En esta labor es imposible establecer pautas rígidas y uniformes, pues el tipo y cantidad de madera que se removerá dependerán de cada caso en particular. Y es que son demasiadas las variables involucradas en este proceso.
Ricardo Cautín, Dr. Ingeniero agrónomo y académico de la PUCV, y Mónica Castro, Ingeniera agrónoma y académica de la PUCV.
Los árboles de palto presentan una fuerte tendencia a crecer, producto —probablemente— de las condiciones ambientales en su zona de origen, donde coexisten con otras especies arbóreas y desarrollan la capacidad de emitir brotes con mucho vigor en búsqueda de luz, lo que genera esta situación en forma natural, es decir, plantas de gran tamaño.
Esta tendencia genera problemas en el manejo actual que se le da a esta especie. Por lo mismo, los objetivos más claros en una explotación de paltos se relacionan con la necesidad de (1) alcanzar valores importantes en precocidad comercial y (2) disminuir los costos de producción, los que pueden conseguirse con árboles pequeños y plantados en mayor densidad. Para ello, en todo caso, se requiere adicionalmente de mecanizar alguna de las labores.
La poda de árboles puede realizarse de forma mecánica o manual y selectiva o combinando ambas técnicas.
1.- Definición y objetivos
Se entiende por poda la serie de operaciones realizadas sobre los árboles, mediante las cuales se modifica el patrón natural de su ramificación, vigorizando o restringiendo el desarrollo de las ramas, dependiendo del momento y la intensidad con que se hace.
Se considera a la poda como el manejo estructural de la madera de los árboles frutales, basado en su conocimiento fisiológico y morfológico, lo que modifica la forma natural de su vegetación.
Son objetivos principales de la poda:
- Dar forma y estructura adecuadas para que el árbol sea capaz de producir abundante fruta de calidad a través del cumplimiento de sus requerimientos energéticos frente a la luz.
- Promover la renovación anual de madera que permita mantener esa producción durante el mayor tiempo posible.
- Direccionar el vigor con que se desarrollan brotes hacia la producción de flores y frutos.
2.- Consideraciones fisiológicas de la poda
En materia de poda, es imposible establecer pautas rígidas y uniformes, pues el tipo y la cantidad de madera que se removerá dependerán de cada caso en particular. Y es que son demasiadas las variables involucradas en el proceso. Por lo anterior, se debe considerar la fisiología del árbol para determinar el mejor momento de la práctica y sus efectos.
- La poda es una práctica que desvigoriza el árbol si se efectúa en forma permanente.
- La poda en temporada estival es, por lo general, más desvigorizante que la que se hace durante la detención invernal.
- Las podas de raleo (eliminación de un brote completo) desbalancean menos una planta que aquellas que consideran sólo el despunte.
- Si se desea estimular el crecimiento de una planta completa, es aconsejable no podarla hasta que alcance su equilibrio raíz/copa.
- Los efectos fisiológicos que producen son innumerables, destacándose especialmente aquellos relacionados con los niveles hormonales y nutricionales especialmente en lo que respecta a la producción de azúcares por las hojas.
- Cualquier intervención mecánica que provoque un daño en un tejido, hace que este reaccione produciendo diferentes hormonas.
- Disminución del parasitismo que presentan hojas en zonas ensombrecidas.
- La cuaja de los frutos puede ser mejorada, al aumentar el abastecimiento de agua a los órganos florales, especialmente cuando se hace producción sobre madera joven. Posibilita mejor crecimiento del fruto, debido a mayor disponibilidad de compuestos derivados de la fotosíntesis y efectos hormonales producto de los cambios en las relaciones brote/raíz.
3.- Poda de formación
Este tipo de poda se realiza especialmente en plantaciones de alta densidad, debido a la necesidad de conformar rápidamente una estructura que estará esencialmente sujeta a algunas renovaciones y reciclajes de madera más que ‘intervenciones’ vigorosas con pérdida de producción. Los árboles pueden comenzar su formación a nivel del vivero, donde se estimula el desarrollo de un brote apical fuerte. De esta forma se obtienen adicionalmente brotaciones laterales en forma temprana y con disposición horizontal, logrando equilibrio con el eje central. La idea es disponer de un árbol vigoroso y bien formado, considerando el máximo aprovechamiento de la luz y facilitando las diferentes prácticas de manejo como eventuales tratamientos químicos y cosecha. Estos principios aceleran la etapa de producción temprana.
4.- Dificultades de la producción de crecimiento excesivo
El palto cv. Hass tiene un hábito de crecimiento intermedio, del tipo ‘ortotrópico y ‘simpodial’, además de ser considerado bastante precoz en la entrada en producción. Por esta razón, se pueden establecer en una primera etapa en alta densidad de plantación, lo que permitirá lograr el objetivo de obtener una precocidad comercial importante. Sin embargo, si no hay preocupación sobre los crecimientos, los árboles comenzarán a sombrearse, generándose problemas como:
- Pérdida gradual de la superficie productiva
- Desarrollo desmesurado en altura, que encarece labores como la cosecha
- Disminución de la calidad de ramas y ramillas
- Disminución de la productividad, expresada como kg/m2 de copa
- Disminución del calibre en el cv. Hass, situación que se agrava a medida que el árbol aumenta de tamaño
- Mayor tendencia hacia la alternancia productiva (añerismo)
5.- La poda de producción y de control del crecimiento excesivo
Controlando el excesivo crecimiento vegetativo, se aumenta la oportunidad de conseguir mayores rendimientos y, además, árboles más pequeños. En situaciones de estrés por déficit hídrico, el controlar el tamaño de las plantas tiene incidencia sobre la eficiencia productiva con que se usa el agua. La poda que se hace en paltos debiera considerar esencialmente los siguientes aspectos:
1. Estricto control sobre los brotes que aparecen en la parte alta de las copas. Existiendo relación directa entre la altura final y la distancia. Esta labor debiera realizarse en época ‘pre-inductiva’, de este modo no se pierden yemas de flor y el rebrote es mas débil.
2. La poda en pos cosecha de madera que ha fructificado intensamente (más de una temporada) y que se ha debilitado, direccionándose hacia la horizontal, tiene como objetivo generar una ‘batería’ de brotes vigorosos que crezcan con mucha velocidad y tengan mucha potencialidad en ramificación natural (silepsia) o sea inducida por medio de despuntes.
3. Ralear continuamente brotes vigorosos (chupones), que en numerosas ocasiones generarán competencia por agua y nutrientes y sombra.
4. Eliminación de brotes que se proyecten hacia la entrehilera, despuntando siempre sobre cargadores laterales a fruta. De esta forma se impide el cierre de las calles a la luz, que se requiere en otoño e invierno. Esta práctica permite asegurar el vigor y la actividad fotosintética de la hoja.
5. Podar rebajando crecimientos que luego de florecer no tendrán frutos cuajados. Se renovarán durante la temporada de crecimiento para un nuevo ciclo productivo, sin hacer crecer inútilmente al árbol.
6. Un árbol sin poda produce mayor cantidad de fruta pequeña. Al podarlo, la fruta quedará mejor distribuida dentro de la copa del árbol, permitiendo que más luz y nutrientes lleguen a la fruta y mejore su calibre. Por otro lado, el recambio de madera también colaborará en mejorar el calibre de la fruta.
Fig. 1 - Rebaje de caras en huerto emboscado (izquierda)
y la recuperación en follaje una temporada después (derecha).
7. Una vez que las copas se hayan emboscado y hayan perdido competitividad, es posible rejuvenecer el árbol mediante podas drásticas (fig.1), que tardan entre una y dos temporadas en recuperar el nivel de follaje y yemas florales.
8. Cuando se reforma una planta, es importante la definición sobre su estructuración, por lo que se debe evitar por muchos años realizar nuevamente podas drásticas (fig. 2).
Fig. 2 - Estructura principal de un árbol conducido en ‘pared o seto’ (izquierda)
y su vegetación hacia la entre hilera (derecha).