Santiago de Chile.   Vie 03-05-2024
3:13

Colo Colo vs. Cobreloa: Lo extrañábamos

Una rivalidad que creció a partir de la irrupción de los naranjas, que primero con Andrés Prieto y luego con Vicente Cantatore, construyeron planteles fuertes, ganadores, pero ante todo valientes.
LUN
Danilo Díaz12 de abril, 2024

Cualquier torneo que se precie requiere de clásicos. En el fútbol local, ColoColo y Cobreloa fue desde 1978 uno de esos enfrentamientos que se buscaba de inmediato cuando la antigua Asociación Central de Fútbol (ACF) y luego la ANFP soltaban el fixture.

Una rivalidad que creció a partir de la irrupción de los naranjas, que primero con Andrés Prieto y luego con Vicente Cantatore, construyeron planteles fuertes, ganadores, pero ante todo valientes.

El Cacique, orgulloso con esa sequía de títulos que los acompañó desde 1972 a 1979, sintió el impacto de la aparición de los “Zorros del Desierto”. Aún no llegaba la televisión pagada y no conocíamos la moda de argentinizar todo lo que revolotee alrededor de nuestra realidad futbolística. En Cobreloa eran los zorros y no el zorro; Antofagasta eran los pumas y no el puma; Iquique eran los dragones y no el dragón. Se instalaron estas malas costumbres, que apuntaron a la identidad de este fútbol que siempre miró a las dos orillas del río de la Plata.

En esos años 80 duros dentro y fuera de la cancha, con crisis económicas permanentes, albos y mineros construyeron una rivalidad que forjó a una generación y, sin lugar a duda, permeó a las anteriores. En los 90 también se mantuvo el fuego, con nombres distintos, sin importar los presentes de los clubes. Salvo en el 92 y el 93, a Cobreloa no le alcanzaba para pelear el título, pero sí era capaz de luchar con orgullo en el clásico que disputaba en el viejo Municipal calameño y en Macul.

Como sucedió en la novena fecha de 1991.

El domingo 4 de agosto, Fernando Cavalleri se jugaba su continuidad en la banca loína ante el campeón de la Copa Libertadores. Los dirigentes calameños creyeron que nadie se daría cuenta y llevaron al serbio SimoVilic a la tribuna. El “Palo” Cavalleri y sus jugadores se enteraron y vencieron 2-0 con un doblete de Marco Antonio Figueroa. Sergio Merlini y Lizardo Garrido sacaron chispas. Hernán Silva expulsó al “Chano” y Raúl Ormeño, un hermano de Garrido, lo buscó para cobrar. La polémica duró toda la semana. En la segunda rueda, Colo Colo venció 4-2 en una noche de sábado memorable. Un partidazo.

La década inicial de este siglo puso otra vez a los calameños en la vanguardia, con el orgullo de ser el único que dio la vuelta olímpica en el Monumental, al ganar el Clausura 2003 con Luis Garisto en la banca. En la final del Apertura, también dieron cuenta de Colo Colo. Fue la tarde en que Iván Zamorano se enfrascó con el árbitro Carlos Chandía y terminó expulsado. Sin darse cuenta, muy cerca estaba el inicio de la degradación nortina, con gestiones que merecieron una investigación judicial. En 2015 ocurrió el descenso en Chillán y nuestro fútbol lo lamentó.

Este lunes vuelven a encontrarse en Santiago. Sin la expectación de antaño, pero con el fervor natural de un duelo que forma parte del corazón de los futboleros. Los presentes son disímiles. El equipo de Jorge Almirón busca la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores y tiene la urgencia de recuperarse de las derrotas ante O’Higgins, Universidad de Chile y Ñublense. La escuadra de Emiliano Astorga aspira a consolidarse en la división y superar las caídas frente a la U y Coquimbo.

Un choque que hacía falta.
Danilo Díaz

es un comentarista, periodista deportivo y escritor chileno. En 2009 obtuvo el premio de Premio Nacional de Periodismo Deportivo de Chile.

Relacionadas
A fondo con...