A mediados de los 90 regresé a Chile luego de hacer un MBA y conseguí mi primer trabajo en el área de crédito de un banco. A los tres meses me mandaron a la Mesa de Dinero del banco a traducir al inglés un manual de instrumentos derivados. Al entrar al piso supe de inmediato que ese sería el lugar donde trabajaría por los próximos 25 años: quede completamente atraído por el ambiente de las mesas de dinero, su orden lógico dentro de un aparente caos; los gritos de los traders “dame offer por 100”, “ya tuyos 500…” y la adrenalina; un lugar lleno de pantallas y donde la rapidez y análisis en toma de decisiones era fundamental. Un trader no tiene una semana u horas para tomar decisiones ante un evento crítico, sino que debe reaccionar en minutos. Ese era el mundo de los traders, el mundo donde yo quería trabajar. En esa época la dependencia en la documentación llenada a mano y comunicaciones por teléfono era absoluta.
En los 2000 comenzó a utilizarse plataformas diversas para operar los productos, así como sistemas más complejos que permitían bookear y contabilizar las operaciones eficientemente. El mercado Interbancario dejo de operar por teléfono y adaptó en forma eficiente plataformas para dar precio de compra (bid) y venta (offer) y exponer sus precios a todos los otros bancos en forma electrónica. Esto permitió poder definir manualmente estrategias de trading, incluidos timing, toma de utilidades o zona de pérdidas (stop loss). Con las nuevas herramientas, el volumen del mercado interbancario para el dólar-peso aumentó de unos US$ 300 millones a US$ 1.000 millones por día. Luego, las operaciones telefónicas fueron reemplazadas por plataformas de trading y “chats” formales.
Ya en instalados en el 2010 –en plena crisis subprime – la realidad de los traders FX en los centros mundiales se había distanciado de la que veíamos en Chile. Los traders globales de monedas habían comenzado la siguiente era de Mercados con nuevas tecnologías transformando las negociaciones con Algoritmos de Trading, Motores de Precios, Conectores Electrónicos y un Sistema Automatizado de Network de Trading de Monedas. Fue una revolución extraordinaria. Por ejemplo, más del 80% del trading de la paridad EURUSD se realiza electrónicamente.
Entre 2010 y 2018 trabajando en Nueva York en trading floors como estructurador de derivados, solía sentarme en las mesas de trading G3 para ver la nueva realidad de los traders: ya no gritaban para dar precios, ya no ingresaban precios manualmente a las plataformas y el chat era reducido. Los operadores más bien programaban sus algoritmos, ingresaban la estrategia del día y se dedicaban a “monitorear” sus motores de precios. El mercado FX en Nueva York evolucionó en la creación de dos tipos de traders: Risk Managers, cuyo rol es monitorear a través de motores de precios y algoritmos la posición y riesgo del libro, y eTraders, quienes manejan los procesos de automatización, flujo de trading electrónico e interfaces.
Hoy esta realidad está llegando a Chile: motores de precios, algoritmos de auto-hedge o sistemas de trading electrónicos son temas cada vez más relevantes en las instituciones financieras más grandes. Terminologías como GUIs (Graphical User Interface), APIs (Application Programming Interface), FIX Protocols o ECNs son cada vez más recurrentes en conversaciones en las mesas de dinero.
Además, la inminente llegada de la Convertibilidad del Peso Chileno va a traer más players internacionales a “tradear” USD-CLP (sigla del dólar peso en el mundo financiero). Estos jugadores por lo general necesitan poder operar las monedas electrónicamente –streaming– por lo que la llegada de tecnología de punta a las mesas de dinero chilenas es absolutamente necesaria. Si hoy Chile transa unos US$ 3.000 millones al día (incluido el offshore, que siempre ha sido complejo de cuantificar), con los nuevos roles de eTraders y Risk Managers, es muy probable que veamos el volumen transado cercano a los US$ 6.000 millones en un futuro no lejano.