Es evidente que el Maratón de Santiago es una fiesta: 33 mil personas son testigos de aquello. Desde muy temprano, los corredores ataviados con poleras rojas para los 42 kilómetros, o negras para las otras distancias, fueron agolpándose en los alrededores de La Moneda para hacer deporte. Poco importó el frío matinal o la ausencia de sol; lo importante era salir a correr.

Pero no fue una fiesta completa, aunque la prueba volviera a la Casa de Gobierno tras dos ediciones.

La trágica muerte de tres carabineros en Cañete en la víspera le dio un toque sombrío. Había alegría en los corredores, pero también se vieron lutos, algunas cintas negras en señal de duelo y, antes de la numerosa salida de los 10K, hubo un minuto de silencio en memoria de los uniformados.

Y si bien había una atención mayor con los especialistas kenianos (ver subtítulo), que volvieron a robarse la película con su abrumador dominio, hubo un corredor que se llevó todos los aplausos. No se subió al podio, pero Mauricio Flandez guardará en un lugar especial ser cuarto en los 42 kilómetros y llevarse el premio Érika Olivera que se entrega al mejor nacional.

Flandez, carabinero oriundo de Valdivia, que se desempeña en la Dirección de Educación, Doctrina e Historia de la policía uniformada y vestido de verde con un crespón negro en el pecho, cruzó la meta a poco más de cinco minutos del triunfador y, antes de cortar la cinta, llevó su mano a la frente en señal de saludo. Luego, emocionado, se abrazó con una colega y celebró con la mesura que corresponde a un momento delicado.

“Cuando supe lo que pasó, lloré mucho, me afectó mucho”, confesó minutos después de ser felicitado por la organización y la propia Olivera. “Conocía a algunos de ellos. Pensé que no iba a poder correr hoy (ayer), porque Carabineros somos mucho más que una familia. De verdad me afectó mucho, pero lo hice muy bien. Les pedí a ellos que me ayudaran desde el kilómetro 34, venía perdiendo fuerza y les dije por dentro que me apoyaran, que fueran parte de mis piernas y pude llegar a la meta bien fuerte”, complementó el atleta de 40 años y que en 2022 remató a cuatro segundos del triunfo en los 42 kilómetros.

Sobre la carrera, Flandez afirma que “la había entrenado desde diciembre, mentalmente venía bien preparado, pero pasó lo del sábado. Quizá, si no hubiera pasado nada, tal vez me había metido tercero”. Hizo 2h 15:29 y el podio se le escapó por casi dos minutos, pero su esfuerzo le valió ganar los cinco millones de pesos de recompensa por superar a Matías Silva y Jaime Cortés en el podio chileno.

En las damas, en tanto, Giselle Álvarez se alzó como la mejor criolla, con un crono de 2h 40:28, dejando atrás a Johanna Rivas (segunda el año pasado en la general) y a Danica Kusanovic.

“No quedé muy contenta con el tiempo, pero está dentro de mi repertorio”, dice entre risas la ancuditana. “En los últimos ocho kilómetros me fui soltando para rematar fuerte, le metí un cambio al final”, detalla.

Con los 42K en manos de los kenianos, la media maratón era el botín más preciado por los chilenos y Carlos Díaz con Hugo Catrileo lo sabían.

Los mejores exponentes del maratón chileno salieron a poner su ritmo y fue imposible para todos los demás. Algo intentó Ricardo Rojas, pero a medio camino cedió y se llevó el tercer puesto como consuelo. Adelante, Díaz tiró al principio y luego le tocó a Catrileo con un ritmo que rondaba los tres minutos por kilómetro.

El remate tras Plaza Italia fue frenético: a la altura del GAM, Díaz subió una marcha, pasó por la derecha a Catrileo, se escapó y aunque el de Puerto Saavedra ensayó la recuperación, se quedó corto.

Díaz cruzó la meta con nuevo récord para la distancia: 1h 03:22, cuatro segundos más veloz que Catrileo y 50 segundos menos que la plusmarca del mismo Catrileo en 2023.

“Salimos bastante fuertes, a ritmo de récord. Queríamos bajar la hora 3 minutos, pero luego debimos cambiar el planteamiento de la carrera, pero sí o sí ir a ganarla. Eso intentamos en el kilómetro 15, donde esperaba llegar de la mejor manera para el remate. Confío mucho en mis últimos 400 metros”, explica Díaz, que ahora se va a España a preparar el maratón olímpico. ¿El récord? “Tengo el de 21, ya tengo el de 10 kilómetros, quizá el próximo año voy por el del maratón”.

Catrileo también viaja, pero a México. A falta de la confirmación oficial de su clasificación a París, el puertosaavedrino celebró brindar “una carrera muy entretenida, que era lo que la gente esperaba. Con Carlos estamos a un nivel muy similar y cualquiera puede ganar. Personalmente, estuve cerca de mi marca personal para la distancia y analizo muy bien la carrera como preparación a París”.

En damas, en tanto, María José Calfilaf sigue consolidando su paso a pruebas de fondo con triunfos: hace unas semanas ganó el maratón de Temuco y ahora se llevó los 21 kilómetros con más de un minuto y medio de distancia.

En los 10 kilómetros ganaron Diego Uribe, tal como en 2023, y Paulina Saavedra.

Si los chilenos se llevaron los festejos en los 10 y 21 kilómetros, los kenianos hicieron lo suyo en la distancia mayor y ratificaron su dominio en la prueba.

En varones, el ganador fue Edwin Kibet Koech. El fondista de 37 años impuso rápidamente su ritmo y se alejó de sus competidores, corriendo prácticamente en solitario por las calles santiaguinas. Era tan bueno el tiempo que llevaba el africano que incluso parecía que rompería el récord de 2h 09:39 de Luka Lobuwan en 2017, pero una baja en sus pasos y un leve error de dirección le impidió lograrlo.

Al final, sus 2h10:17 se convirtieron en la segunda mejor marca de la prueba en la historia. “El circuito era algo plano y me ayudó a poner un ritmo desde el principio. Fue muy bueno ver tanta gente en las calles, nos empujaban a correr más fuerte”, indicó el ganador, secundado por sus compatriotas Joseph Munywoki, campeón en 2023, y Silas Kiprono Too.

En damas, en tanto, Josephine Chepkoech, de 35 años, se alzó como la vencedora con un tiempo de 2h 30:14. “Estoy muy feliz con el tiempo, me gustó mucho correr en Chile, disfruté el recorrido”, indicó. La también keniana Euliter Tanui Jepchirchir llegó segunda, y la ugandesa Linet Toroitich Chebet fue 3ª.