Un nuevo intento del Gobierno por regular los traspasos entre multifondos se inició ayer en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, donde comenzó el trámite del proyecto que establece límites a dichos movimientos.
La iniciativa establece que los afiliados podrían cambiarse entre cualquier tipo de fondo (por ejemplo, del A al E y viceversa) solo dos veces al año, o bien, entre fondos adyacentes (por ejemplo, del A al B y viceversa) todas las veces que lo solicite.
La sesión contó con la exposición del Ministerio de Hacienda, el Banco Central y los reguladores: la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y la Superintendencia de Pensiones. Y fue esta última la que abordó el punto que genera mayor controversia, como es la supuesta rentabilidad que generarían las recomendaciones de traspaso de fondos.
El regulador de Pensiones, Osvaldo Macías, detalló que, según un estudio de los últimos siete años, si en 2014 en torno a 200 mil personas se cambiaban de fondo, el año pasado fueron más de 1 millón y también se han triplicado los montos. “Los traspasos equivalen a US$ 153 mil millones. Esto es sideral y representa más o menos el 60% del valor acumulado de los fondos. El año anterior ya era muy alto, de US$ 60 mil millones. Es decir, tenemos un movimiento gigantesco de fondos que sin duda tiene impacto en otras variables”, sostuvo.
Además, como dato no menor, explicó que de un universo de más de 11 millones de afiliados, solo 1,7 millones ha realizado algún traspaso, mientras que el 85% no lo ha hecho. Así, “las decisiones del 15% afectan también a quienes no se traspasan”.
¿De qué impacto se trata? Macías explicó que para los afiliados que se han cambiado se observa una pérdida de rentabilidad promedio de 5,7% y que, asumiendo que este comportamiento se mantiene durante la vida activa, implicaría una disminución de 0,8% anual de rentabilidad. Adicional a ello, debido a la mayor liquidez que deben mantener las AFP por los cambios masivos, los fondos perderían anualmente 0,26%.
Con la combinación de ambos factores, “se pierde más de 1% anual de rentabilidad. Esto significa que una persona al pensionarse podría tener un monto entre un 18% y 20% menor”, dijo.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones; el presidente de la CMF, Joaquín Cortez, y el vicepresidente del Banco Central, Joaquín Vial, coincidieron sobre el impacto en las tasas de interés de largo plazo, volatilidad en el tipo de cambio, desestabilización del nivel de precios y el riesgo de uso de información privilegiada a través del front running.
Según Briones, “no se debe confundir la libertad de las personas con una libertad irrestricta, cuando esas acciones tienen consecuencias sobre terceros (…) esto no es ni más ni menos que ponerle bordes a una práctica que nos preocupa”.