Se agota la fórmula de Juan Manuel Azconzábal. El entrenador argentino debutó en la banca de O'Higgins con goleada sobre la U (5-2) y luego rescató dos triunfos y un empate que le permitieron a los celestes flotar en la tabla de posiciones.

Pero las dudas que sembró el traspié en su visita a Coquimbo se confirmaron con otra derrota, como local, ante Unión La Calera. Nuevamente el cuadro rancagüino sucumbió entre la impericia de sus delanteros y los espacios que dejó para el contraataque.

La nublada mañana en El Teniente anticipó la falta de claridad en la definición de jugadas ofensivas para el local. Antes de la media hora, el paraguayo Arnaldo Castillo falló la más clara al elevar un remate tras cazar el balón fuera del área chica.

O'Higgins optó por abrir la cancha ubicando en punta a Facundo Castro por la derecha y a Antonio Díaz en la otra banda para alimentar a Castillo, mientras que la visita intentó replicar el esquema con Matías Cavalleri y Nicolás Orellana para atacar la espalda de los laterales. Los duelos animaron un partido con mucho vértigo pero escasa efectividad en las definiciones.

Además, cuando el local acertó al marco apareció la figura de Omar Carabalí, quien permitió a los “cementeros” resguardar el empate hasta el descanso.

En la segunda parte Azconzábal apostó por adelantar la línea defensiva para jugar en campo calerano, pero pagó caro su osadía. A los 3' del segundo tiempo Cavalleri desperdició una clara oportunidad tras habilitación de Diego Buonanotte. El portero Luis Ureta le ganó el mano a mano, aunque los inmensos espacios que dejaba a su espalda la zaga local le aseguraban más opciones al ariete.

Apenas un par de minutos después el propio puntero argentino cazó un centro enviado a la carrera por Augusto Rodríguez y anotó el 1-0, suficiente para rescatar los tres puntos de Rancagua.

Tras el gol, Azconzabal insistió en la fórmula pero su equipo no alzcanzó el orden exhibido en la primera mitad. El DT intervino varias veces su esquema para intentar el empate con tres centrodelanteros. Sin suerte, los celestes se despidieron cabizbajos de una hinchada que hizo sentir su molestia y comienza a inquietarse con la parte baja de la tabla.