de sus diputados, Urruticoechea) lo que piensa una parte de la derecha".

''El llamado del Presidente Boric a no naturalizar la violencia es una forma de reivindicar la cultura, de invitar a ejercer las formas, los modales, los ritos, que apaciguan el fondo de violencia que habita en toda sociedad. Pero un llamado no es suficiente''.

''Lo significativo de un silencio no se produce cuando él se mantiene, sino cuando se lo rompe. La pregunta obvia no es entonces por qué el expresidente Piñera calló durante tanto tiempo, sino por qué habla ahora, cuando el resultado está a la vista. ¿Por qué entonces no y ahora sí?''

"El Presidente dijo que adelantarse al propio tiempo es una forma elegante del fracaso. Es buena la frase; pero apelar al futuro —estamos equivocados hoy, porque vemos el mañana— es la semilla del fanatismo".

Carlos Peña:''Lo preocupante no es que se haya golpeado a una persona que resultó ser hermano del Presidente. Lo alarmante (y lo que debió ser noticia, aunque no lo fue) es que en los días que corren y cada vez más, cualquier hijo de vecino arriesga una golpiza callejera a pretexto de cualquier cosa''.

"El Presidente no encargó a Vega reunirse o hablar con Llaitul. Eso es cierto. Cuando Jeanette Vega intentó conversar con Llaitul cumplió la voluntad presidencial. Eso también es cierto. ¿Cómo es posible que ambas cosas sean ciertas?".

"No se trata de que cada político informe de lo que bebe o ingiere (o de lo que no) o de las fiestas en que participa. O escandalizarse por lo que hace. Eso es fariseísmo. Se trata de que ejerza bien su labor y que cuando no lo haga, la prensa y los ciudadanos investiguen y lo pongan bajo la lupa".

"A la hora de evaluar el proyecto constitucional, ¿debe solo atenderse a las reglas para ver si están bien diseñadas o sobre todo prestar atención a las concepciones que las inspiran?, ¿qué pesa más?".