Cuchillos largos
Si alguien piensa que la determinación de la comisión de disciplina de la Conmebol fue gravosa, comete un error. La defensa y argumentos albos suavizaron una sentencia que a nadie hubiera extrañado si marginaba a los albos este o el próximo año.
No había otro destino más que la sanción. Colo Colo sabía, desde la funesta noche del 10 de abril, que la Conmebol lo castigaría. La pregunta era de qué entidad sería la pena. A la luz de la gravedad de los acontecimientos, los tres jueces que fallaron tuvieron piedad del Cacique.
En lo medular, cinco partidos sin público en condición de local y también de visitante, más 80 mil dólares, son una multa pequeña para lo que sucedió en Macul. Los jueces sólo se remitieron a lo sucedido al interior del estadio Monumental y obviaron la tragedia que costó la vida de dos jóvenes hinchas albos. Para quienes estuvimos en el estadio, lo ocurrido resultó de extremo riesgo.
Si alguien piensa que la determinación de la comisión de disciplina de la Conmebol fue gravosa, comete un error. La defensa y argumentos albos suavizaron una sentencia que a nadie hubiera extrañado si marginaba a los albos este o el próximo año.
Cuando se conoció el expediente disciplinario que abrió la Conmebol, en el que mencionaba ocultamiento de información a los oficiales enviados desde Asunción, se temió la caída de la guillotina. El derecho a pataleo es gratis, a veces sirve para congraciarse con los propios. Sin embargo, a la luz de lo sucedido en esa jornada, asomaría prudente hacer de tripas corazón y quedarse con lo dispuesto en primera instancia.
En la apelación el riesgo de un veredicto más severo es una posibilidad. En el plano local, lo sabe Deportes Iquique, trasquilado en su alegato ante la segunda sala del tribunal de disciplina de la ANFP luego de la invasión de sus hinchas frente a Unión Española.
Es cierto que el costo económico es grande, pero la envergadura del desastre en el partido frente a Fortaleza auguraba un desenlace brutal en los estrados de Luque. En lo concreto, la única forma de aminorar el enorme forado económico que sufrirá Blanco y Negro es manteniéndose en la Copa Libertadores o en la Sudamericana.
El oficio y jerarquía de su plantel establece que dispone de los atributos para rescatar puntos en la visita de este martes a Fortaleza, en el pleito con Racing en Avellaneda o en el cierre con Atlético Bucaramanga en una cancha desierta. Este tiene que ser el foco institucional, aunque las querellas internas entre el grupo Vial-Ruiz Tagle y el de Aníbal Mosa no se detienen y siembran la sensación de inestabilidad permanente.
Como la guerrilla supera el proyecto institucional, un anuncio como la ampliación del Monumental, que debiera aunar las voluntades, encontró cuestionamientos profundos en la voz de Alfredo Stöhwing. El antecesor de Mosa en la testera dijo a este diario que “al aumentar el aforo, hay que solicitar nuevos permisos y realizar nuevos estudios, como el de impacto ambiental. Y cualquiera sabe que un estudio de este tipo puede demorar cinco años”.
En este punto, tiene razón Stöhwing. Si algo hizo Universidad Católica, antes de lanzarse con la remodelación de San Carlos de Apoquindo, fue tejer lazos con los vecinos y acercarse a la municipalidad.
Si a eso sumamos el rechazo del balance de 2024 y la presentación ante la CMF por los procedimientos utilizados, queda claro que la batalla no se detiene.
Ah, se nos olvidaba: Colo Colo perdió 1-0 con Deportes Limache y el martes visita a Fortaleza. Por si acaso.

Danilo Díaz
es un comentarista, periodista deportivo y escritor chileno. En 2009 obtuvo el premio de Premio Nacional de Periodismo Deportivo de Chile.