Nicolás Jarry (23º) dejó su huella en el ATP 500 de Beijing.

Tras el sorprendente debut con victoria sobre Stefanos Tsitsipas (5º), el mejor chileno del circuito superó por 6-7 (4), 7-6 (4) y 6-3 a Matteo Arnaldi (48º) tras dos horas y 58 minutos de partido.

“Nico” estuvo al borde de la eliminación, sirviendo 0-40 y 5-6 abajo en el segundo set, pero apelando a la potencia de sus saques llevó la disputa a un segundo tie break, en el que pudo emparejar y remontar el encuentro.

“Estoy muy contento por mi consistencia y por cómo pude mantenerme tranquilo y seguir fiel al trabajo”, destacó Jarry, agregando que “estoy intentando confiar mucho en lo que preparamos con mi equipo”.

En la madrugada de mañana, por los cuartos de final, se medirá ante Alexander Zverev (10º), quien eliminó por 7-6 (4), 6-2 y 6-1 al español Alejandro Davidovich Fokina (25º) y que viene de ganar el ATP 250 de Chengdu, también en China.

“Siento que he mejorado mucho mi juego”, reflexionó el germano, aunque advirtió de cara al duelo ante el chileno que “necesito recuperarme y descansar. Jugué mucho tenis las últimas dos semanas. Tengo mucho por qué jugar y estoy concentrando en ello”.

Zverev se medirá con Jarry por tercera vez en la temporada y será su sexto enfrentamiento en total, dos de ellos en el ATP de Ginebra. En la final de ese torneo en 2019 se impuso el teutón por 6-3, 3-6 y 7-6 (8), mientras que Jarry venció por 7-6 (3) y 6-3 en las semifinales de este año, en su camino al título. Después de eso, Zverev festejó como local sobre el pasto de Halle (7-5 y 6-3) en los cuartos de final.

El chileno busca en Beijing los puntos necesarios para acercarse a su meta de entrar el top 20 en la gira asiática.