David Villa es un grande entre los grandes del fútbol mundial. Y su bitácora no da espacio a cuestionamientos: campeón del mundo y de Europa con la selección española y monarca de todos los títulos posibles con el Barcelona que bajo la conducción técnica de Josep Guardiola encandiló al mundo.

Hoy, ya retirado, y en su rol de embajador de Chubb Seguros, se da un tiempo para hablar del presente del deporte que lo hizo famoso. Menciona, por ejemplo, el derbi que más gratos recuerdos le dejó. “El primero, en noviembre de 2010. Tuve mucha suerte de debutar en el clásico y ganar 5-0 en el Camp Nou. Además, hice dos goles. Es difícil tener un recuerdo más importante. Hasta hoy veo los videos de ese partido y fue increíble. Salió todo como se había planificado”, dice a propósito de un clásico que quedó en los anales del fútbol mundial.

Tampoco titubea sobre el defensa que más le costó enfrentar. “Sergio Ramos, que por esos años era lateral derecho. Yo jugaba de extremo izquierdo. Tuvimos suerte dispar, algunos los ganó él, otro yo. Después pasó a jugar de zaguero central”.

“Bravo es uno de los mejores porteros extranjeros que ha venido a nuestra liga y no solo por estar en Barcelona, sino por todos los equipos en que ha estado. Es un portero que me ha gustado mucho, pese que siempre fuimos rivales, nunca compañeros… Desconozco por qué no lo están convocando, pero suele pasar. El fútbol no tiene memoria, se olvidan rápido de los ídolos, a todos nos pasa que dejan de contar con nosotros en la selección pese a que has hecho cosas grandes”.

No se olvida de Sánchez: “Con él sí coincidí, es un gran chico. Tengo un gran recuerdo y no solo futbolístico, porque es un jugadorazo, sino por su tremenda calidad de persona”.

“Realmente eso pasa siempre. Cuando tienes una generación de oro, o dorada, siempre cuesta. En España se habla que ahora hay mucho talento, pero nos ha costado mucho. El Mundial se consiguió en 2010, la última Eurocopa e 2012 y solo hace meses que se volvió a ganar algo, la Nations League. El recuerdo de los jugadores importantes es imborrable y siempre va a estar; el tema es que genera más presión en los chicos jóvenes que vienen de atrás. Olvidémonos de la generación de 2010, de Casillas, de Iniesta, de Xavi, porque ya no van a estar más, y apoyemos a los que vienen. Tiene que darse el recambio generacional. Es normal, el tiempo pasa, los jugadores nos vamos retirando y las nuevas generaciones tienen que ocupar su lugar. He visto que Chile inició la clasificación al Mundial de 2026 en forma dubitativa… Cuando hay éxitos el cambio generacional siempre es complicado, porque queremos vivir siempre en esa generación, pero todos cumplimos años y nos vamos acabando, se nos va acabando la mecha. Hay que buscar ese relevo. En España ha costado, hemos vivido muchos años diciendo que no volveremos a ser los mismos y resulta que una nueva generación ganó la Nations League. Hay que tener paciencia y recordar con cariño a las generaciones pasadas. Pero todos cumplimos años y todo se acaba”.

“Alexis por ser mi compañero, lo viví en el día a día. Es especial, un jugadorazo. He tenido predilección por Arturo Vidal, por su competitividad, por la forma en que maneja el mediocampo. Y cuando era niño, pese a que yo era más de Barcelona que de Real Madrid, disfrutaba mucho los partidos de Iván Zamorano. Acá en España hizo unos años fantásticos. No coincidimos, porque es de otra generación, pero disfruté de sus goles en la liga española”.

“La de Chile era una selección muy buena: tenía a Alexis, a Bravo, a Medel, Vidal… Jugadores muy buenos defensivamente y que en el medio que contrarrestaban nuestras virtudes, nuestro juego de toque. Nos costaba jugar con ellos. En Suiza, en un amistoso, ganamos 3-2 en el último minuto… Era un equipo que nos robaba el balón rápido, nos cortaba, no dejaban tener la pelota. Y por culpa de perder el primer partido, con Chile era una final. Quizás si era otro rival no hubiésemos estado tan nerviosos, tensos”.

“No es una excusa, es una verdad: cuando vas a un Mundial están los mejores del mundo. A veces pierdes y la gente pregunta por qué. Y no se analiza que hay un rival que te superó; quizás haces las cosas bien, pero el rival también. Puede ser una excusa, pero no lo es. La dificultad de un Mundial es que si te pasa un día te vas a casa. En 2014 Chile nos superó y nosotros nos fuimos a casa… Aunque son deportes distintos, siempre doy el mismo ejemplo: no es lo mismo el boxeador que le tira golpes a un saco, y el saco no responde, a que le tires golpes a otro boxeador, porque él sí te va a responder. Es la realidad”.

“Me llama la atención, es un formato entretenido, diferente a lo normal. La gente necesita entretenimiento y el solo ver las enormes audiencias te hace entender y ver que a la gente le gusta. ¿Jugar? No me veo, la verdad. Me retiré con ganas de retirarme. Les he dicho a todos que no”.