Nadie se fue demasiado feliz. Universidad Católica y Copiapó empataron 2-2 en Santa Laura y ambos siguen sin poder conseguir sus respectivos objetivos: un cupo internacional, en el caso de los cruzados, y la permanencia, para los atacameños.

De todos modos, más satisfacción se sentía en el vestuario visitante. Aunque estuvo dos veces en ventaja y no logró conservarla por más de 10 minutos, terminó empujada hacia su propio pórtico por el ímpetu de la UC y hasta pudo perderlo, si no fuera por un penal que Fernando Zampedri desvió a pocos minutos del final.

Los nortinos se jugarán la vida en casa, ante Everton, el próximo fin de semana, con la misma receta de ayer: un triunfo la libera de todo peligro, mientras que un empate o derrota los hará depender del resultado que obtenga Magallanes ante Coquimbo Unido.

Un drama que se extenderá hasta el final.

“En un torneo normal, empatarle a Colo Colo, a la UC y ganarle a la U habría sido muy positivo, pero la necesidad que te impone la tabla te empujaba a jugar de otra manera”, expuso Ivo Basay, el adiestrador de los atacameños que llegó con el equipo colista y lo tiene cerca de la salvación.

“Hicimos un esfuerzo tremendo para ganar el partido, lamentablemente no esperábamos que Audax perdiera en su casa, pero si nos pedían firmar llegar dos puntos arriba a la última fecha, lo firmábamos. Ahora tenemos que definir en casa, ante Everton, con nuestra gente”, añadió el DT.

El exdelantero alabó a sus jugadores, más allá de que, afirmó, fueron errores puntuales los que le impidieron llevarse los tres puntos desde la Catedral.

“Los jugadores hicieron un esfuerzo tremendo ante un gran equipo, fue un partido de ida y vuelta. Pudimos convertir dos veces, pero cometimos dos errores muy rápido con los que nos igualaron. Pero hay que mirar el contexto en el que estamos, porque cada día pesa más la necesidad de salvarnos”, analizó Basay.

El técnico reveló que el plantel quedó dolido por el resultado, pues esperaba irse con la permanencia asegurada antes de la fecha final, aunque confía en que el objetivo se cumplirá en la jornada final.

“El plantel quedó picado, porque tenía la ambición de ganar el partido, pero ahora tenemos que levantar la cabeza y con esa misma personalidad ojalá que mantengamos la categoría en casa”, planteó.

Desde el comienzo se notó el hambre de los copiapinos. Pese a un buen inicio del anfitrión, una buena jugada de laboratorio (centro de Iván Rozas, pivoteo de Agustín Ortiz y toquecito al arco de Diego García) abrió la cuenta y alimentó la esperanza.

Alexander Aravena, la figura de la tarde en Independencia, empató apenas tres minutos después con una genialidad, pero los dirigidos de Ivo Basay no decayeron y pegaron rápido de vuelta con un pase sorpresivo de Jorge Luna a Reiner Castro, que pilló inmóviles a los zagueros cruzados para establecer, otra vez, la ventaja forastera.

Sin embargo, nuevamente Aravena golpearía de vuelta, tras un pivoteo de Gonzalo Tapia, para balancear el marcador. 2-2 en menos de media hora para un espectáculo que merecía más público en Santa Laura.

En el segundo tiempo el vértigo cesó, la UC se hizo más dueña de la pelota y de las ocasiones, exigiendo más al buen portero Nelson Espinoza, mientras Copiapó apostaba a algún buen pelotazo de Rozas o Luna, que fueron escaseando conforme pasaban los minutos.

Eso, hasta que llegó el penal que Ortiz le cometió a Branco Ampuero, un agarrón de camiseta a centímetros de Piero Maza, que Fernando Zampedri erró en su lucha por ser tetragoleador del fútbol nacional, meta que ya no está en sus manos: se perderá la última fecha por suspensión y dependerá de lo que sean capaces de hacer Rodrigo Holgado y Patricio Rubio en las fechas finales.

En la vereda local, los cruzados arriesgan su clasificación a la Sudamericana, que también tendrán que discutir en la fecha final, ante Unión La Calera, rival directo por el boleto internacional.

“Con dos equipos necesitados, sabíamos que iba a ser un partido abierto. No sufrimos tanto en el juego, pero sí en pelotas detenidas y desconcentraciones graves que no nos podemos permitir. Es inaceptable y se hace cuesta arriba competir”, disparó Nicolás Núñez luego del lance.

“Nos faltó la energía para someterlos más, pero ellos podían generar mucho peligro si quedábamos muy expuestos. Quedamos con frustración porque queríamos ganar el partido”, añadió el DT estudiantil.