No se rinde. El griego Stéfanos Tsitsipas (4º del mundo) sigue firme en el Abierto de Australia, sin tropezar en las dificultades que se le han interpuesto en el camino. Ahora, logró instalarse ya en las semifinales del Grand Slam, luego de vencer en sets corridos al checo Jirí Lehecka (71º), una de las revelaciones del torneo, por 6-3, 7-6 (2) y 6-4.

Con ello, quedó apenas a dos triunfos de alcanzar el número uno del ranking mundial, que lograría si el domingo alza la copa en Melbourne.

“Si bien fue un partido a tres sets, fue uno de los más difíciles del torneo. Jirí ha jugado muy bien durante todo el torneo”, concedió Tsitsipas.

“Me siento bien con mi tenis. No me he sentido tan bien en mucho tiempo. Definitivamente diría que sí a ganar el título. Como dije, soy un jugador diferente, estoy jugando distinto. Mi mentalidad ha cambiado. Cuando estoy en la pista no pienso en aspectos negativos. Simplemente salgo y me pongo a jugar”, celebró el griego, quien aprovechó de invitar a la actriz Margot Robbie a verlo jugar. “Sería lindo que viniera”, bromeó.

El helénico chocará en semifinales con el ruso Karen Khachanov (20º), que dominaba por 7-6 (3), 6-3 y 3-0 al estadounidense Sebastian Korda (31º), cuando una lesión en la muñeca forzó al hijo del campeón de 1998 a abandonar el pleito.

Sin embargo, la gran amenaza está por la otra mitad del cuadro, por donde avanza a paso firme el serbio Novak Djokovic (5º), el otro postulante para cazar el número uno del mundo.

“Después de todo lo que vivió el año pasado con el tema de las vacunas, uno pensaría que iba a volver más complicado, menos fuerte, pero no, todo lo contrario. Con 35 años, quizás hasta le hizo bien no jugar tanto en 2022, porque pudo dosificar sus fuerzas”, cree la extenista Macarena Miranda.

Por su parte, en damas, la bielorrusa Victoria Azarenka (24ª) avanzó una vez más a las semifinales del torneo luego de vencer a la estadounidense Jessica Pegula (3ª), por 6-4 y 6-1.

La europea no llegaba a la ronda de las cuatro mejores desde hace 10 años, en 2013, año en que ganó por segunda vez el certamen y en el que también fue número uno del mundo.

“Una pista de tenis despierta esos temores, mucha ansiedad. No te fijas de inmediato. Va creciendo hasta que te chocas con una situación muy fea en la que nada tiene sentido. Te sientes perdida. Llegué a una situación en la que no podía encontrar qué me podía hacer sentir bien”, contó Azarenka tras su victoria.

Su rival en semifinales será la kazaja Elena Rybakina (25ª), que despachó a la letona Jelena Ostapenko (17ª) por 6-2 y 6-4.

En el torneo en silla de ruedas, en tanto, Macarena Cabrillana (12ª) perdió en su debut ante la japonesa Manami Tanaka (9ª) por 7-5 y 6-1.