Un salto de seis puntos base registró este lunes la tasa de la deuda de Tesorería a 10 años en pesos (BTP 10), finalizando noviembre en 2,79%. De este modo, la referencia de los costos de financiamiento a largo plazo en pesos cerró el mes en su mayor nivel desde el 20 de julio, cuando su tasa se elevó al 2,84% en medio de la perspectiva de un primer retiro de fondos de previsionales.
Esta vez, en el mercado citan una suma de factores para explicar el incremento, en donde se mezcla la perspectiva de repunte económico y una mayor inflación esperada ante el potencial segundo retiro de fondos de pensiones. Algunos aluden, además, al menor poder del Banco Central para mitigar sus efectos en el mercado y a un mayor premio por riesgo emanado de la incertidumbre política local.
"Lo veo más como una expectativa de recuperación económica, en donde los datos en el margen son positivos", dice Guillermo Kautz, gerente de renta fija en la AGF de MBI. "Además, nos encontramos bajo un deterioro del escenario político interno, en el cual uno exigiría una tasa mayor a plazos mas largos", señala.
"La inflación implícita ha subido como la espuma", dice Felipe Alarcón, economista jefe de EuroAmerica, en referencia a las perspectivas que se desprenden de las operaciones del mercado de renta fija. Las perspectivas de IPC a un año derivadas de las tasas swap, por ejemplo, pasaron desde el 2,56% a comienzos de mes al 3,02% al término de él.
Este lunes, el INE divulgó indicadores sectoriales para octubre por sobre lo que se esperaba, evidenciando que "la actividad ha continuado su proceso de recuperación a un ritmo elevado", dijo Santander en un reporte. Las ventas del comercio minorista se dispararon 19,6% anual, "impulsadas por las inyecciones de liquidez que han recibido los hogares y las incipientes mejoras del mercado laboral". Esto, junto a una producción industrial que subió 3,5% (versus el 2,5% esperado por los agentes consultados por Bloomberg), llevó a la firma de capitales españoles a proyectar un IMACEC por encima del 3% para el décimo mes de 2020. "De confirmarse esta cifra, revisaremos al alza nuestras proyecciones de crecimiento para el año", dijo Santander.
En este contexto, algunos evalúan la posibilidad de que el Banco Central revise su escenario de política monetaria. "Creo que el mercado está apostando un poco a que el Banco Central modere su discurso de tasas bajas por un tiempo prolongado", dice Felipe Alarcón, de EuroAmerica. Cree que lo ocurrido con las tasas en pesos se sustenta en "buenas cifras de actividad y el temor a que el Central actúe de manera menos proactiva con el segundo retiro de fondos de pensiones".
No todos esperan que el emisor dé una nueva señal en torno al costo del dinero. "No sé si tenemos un punto de inflexión aún", dice Rodrigo Barros, head of chilean corporate debt en Credicorp Capital. "A mi me parece que el Banco Central sí podría empezar a hablar algo de inflación, pero en brechas de actividad sigue habiendo un montón de espacio, por lo que me parecería prematuro que digan que van a empezar a subir tasas", señala.