Las utilidades sobrenormales son aquellas que exceden la utilidad necesaria para atraer capital suficiente a una actividad económica. Existe amplia evidencia empírica de que las AFP que no han obtenido sus clientelas por medio de licitaciones obtienen ganancias sobrenormales permanentes. Lo mismo ocurre con muchas AGF, pero su demanda es voluntaria, lo que hace gran diferencia. En el caso de las AFP, con demanda obligatoria, las utilidades sobrenormales son un irritante que ha corroído la confianza pública.
En este escenario, la reforma de pensiones propone: (1) Devolver a las cuentas de ahorro individual de sus cotizantes una parte de las comisiones cobradas, cuando la rentabilidad del Fondo sea negativa; (2) Prohibición de cobrar (al fondo de pensiones) comisiones por inversiones en Fondos Mutuos Nacionales; (3) Restringir el cobro de otras comisiones por servicios de inversión; y (4) Pagar las cuotas mortuorias de los afiliados fallecidos que no puedan cubrir este gasto.
¿Qué efectos tendrán sobre las utilidades sobrenormales?
Cada una de estas medidas sube el costo “marginal” de servir a un afiliado promedio más. Toda empresa intentaría traspasar un alza de costo marginal al público, sea subiendo gradualmente las tasas de comisión, o dejando de reducirlas cuando los aumentos del ingreso imponible medio eleven el ingreso imponible medio por cotizante. Ese intento se facilita cuando las empresas rivales, respondiendo de modo independiente a la misma alza de costos, también la intentan traspasar a público. En el caso de las AFP, si el rival sube comisiones y yo también, los cotizantes activos no tienen donde ir, porque la compra es obligatoria. Por lo tanto, estas medidas no disminuyen las utilidades.
Voy más allá, pues afirmo que las utilidades subirán. Primero, veamos una AFP que cree que si aumenta sus comisiones no gatillará represalias del sistema político –no realista, pero da una referencia–. La evidencia para Chile y otros países es que, en el enorme segmento de cotizantes poco informados o con altos costos psicológicos de cambio –casi todos quienes no hacen APV-B– un aumento de comisión eleva poco la velocidad de salida de cotizantes y disminuye poco la velocidad de entrada de nuevos afiliados. Por ejemplo, Planvital elevó su comisión en 183% en agosto de 2018 y hasta noviembre de 2019, 16 meses después, su stock de cotizantes había disminuido en sólo 10%. Debido a la pequeña cuantía de estas respuestas, una AFP gana más para sus accionistas si sube su comisión. Esto implica subirla en más del 100% del aumento en costo marginal de las citadas medidas 1 a 4.
Es razonable que una AFP tema además represalias del sistema político o regulatorio si aumenta sus comisiones. No obstante, la firma de un nuevo consenso político sobre el marco legal de esta actividad disminuye la probabilidad de que el sistema político legisle nuevamente en el tema en los siguientes 5-10 años. Por ejemplo, si se llega a un acuerdo que sustituya las licitaciones parciales de stock (afiliados antiguos) por las medidas 1 a 4, entonces disminuye la probabilidad de que una ley futura imponga licitaciones parciales de stock. En contraste, las licitaciones parciales son una institucionalidad que sí obligaría a las AFP a competir en comisiones, como prueban las licitaciones de afiliados nuevos y las del Seguro de Invalidez y Sobrevivencia. Una vez rebajado el riesgo de que se impongan licitaciones de stock, cada AFP ganaría más si sube sus comisiones más, actuando por separado. Su utilidad sobrenormal subiría.
Por otro lado, ¿podrían estas medidas estimular la entrada de nuevas AFP, que a su vez obliguen a reducir las utilidades? No. Las medidas 2 y 3 elevan el costo fijo porque producir esos servicios de inversión tiene economías de escala. Como ese nuevo costo fijo también es hundido, suben las barreras a la entrada. Los efectos de eficiencia de las cuatro medidas también son para el olvido.
Entonces, el elefante en la habitación es: ¿por qué la oposición y el gobierno se resisten a aplicar una licitación parcial de stock? Una serie rotativa de licitaciones de afiliados antiguos, por bloques múltiples, incluiría premios al desempeño financiero relativo y a la calidad de servicio relativa. También bajaría las barreras a la entrada, como prueba la entrada de Uno y Modelo. Y al reducir las utilidades sobrenormales, evitaría también fijaciones de tarifas politizadas.