Los desafíos para avanzar en la producción de cerezas tempranas
Uno de los mayores problemas que han evidenciado los productores nacionales en este camino, es la escasa oferta varietal existente. Por lo mismo, por estos días son varios los trabajos de evaluación que se están desarrollando en el país, especialmente en la zona centro-norte.
Luis Muñoz G
Variedad Cheery Blush ™.. Crédito: IFG
Pese a los buenos resultados de los últimos años y a que la demanda internacional se mantiene alta, hoy los productores de cerezas del país miran el futuro con mucha más cautela que antes, pues entienden que las condiciones del mercado han cambiado. Y es que hoy el negocio no es el mismo que hace cinco años.
Una muestra de ello fue lo ocurrido la última temporada, cuando en pleno mes de diciembre los sistemas de proceso de las plantas se vieron totalmente colapsados por los enormes volúmenes de fruta que llegaron. Una situación compleja que derivó en que una cifra importante de cerezas fuera sometida a una guarda de más de 10 días, lo que terminó afectando su calidad y, por ende, su precio de venta en destino. De hecho, se estima que esta situación hizo que los valores de venta en el peak de arribos a China terminaran cayendo entre 15% y 20%.
Este episodio, según los expertos, fue consecuencia del modelo adoptado por la industria cerecera nacional, el cual está construido sobre la lógica de aprovechar la alta demanda que se da durante la celebración del año nuevo chino. De hecho, se estima que cerca del 70% del total de la fruta que entra a proceso durante las tres primeras semanas de diciembre busca satisfacer esa demanda.
“Afortunadamente, la capacidad instalada del país está aumentando y lo seguirá haciendo, con el fin de absorber el peak de fruta que llega en diciembre. El problema de eso es que tendremos instalaciones ociosas, sin mucho movimiento durante noviembre e incluso octubre”, indica Daniel Vieira, director de ChileCerezas.
En ese sentido, son varias las voces dentro de la industria las que hacen un llamado a redefinir la estrategia nacional y aprovechar mejor las ventanas comerciales tempranas (noviembre) y tardías (enero) que existen en el mercado.
“Si bien el mercado tardío aparece como una excelente opción, tiene el inconveniente de que después del año nuevo chino la demanda por cerezas en China cae. Esto se debe, en gran medida, a que mucha gente sale de su casa y viaja a otras ciudades. De todas maneras, pasada esa curva la demanda tiende a recuperarse”, advierte Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut.
El mercado temprano, por su parte, tiene un enorme potencial que se relaciona con el hecho de que la oferta es más bien limitada, por lo que regularmente la venta de fruta en esa época se asocia a altos precios. De hecho, en la última temporada los valores pagados a productor se acercaron a los US$ 7-8 por kilo, aunque en temporadas pasadas estos fueron más altos. Por lo mismo, dice Manuel José Alcaíno, la opción temprana toma una leve ventaja sobre la ventana tardía.
“Lo que hay que tener claro es que el tomar el desafío de producir fruta para el mercado temprano implica salir a competir con las cerezas de países como Australia y Nueva Zelanda, cuyos volúmenes de todas formas son bastante limitados”, agrega.
Ausencia varietal
El gran problema que ven los expertos para entrar al mercado temprano es la ausencia de genética adecuada.
Cabe destacar que en la actualidad las variedades tempranas más plantadas en el país son Royal Dawn y Santina, las cuales si bien presentan ventajas interesantes, como su capacidad para alcanzar buenos calibres, evidencian problemas que en algunos casos pueden ser causantes de importantes bajas de precios o rechazos en destino. Royal Dawn, por ejemplo, tiene una producción inestable, es muy sensible a partiduras y altamente susceptible a sufrir pitting. Santina, por su parte, tiene escaso sabor.
“Definitivamente no tenemos material genético adecuado para acceder a este mercado. De hecho, esta es la razón por la que a la fecha no se ha podido avanzar mucho en este segmento”, sostiene Manuel José Alcaíno.
Por lo mismo, son varios los que por estos días siguen buscando la variedad ideal que mejor se adapte a este desafío. En la Región de Coquimbo, por ejemplo, hace algunas temporadas que se están produciendo cerezas Brooks, una variedad que desde Rancagua al sur tiende a partirse con las lluvias, pero que en el norte no ha mostrado ese problema.
“Quienes la producen se muestran bastante conformes con los resultado, ya que logran fruta de buena calidad y temprana. De hecho, en algunos años las cosechas se dan a fines de octubre”, asegura Gamalier Lemus, investigador del INIA Rayentué.
Pero quizás una de las que tiene mejores perspectivas de desarrollo a futuro, según los expertos, es Frisco, una variedad que, según sus promotores, anticipará la disponibilidad de fruta de calidad en una semana o algo más respecto de Santina y que cuenta con distintos atributos, como son su calibre (28-20 mm) y capacidad productiva.
“Creemos que es una variedad que debería funcionar bien en las zonas tradicionales tempranas de producción de cerezas (V-VII Regiones), donde hemos establecido en conjunto con productores al menos 16 sitios de ensayos, de los cuales más de la mitad ya han producido fruta con buenos resultados. Los límites territoriales donde la variedad se podría plantar aún no los conocemos. Este año deberíamos terminarlo con unas 160 – 180 hectáreas plantadas y entre 2019 y 2020 se deberían de terminar de plantar las primeras 300 hectáreas que ya han sido asignadas a productores”, explica Luis Fernández, gerente general de A.N.A. Chile, empresa que tiene la representación de Frisco en el país.
Si bien Patricio Espinosa, director de PEC Chile, celebra la llegada de estas nuevas opciones, hace un llamado a la calma y a poner los pies sobre la tierra.
“Aparentemente Frisco es una buena opción para lograr fruta un poco más temprana. Sin embargo, tengo la impresión de que no se trata de una variedad demasiado especial. De hecho, tiene sus detallitos, por lo que antes de cualquier cosa hay que validarla muy bien”, sostiene.
Pero más allá del potencial de esta variedad en particular, los expertos resaltan la idea de que por estos días son varios los programas genéticos que buscan desarrollar cerezas más tempranas (Vea el recuadro: Las nuevas variedades que buscan ganar terreno).
La variedad correcta en lugar ideal
Tan importante como contar con una variedad de buena calidad, que se pueda cosechar antes del peak, es acceder a una zona edafoclimática compatible, que permita que el material se pueda desarrollar bien y alcanzar su máximo potencial.
“El principal valor de una variedad temprana es que produce fruta antes, por lo que si la ubicamos en una zona tardía, se perderán sus ventajas. Y es que no hay que olvidar que el material temprano no tiene las características organolépticas de condición de la fruta mediana o tardía” explica Patricio Espinosa.
En ese sentido, un paso lógico en ese desafío sería avanzar a realizar plantaciones en la zona centro-norte, aunque esto a la fecha no ha sido fácil. De hecho, uno de los principales problemas con el que se encuentran quienes toman este camino es la obtención de volúmenes productivos tremendamente bajos si se comparan con los que se pueden lograr más al sur.
“Sin embargo, si se logra dar con la variedad adecuada y se llevan a cabo los manejos agronómicos correctos, podemos aspirar a duplicar las actuales producciones, que en distintos lugares de la Región de Coquimbo se mueven entre 2.5 y 5 toneladas por hectárea”, señala Gamalier Lemus.
Pese a ello, los expertos siguen buscando nuevas zonas de producción. En la actualidad, por ejemplo, son varios los experimentos que se están realizando en zonas con influencia marina de las regiones de Valparaíso y Coquimbo, las cuales han mostrado mejor desempeño que aquellas ubicadas en los valles interiores.
“Esto quiere decir que un huerto de cerezos en Limache, donde hay influencia marina, generará mejores resultados que uno que se ubica en Los Andes, donde el clima es muy seco y estresante para las plantas”, asegura Gamalier Lemus.
El investigador del INIA comenta que los resultados experimentales a la fecha han sido buenos incluso en las zonas cercanas a la costa de la Región de Atacama.
Pese a los avances que se han logrado en los últimos años, los expertos son enfáticos en señalar que el futuro de la zona centro-norte como opción de desarrollo para los cerezos dependerá, en gran medida, de la disponibilidad de agua.
“Hay que tener claro que sin agua no sólo no hay cerezas, sino que casi no hay agricultura”, indica Daniel Vieira.
Más tecnología, mejores resultados
Una de las razones que permiten que hoy se puedan plantar cerezos en zonas que hasta hace unos años era imposible y así aspirar a las ventanas comerciales menos exploradas, es el desarrollo de nuevas tecnologías.
En la zona centro-norte, por ejemplo, una de las herramientas que más ha aportado al desarrollo del cultivo es la malla sombreadora, la cual evita que las plantas reciban calor en invierno y, con ello, se mejore el aprovechamiento de las horas de frío (HF).
“Si en condiciones normales tenemos 400 HF, pero por efecto del calor al medio día se anula la acumulación de 150 HF, las mallas, al proteger a la planta, evitará que se produzca la pérdida”, explica Gamalier Lemus.
A esto se suma el uso de los reguladores de crecimiento y compensadores del frío, cuyos efectos desde hace años que están siendo estudiados en el sector.
“Desde Santiago al norte, cualquier proyecto debiera considerar el uso de estas herramientas, donde la más famosa es, sin duda, la cianamidia hidrogenada”, indica el investigador del INIA.
Si bien Patricio Espinosa reconoce el valor y el aporte que realizan cada una de estas herramientas, asegura que la mejor opción que existe en la actualidad para aspirar a producir fruta en las ventanas menos exploradas, es decir temprana y tardía, es usar los techos retráctiles automatizados, una tecnología que por estos días está siendo utilizada en países como Australia, Nueva Zelanda, Hungría y Estados Unidos (Washington) y que es capaz, mediante el manejo de la temperatura, la humedad, el riego, la nutrición y otros factores, de producir fruta de excelente calidad, en altos volúmenes y 15 días antes o después que en las zonas tradicionales.
“Lograr esto no sólo permite descomprimir lo que ocurre en las plantas de proceso en diciembre, sino que darle más trabajo a la mano de obra y llevar este negocio a lugares que estaban fuera de nuestra órbita. Así, no sólo hay un aporte económico sino también social”, explica el asesor.
La gran limitante que tiene esta herramienta es su alto precio, el que puede superar los US$ 200.000 por hectárea.
“Si bien es una tecnología cara, al calcular los flujos a partir de un adelanto en la época de cosecha y el diferencial de precio que se logra, llegamos a la conclusión de que las cifras dan, es decir, no sólo se paga la tecnología sino que se gana dinero”, afirma Patricio Espinosa.
La idea, dice el asesor es en los próximos meses traer el equipo a Chile y validarlo, para lo cual tendrán que pasar al menos dos o tres temporada más.
Las nuevas variedades que buscan ganar terreno
Si bien en el mundo existen varios programas de desarrollo genético de cerezos, sólo algunos cuentan con material temprano.
A.N.A. Chile, por ejemplo, tiene tres líneas de variedades tempranas, las cuales en la actualidad se encuentran en diferentes etapas de validación. En ese contexto, se encuentran las desarrolladas por SMS, empresa perteneciente a Steve Southwick, donde destacan Nimba y Red Pacific, las cuales tienen buena productividad y entregan fruta de gran calibre.
“Nimba se cosecha unos pocos días antes de Burlatt, mientras que Red Pacific unos pocos días después. Con estas variedades podremos anticipar la cosecha de cerezas de calidad en el país en al menos dos semanas respecto de Santina y entre 8 y 10 días respecto de Frisco”, sostiene Luis Fernández.
Si bien a la fecha no se ha producido fruta de estas variedades en Chile, en A.N.A. comentan que ambas opciones han sido observadas, al menos por cinco años, en España.
“En ese sentido, creemos que Red Pacific, podría tener la capacidad de guarda y firmeza que requerimos para hacer envíos marítimos a Asia. Quizás Nimba no lo logre, pero dado lo temprana que es, su gran calibre, buen comer y alta productividad, se podría desarrollar un programa de plantación restringido que pueda ser comercializado por vía aérea. Lo cierto es que todo lo anterior está por validarse y resolverse”, asegura Luis Fernández.
En la otra vía se encuentra Polka, una variedad alemana de fecha de cosecha similar a Frisco, que cuenta con atributos como buen calibre, sabor y poscosecha.
“Este año la veremos con mucha detención en los múltiples ensayos establecidos en nuestros arboretos y en manos de productores, ya que si repite los resultados de temporadas anteriores podríamos liberarla a la industria muy próximamente”, advierte el personero de A.N.A Chile.
En la tercera línea de trabajo que por estos días desarrolla la compañía figuran Sweet Aryana® y Sweet Lawrence®, dos variedades italianas desarrolladas por la Universidad de Bolonia, las cuales se caracterizan por ser muy tempranas y tener gran calidad gustativa y calibre.
“Las venimos siguiendo desde hace años en España e Italia y esperamos comenzar a ver su fruta este año o el próximo en Chile. Creo que ambas también tienen el potencial para ser las variedades que los productores chilenos cosechen las dos semanas previas a la de Santina”, sostiene Luis Fernández.
Otro de los programas que muestra material interesante para los productores chilenos es el de IFG, el cual fue desarrollado en Bakersfield, California, Estados Unidos, una localidad que cuenta con baja oferta de horas de frío en invierno y altas temperaturas en verano (más de 42°C).
Así, de las siete variedades que contempla este programa, cuatro de ellas tienen entre bajo (menos de 300) y medio-bajo (300-500) requerimiento de horas de frío: Cheery Crunch ™, Cheery Blush ™, Cheery Burst ™ y Cheery Glow ™.
Mientras Cheery Crunch ™ destaca por producir fruta de gran firmeza, crocante y muy buen sabor (20° Brix y alta acidez), Cheery Blush ™ lo hace por tener buen cubrimiento de color (es bicolor) y producir fruta de un calibre medio y firme. Ambas tienen fecha de cosecha muy temprana (Cheery Crunch ™ siete días antes que Royal Dawn y Cheery Blush ™ 14 días antes que Rainier).
Cheery Burst ™, por su parte, opera como polinizante universal, es muy productiva y se cosecha en una fecha similar a Royal Dawn. Cherry Glow ™, en tanto, es una variedad bicolor, que posee un excelente cubrimiento natural. Provee fruta de gran calibre, firme y que se cosecha 7 a 10 días antes que Rainier.
Otro de los programas que provee variedades de cerezas tempranas, es el desarrollado por el Intenational Variety Unlimited (IVU). Si bien la empresa impulsora cuenta con decenas de opciones, hay tres que a la fecha se encuentran más adelantadas: IVU-115, IVU-105 e IVU-104.
IVU-115, por ejemplo, destaca por generar fruta de 17°-20° Brix, muy firme y que se cosecha alrededor de 3 días antes que Royal Dawn. De hecho, desde la empresa sostienen que IVU-115 es la opción ideal para reemplazar a esta variedad.
Por su parte, IVU-105 destaca por cosecharse 3 a 5 días antes que Santina, ser muy productiva en la base de las ramillas y en dardos y generar fruta de gran calibre. Suele presentar, además, fruta muy firme, con altas cantidades de sólidos solubles (21° Brix) y acidez y de gran calibre.
Respecto de IVU-104, desde la empresa comentan que se trata de una variedad que se cosecha 3 a 5 días antes que Santina y que tiene buena relación entre sólidos solubles y acidez. Pero quizás lo que más destacan es que es la opción que, a la fecha, ha demostrado tener mejor poscosecha de las tres.