Con buena parte de la carrera corrida, los arándanos nuevamente avanzan a convertirse en uno de los productos más destacados de la agricultura chilena durante la presente temporada. Ese éxito se ha debido, en gran medida, al aumento de las exportaciones, las que este año deberían llegar a las 90.000 toneladas de arándanos frescos, es decir, 21% más que la temporada pasada; y a los buenos precios registrados en los principales mercados de destino.

Si la temporada pasada estuvo marcada por los efectos de las heladas, la detección de Lobesia botrana y el paro portuario que se prolongó por varias semanas, este año la situación ha estado un poco más tranquila. Quizás uno de los eventos que más perjudicó a los arándanos chilenos en esta campaña fue el paro portuario en la costa oeste de Estados Unidos, “Si bien hubo problemas durante toda la temporada, la situación más crítica se generó cuando la temporada de arándanos ya estaba finalizando, por lo que el impacto en nuestro caso no fue tan grande. Además, buena parte de la fruta que ingresa a ese país (casi 80%) lo hace por la costa este”, afirma Andrés Armstrong, gerente del Comité de Arándanos.

Si bien Estados Unidos y Canadá siguen siendo los mayores destinos para los arándanos de origen chileno —esta temporada representaron el 67% de los envíos totales—, en las últimas cuatro temporadas su participación ha ido cayendo, debido a distintos motivos. Entre ellos, además de la baja en las tasas de crecimiento, destaca la aparición de otros mercados como Asia y Europa, que de la mano de buenos precios se han transformado en interesantes oportunidades para los productores chilenos.

Así, por ejemplo, los envíos al viejo continente a la fecha han crecido 28%, respecto a la temporada anterior, lo que ha consolidado a este mercado como el segundo destino más importante para los arándanos chilenos, concentrando el 23% de los envíos totales.

* Datos de la temporada 2014-2015 acumulados al 1 de marzo.

Con los ojos en el viejo mundo

Esta situación ha llevado a que varias empresas exportadoras nacionales se hayan decidido a abrir oficinas comerciales en distintas partes de Europa.

Una de ellas es Agroberries, empresa exportadora que hace algunos años se instaló en Alemania, país que desde entonces se ha transformado en un punto estratégico para establecer su desarrollo comercial en el viejo continente. “Hasta hace tres años no teníamos a Europa como foco importante de nuestras exportaciones, situación que ha cambiado en los últimos años, donde este mercado se ha desarrollado de forma consistente. De hecho, hoy representa alrededor del 30% de los cerca de 10 millones de kilos que exportamos tanto desde Chile como de México y Argentina”, comenta Max Emden, encargado del mercado europeo de la empresa.

Algo similar ha ocurrido con Carsol Fruit, empresa que  hace un año y medio abrió una oficina comercial en Rotterdam, Holanda, con el fin de acercarse lo más posible a sus clientes finales, como supermercados o distribuidores regionales. “La ventaja de esto es que se puede hacer un trabajo más a la medida de estos clientes, en cuanto a la utilización de embalajes o de las calidades y dimensiones de la fruta”, explica Patricio Tellechea, gerente general de la exportadora.

Pese a los beneficios generados a partir de la apertura de las oficinas comerciales, ambos ejecutivos reconocen que para conquistar Europa se requiere algo más que eso. Y es que este mercado, de más de 738 millones de habitantes, está compuesto por decenas de distintas realidades, culturas e idiosincrasias, lo que hace que la comercialización de la fruta sea todo un desafío. “No es lo mismo vender arándanos en Inglaterra que en Rusia”, asegura Andrés Armstrong.

Por lo mismo, lo más importante antes de entrar a hacer negocios en este mercado es saber quién es quién. Inglaterra, por ejemplo, no sólo destaca por ser el mayor destino de Europa para los arándanos chilenos, sino también por ser un mercado que pese a su madurez y consolidación, sigue creciendo en el consumo a tasas tremendamente interesantes. “En este país han sabido ver los atractivos del arándano, tanto lo relacionado con los beneficios que genera en la salud humana como la facilidad de consumo. Por lo mismo, decimos que Inglaterra va al menos 8 años adelante del resto”, indica Patricio Tellechea.

En la misma línea avanzan los países escandinavos, cuyos habitantes consumen al año más de un kilo per cápita de arándanos en sus distintas formas.

En la otra vereda se encuentra el resto de Europa, donde el panorama depende del país y su realidad. Alemania, por ejemplo, es un país que en los últimos años ha mostrado interés por el arándano, lo que ha hecho que su consumo per cápita anual llegue a 70 gramos. “Lo importante es que Alemania y otros países están empezando a consumir. Eso es un hecho, por lo que hay mucho espacio para el crecimiento”, asegura Tellechea.

Los desafíos

Si bien la importancia de Europa para los arándanos chilenos se ha incrementado en los últimos años, aún quedan tareas pendientes. Entre los principales desafíos figura el avanzar en el desarrollo de estrategias comerciales, especialmente en lo que se refiere al establecimiento de programas.

A esto se agrega el propósito de mejorar los embalajes utilizados para la comercialización de la fruta. “En la actualidad, en Europa continente casi toda la fruta se comercializa en un solo embalaje, lo que no ocurre en otro mercados más desarrollados como Inglaterra o Estados Unidos. Justamente, estos mercado optan por embalajes más eficientes o de mejor gramaje para manejar de mejor forma los volúmenes”, asegura Max Emden.

Por otra parte, los exportadores destacan la necesidad de mejorar las condiciones de los servicios de navío. Y es que a diferencia de lo que ocurre con el recorrido entre Chile y Estados Unidos, para el cual existen servicios de alta velocidad, el trayecto a Europa es cubierto sólo por los servicios tradicionales, que pueden demorar hasta 26 días de viaje. Esto, en la práctica, se ha transformado en una prueba permanente para los arándanos nacionales, que buscan entrar a un mercado muy exigente en lo que se refiere a la calidad de la fruta. “Por lo mismo, sería ideal poder aumentar los volúmenes de fruta con destino a Europa para que la industria naviera ponga a disposición de los exportadores los buques rápidos que existen en Estados Unidos”, dice Patricio Tellechea. 

Las amenazas

Pese a que, en general, la presente temporada ha sido tranquila para los exportadores chilenos que envían arándanos a Europa, ha habido un factor que los está empezando a incomodar: el tipo de cambio, el cual ha bajado alrededor de 20% en el último año. “Hoy los mejores precios europeos son equivalentes a los precios americanos, lo que ha hecho retroceder la estrategia de envíos en el último periodo”, asegura Patricio Tellechea.

Max Emden, por ejemplo, dice que si el próximo año el euro se mantiene débil, el crecimiento de Europa como mercado de destino para los arándanos chilenos podría estancarse. “En un escenario así, no veo que sea fácil poder incrementar los volúmenes y mantener precios que aparezcan interesantes como retorno para los productores”, agrega.
 
Más allá de la contingencia, los exportadores están seguros que con el paso del tiempo Europa se consolidará como el segundo mercado más importante para los arándanos chilenos, en desmedro de otros más riesgosos como Asia.

“El consumo de Europa despertó. Es muy probable que en los próximos cinco años nos encontremos con que el mercado europeo tendrá un tamaño equivalente al estadounidense”, indica Tellechea.