El activo más popular entre los inversionistas chilenos podría comenzar a consolidar fugas próximamente, en un escenario de mejores perspectivas para la economía global. La renta fija local capta el 52% del patrimonio en la industria de fondos mutuos, sin incluir los volátiles flujos de los mercados monetarios, que también forman parte de la misma clase de activos. Por ello, los riesgos de alzas en las tasas de interés, las que hacen perder valor de mercado a los bonos y otros instrumentos de deuda que subyacen en esos portafolios, son analizados con detención por los estrategas.
Y es lo que sucede ahora. Pese a que las tasas de interés se mantienen cerca de sus mínimos históricos, se han visto saltos recientes en algunas referencias. Las expectativas de recuperación y de mayores cifras de inflación, presionan para que el costo del dinero suba, haciendo que los instrumentos de renta fija pierdan valor. “El precio de un bono es el valor presente de los flujos futuros descontados a una tasa", explica Gabriela Clivio, académica en la U. Adolfo Ibáñez y ejecutiva de larga trayectoria en el sector financiero. "Por ello, si las tasas de interés suben, al trasladar los flujos a valor presente este es menor, por lo tanto, el precio del bono cae”.
Hasta el momento, la renta fija local no ha sido fuertemente golpeada por los movimientos en las tasas. En los últimos 30 días hasta el 21 de este mes, la categoría Deuda Corto Plazo Nacional registra una rentabilidad de 0,51%. Las series que agrupan un mayor número de partícipes, APV, B y A del vehículo Protección BancoEstado, anotan rentabilidades de 0,46%, 0,42% y 0,48%, respectivamente, en lo que va del año.
Mientras, la apuesta de Deuda Largo Plazo Nacional anota una rentabilidad de 1,24% en el último mes. En esta categoría, la serie LP A del fondo Progresión Deuda de Principal, que reúne al mayor número de partícipes, anota un retorno de 2,66% en lo que va del año.
Como el valor de mercado de un bono refleja el valor presente de flujos que se recibirán en el futuro, lo primero que hay que determinar es el plazo promedio en que se pagarán esos flujos, una unidad de tiempo que usualmente es conocida como duración. “El impacto del alza de tasas es especialmente relevante para carteras de renta fija de mayor duración”, comenta Josefina Valdivia, vicepresidente de research Renta Fija en Credicorp Capital. Por ello, afirma que una forma de protegerse es apostar por instrumentos de menor duración, hasta tres años.
Coincide Clivio, quien señala que si el inversionista tiene que estar en fondos de renta fija, “una opción son los fondos de renta fija de menor plazo de vencimiento, porque a menor duration, menor es el impacto negativo que tiene un alza en la tasa de interés en el precio”.
EXPOSICIÓN A BONOS CORPORATIVOS
Jorge García, gerente de Inversiones de Nevasa, plantea que en los últimos años “el mercado, dado los bajos niveles de tasas, ha estado de forma sistemática realizando estimaciones al alza, cuestión en la que se ha equivocado varias veces”.
No obstante añade que, si alguien tiene la visión de que las tasas van a subir, o prefiere no asumir mucho riesgo de tasa de interés, es recomendable además de invertir en corto plazo, una buena alternativa es "hacerlo en fondos corporativos o en instrumentos que tengan otros componentes de retorno, tasas de interés flotante o variable”.
“Una tasa corporativa tiene dos componentes: la tasa libre de riesgo y el spread de crédito. Si los bonos llegan a tener una mejor clasificación de riesgo, disminuye el spread de crédito, lo que podría alcanzar a contrarrestar el alza de la tasa”, dice Clivio.
Por su parte, Valdivia de Credicorp Capital, plantea que cuando se trata de instrumentos de menor calidad crediticia, pero con buenas proyecciones, es importante ser selectivo con el tipo de instrumento dado el mayor riesgo de crédito, advierte.