Santiago de Chile.   Vie 26-07-2024
21:37

Huachipato conquista el tercer título de su historia en una remontada épica

Un final inolvidable: el equipo de Gustavo Álvarez logró lo que parecía imposible. Ganó 2-0 a Audax Italiano, con tantos de Cris Martínez y Maximiliano Rodríguez, y alcanzó el primer lugar en una atropellada de infarto. La camiseta sureña borda una nueva corona: 1974, 2012 y 2023. Salud, campeón.
Foto: El Mercurio
Raúl Neira08 de diciembre, 2023
Son las 20:06 horas del viernes ocho de diciembre de 2023.

Felipe González, el réferi de Unión Española-Cobresal, se acerca a Stéfano Magnasco y gentilmente le pide el balón. Lleva las manos al cielo y sentencia la victoria hispana por 1-0.

Más de 500 kilómetros al sur, en el puerto de Talcahuano, son 10 mil las personas que también llevan sus manos al cielo: la derrota minera y el 2-0 de Huachipato sobre Audax Italiano los proclama como los nuevos campeones del fútbol chileno.

Son 10 mil personas que creyeron en el milagro, en un título que no los tenía como principales aspirantes y que llenaron el CAP para vivir una fiesta inolvidable.


Creyeron. Con toda la fe del mundo.

Todos confiaron: jugadores, cuerpo técnico y una hinchada fiel que acompañó al equipo con frío y con lluvia; de día y de noche. Una hinchada que viajó a Chillán, el último domingo, y que fue testigo de un triunfo épico, agónico, dramático, que le permitió llegar con vida a la última fecha.

Y enfrentado a la definición, el equipo de Gustavo Álvarez tuvo temple de acero. No se desesperó jamás. Tuvo paciencia para destrabar el bloque defensivo de Audax Italiano, escuadra que estaba resistiendo con un hombre menos por la inmensa irresponsabilidad de Nicolás Fernández, y liquidó en los momentos precisos.

En el estadio Santa Laura, Magnasco sorprendió a todos rompiendo líneas desde la defensa y perforó el alma de Cobresal. Enterados de que con una victoria conseguían la tercera estrella de su historia, los sureños afinaron la puntería. Felipe Loyola dejó su posición de lateral, remató y el meta Tomás Ahumada contuvo a medias, permitiendo que Cris Martínez se arrojara en palomita para el primer grito.


El segundo no demoró casi nada: tiro libre de Brayan Palmezano y cabezazo de Maximiliano Rodríguez en el área chica de los itálicos.

Cuento sentenciado en el sur y todos los sentidos se trasladaron a Santiago. Vía radios y celulares los simpatizantes de Huachipato miraban de reojo el trabajo de su equipo y rogaban para que en Independencia no hubiera novedades.

Fueron momentos interminables. Minutos que se hicieron eternos. Pero qué costaba esperar un poco más si ya habían esperado 11 años para gritar campeón.

González pitó por última vez y Talcahuano se transformó en una locura. Abrazos, lágrimas, el “¡dale campeón!” retumbando en el CAP y Palmezano montando su propio show con lentes oscuros y teléfono en mano. A las 20:45 horas, el capitán Claudio Sepúlveda —uno que encontró en el sur la consolidación de su carrera— levantó el Huemul de Plata y Huachipato se convirtió formalmente en el mejor de todos.


Por las generaciones antiguas, por Pedro Morales, Eddio Inostroza, Carlos Cáceres y Miguel Ángel Neira. Por la generación de Jorge Pellicer, Omar Merlo, Daniel González o Nery Veloso, quien le recordó a los hinchas a qué sabe el éxito. La gloria.

Y, por supuesto, por los tiempos modernos, con el estratega Álvarez, el paraguayo Martínez, el guardián Castellón y tantos jóvenes que soñaron con vestir una camiseta llena de historia. Una historia que a partir del ocho de diciembre de 2024 también les pertenece.

LA TRASTIENDA DE TALCAHUANO


Nicolás Baeza, el “bicampeón”

Ningún jugador de Huachipato estuvo en el anterior título del club, en diciembre de 2012. Sin embargo, hay uno que sí vio la vuelta olímpica: Nicolás Baeza, el lateral izquierdo, y quien en la final ante Unión Española pertenecía a las series menores del club acerero y celebró alentando desde la galería norte. “Desde los 10 años que estoy acá. Son muchos sentimientos”, contó.

Montando el espectáculo

Cuando los siderúrgicos anotaron el 2-0 y Cobresal no remontaba ante los hispanos, un grupito de personas abandonó la tribuna oficial y caminó discretamente hacia la cancha, para luego enfilar al sector sur. El motivo de su desplazamiento fue porque se trataba de los encargados de montar la tarima para la premiación. Al momento de la entrega de la copa, que se demoró más de lo habitual, un grupo de hinchas desbordó la galería norte y se metió al campo de juego. La situación obligó la entrada de la fuerza policial quien logró controlarlos y regresarlos a su ubicación de origen.

Sufrir por los colores

A falta de 5’, el partido sufrió una detención. Todos los asistentes al CAP se miraban de un lado a otro y nadie entendía por qué. El problema se originó por la descompensación de un hincha local, quien necesitó los primeros auxilios de Carabineros y también de los encargados de los servicios médicos.

Raúl Neira

es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.

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