Una inflación que escalaría hasta cerca del 4% los próximos meses apoyó a un complicado mercado de renta fija. La sorpresa de la proyección del IPoM del Banco Central, marcadamente alcista para el IPC, aumentó el atractivo de los instrumentos indexados a la UF.
Precisamente, los bonos del Banco Central se revalorizaron tras el nuevo escenario. Este viernes la tasa de los papeles de deuda a 10 años, en UF, retrocedieron 8 puntos base, movimiento que fue imitado por la totalidad de los bonos del emisor. Con todo, en la semana la tasa se ha elevado 5 puntos base en un contexto de manifiesta incertidumbre para la economía nacional.
La mayoría de las tasas de los bonos de Tesorería también descendió en todos sus plazos. El rendimiento de la deuda de plazos menores a dos años (UF) bajaron 6 puntos base, mientras que la tasa de los bonos a tres años cayeron 3 puntos base, y los de 4 años bajaron 5 puntos base. En pesos también se observaron caídas, de -10 y -5 puntos base para la tasa de los bonos de Tesorería a 3 y 10 años, respectivamente.
Cabe considerar que tras el IPC de noviembre (2,7% anual), parte importante del mercado anticipa que no se cumplirá la proyección del Banco Central de una inflación de 3,4% anual en diciembre. Las estimaciones se inclinan por un alza entre 0,1% y 0,3% mensual para el último mes del año, lejos del 0,5% que debería registrar para coincidir que la visión del IPoM. “La inflación para el 2019 (contrato febrero 2020) se ajustó a +3,12% (vs +3,22% del jueves, sin IPC conocido)”, dice un trader citado por Valor Futuro.
Los próximos meses la inflación captaría en mayor medida el traspaso del alza del dólar a los precios acercándolo a 4%. Pese a esto, crece la percepción de que hacia el segundo semestre el Banco Central encontraría espacio para recortes adicionales de la tasa de interés, señaló la fuente fuera de micrófono.