Quito, la expedición que se volvió inexpugnable para la Roja
La selección chilena nunca ganó en la capital ecuatoriana y casi siempre padeció una superioridad desbordante. ¿Cómo se explica el salto de calidad del próximo rival? “Quito tiene un clima que te engrupe, los jugadores de inicio no se dosifican y después caen”, dicen los que lo han sufrido. La captación de jugadores de raza negra en la zona estratégicas, un biotipo a la medida de la alta competencia y el trabajo de base de Independiente del Valle completan un cóctel que indispone al equipo nacional. Pese a todo, hoy en Ecuador abunda la crítica en contra del actual seleccionador, el español Félix Sánchez Bas, por sus determinaciones. “Este técnico pone todo al revés, con el tema de Chile (Byron Castillo) hubo pica al principio, pero hoy el clima hostil es contra el propio Sánchez”, comenta la prensa quiteña.
En el marco de las clasificatorias mundialistas Chile jamás superó a Ecuador jugando en Quito. El registro anota ocho expediciones a la Provincia de Pichincha y la Roja ofrece un saldo mustio: tres empates y cinco caídas. Se igualó con el equipo de Pedro Morales antes de México 1986, después con Nelson Acosta (1998) y Martín Lasarte (2022). Los intentos del mismo Acosta (2002), Juvenal Olmos (2006), Marcelo Bielsa (2010), Claudio Borghi (2014) y Juan Antonio Pizzi (2018) fueron castigados con derrotas.
“La única vez que se ganó allá fue en Guayaquil, antes del Mundial 78, muy húmedo, nada que ver con la altura de Quito; fue 1-0 con un gol mío, pero se lo comió el arquero, debe ser el gol más feo que convertí, fue un tanto histórico, pero como no clasificamos quedó en anécdota”, enseña el exatacante Miguel Ángel Gamboa.
-¿Por qué a Chile le ha costado tanto en Ecuador, Gamboa?
“La altura influye pero se vuelve un mito si no va acompañada de un buen equipo, porque Bolivia como no juega bien y al final la altura no termina siendo aliado (…) En algún momento los ecuatorianos dieron el salto y fue notorio, lo mismo pasó en Colombia; mejoraron salarios, el profesionalismo, subió el torneo interno, mientras acá pasó lo inverso porque en la mejor época de la “Generación Dorada” el torneo se puso peor. El jugador ecuatoriano es potente y los buscan de otros mercados, por ejemplo en México ahora hay más ecuatorianos que chilenos”.
Fernando Díaz, que fue ayudante de Manuel Pellegrini en LDU y después dirigió a la U. Católica quiteña, completa: “Desde los 90 que la Federación ecuatoriana llevó adelante planes de desarrollo, cuando Dusan Draskovic empezó una búsqueda de jugadores para las selecciones menores, ahí los equipos juveniles de los equipos jugaban por regla de preliminar de los primeros equipos, hubo una inversión fuerte de clubes, apareció Independiente del Valle (IDV) como paradigma y se reforzó esa captación de talentos en zonas de raza negra, preferentemente en Esmeraldas y cerca de la selva”.
“Ecuador ha crecido muchísimo desde la generación del 2002 con Edison Méndez, Álex Aguinaga, (Iván) Kaviedes, ahí empezaron a creerse el cuento de que podían competir a nivel internacional”, evoca Mauricio Donoso, exvolante que jugó entre 2008 y 2010 en Deportivo Quito. “Después la Liga de Quito en 2008 ganó la Copa Libertadores, luego la Sudamericana (2009). Sigue la irrupción de IDV y todos empezaron a buscar jugadores en los lugares donde salen los chicos que llegan al alto rendimiento: Valle del Chota, Esmeraldas, Tonsupa, Ibarra, ahí están los morenos más potentes, de ahí son todos los seleccionados. Los captan y los llevan a vivir a los clubes, los educan. El método funcionó y varios equipos lo copiaron La renovación ellos fue mucho más rápida que la nuestra, el martes será muy, muy difícil para Chile. Ecuador clasifica sí o sí”, agrega "Papelucho".
“IDV tiene una ventaja de años luz sobre el resto de los clubes ecuatorianos. Allá existe mucho talento y matera prima, ni hablar de la condición física, son potentes, resistentes, y para cómo se juega ahora es fundamental. Por ahí al jugador le cuesta lo táctico, pero si les conduces con un buen mensaje y estimulas el temperamento le puede pelear a cualquiera”, expresa Carlos Alcídes González, ayudante de Gustavo Alfaro en el Mundial 2002 al frente de la “Tri”.
Ecuador le sacó ventajas a la Roja en el siglo actual, porque de los seis mundiales posibles asistió a cuatro. Chile jugó la mitad. El ranking FIFA entrega otra pista: en seis años pasó del escaño 70 al 36, superando en el último informe al equipo nacional (37). A nivel individual, si Alexis Sánchez era hace un lustro el futbolista mejor pagado en la Premier League, el volante Moisés Caicedo (22 años) fue el fichaje más acaudalado del último mercado inglés, llegando a 116 millones de euros la operación ente Chelsea y Brighton.
Par Marcelo Oyarzún, preparador físico que trabajó con Olmos en la selección, la diferencia a favor de los ecuatorianos es atlética. “Ellos han mejorado muchísimo sus procesos formativos, en los cuatro aspectos: técnico, táctico, físico y psicológico. Tengo amigos PF trabajando allá y en los partidos de la B y la A, las intensidades son mucho mayores que en Chile. La intensidad es referido a las velocidades y a la potencia que miden los GPS: aceleraciones, desaceleraciones, frecuencia de acciones intensas, altos ritmos, etcétera. Ellos juegan su campeonato en altura, en climas muy cálidos y húmedos, y es doble mérito tener esos valores físicos en promedio”.
Díaz aborda las trampas de Quito (2.850 metros sobre el nivel del mar). “Es una ciudad que habitualmente por la mañana hace calor, pero en la tarde aparecen nubes, se pone fresco, tiene más altura que Calama pero es un clima que te engrupe, no sientes ese calor incómodo de Calama ni ese agobio de entrada de La Paz, y eso hace los equipos visitantes corran, el ahogo viene a los 15 minutos del segundo tiempo, ahí caen de golpe, los jugadores no se dosifican y empiezan a caer a la hora de juego. La cancha de Liga es muy rápida, no es come piernas, la hicieron con pasto europeo, un piso perfecto, a ese equipo de decían la “Bordadora” porque juega por abajo, pero insisto: los últimos 20 minutos allá en Quito son durísimos”.
EN ECUADOR TAMBIÉN DISCUTEN AL DT Y MUCHO
Los últimos dos empates sin goles, ante Colombia en Quito y Venezuela en Maturín, dejaron en Ecuador un desencanto evidente con la labor del técnico español Félix Sánchez Bas. “Está poniendo todo al revés”, sintetiza Arturo Magallanes de GolTV. “Muchos no están satisfechos con su elección de jugadores, se perdió la solidez que tenía el equipo en la eliminatoria pasada”, observa Polo Carrera, exseleccionado y comentarista radial.
Las funciones encomendadas a Piero Hincapié, Junior Sornoza y Jorge Cifuentes y la titularidad de Alan Franco en Maturín fueron muy cuestionadas, y poco ayudan las bajas por lesión de Pervis Estupiñán y Enner Valencia. Hincapié y Cifuentes también fueron liberados y no jugarán ante Chile por tarjetas. Carlos Gruezo, volante central de San José Earthquakes, está habilitado. Una chance real es que el equipo retome el sistema 5-3-2, con el ingreso de Robert Arboleda en el fondo.
“La crítica está severa por el juego, el funcionamiento no convence; con Gustavo Alfaro el equipo era muy sólido sin la pelota, muy intenso, incómodo para cualquiera, de transiciones, directo, no tenía mucha capacidad asociativa, que era un problema que se pretendía mejorar en este ciclo, pero se ha dado un paso de involución en el juego. Es un equipo desordenado, poco intenso, muy estirado, la selección no juega a nada”, desgrana Magallanes.
Respecto al clima adverso con la Roja por el litigio por Byron Castillo, que le obligó a la “Tri” a iniciar la clasificatoria actual con tres puntos menos, los comunicadores relativizan: “Al principio hubo como pica, lo natural, pero a esta altura esa efervescencia bajó, no veo que esté el tema caliente, ya comenzado el partido veremos, pero hoy el clima hostil hoy lo tiene Félix Sánchez”, apunta Magallanes. “El público ecuatoriano no es agresivo, alguna pifia y nada más, lo único que desea es que la selección vuelva a ganar”, dice Carrera.

Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.