Nuevas variedades apuntan a una mayor productividad y mejor manejo durante la cosecha
Las nuevas variedades de uva pertenecen en su mayoría a programas genéticos privados desarrollados principalmente en Estados Unidos. Además de requerir menos agua por kilo de fruta, pueden llegar a producir hasta 4 mil cajas por hectárea, y proporcionar calibres que pueden superar los 25 mm.
Florencia Polanco
Variedad Krissy correspondiente al programa S.N.F.L.
Crédito: Gabriel Marfán.
La demanda por variedades de uva de mesa protegidas está creciendo con fuerza, dado que mercados como Estados Unidos, Inglaterra y Asia, y sobre todo los consumidores, están siendo cada vez más exigentes respecto a los estándares de calidad de la fruta. Por lo mismo, hoy las frutas más requeridas por los productores y exportadores deben cumplir con requisitos fundamentales.
Los atributos que se persiguen son que las plantaciones sean más productivas que las tradicionales, que cubran una amplia época de cosecha, tengan alto potencial de almacenaje, que la fruta alcance mejores calibres, y que sean de fácil toma de color y arreglo de racimo. Esto último ha ido adquiriendo cada vez más importancia, señalan los expertos, debido a la escasez de mano de obra.
Entre las variedades que marcan tendencia y que cumplen con estas cualidades están principalmente las que derivan de programas genéticos privados —es decir, exigen el pago de un royalty—, como Sheehan, IFG, Emeral Leaf, ARRA, Sun World e INIA. Éstos, en su mayoría, provienen de Estados Unidos y corresponden a variedades rojas, verdes y negras.
Algunas de las que encabezan el ranking de preferencias, y que han sido más plantadas en los últimos cinco años, son las especies varietales rojas Timco, de color intenso y bayas grandes; Ralli, de origen australiano y con un atractivo color rosado; Magenta, que se cosecha entre Ralli y Crimson y permite dar continuidad a la temporada; Krissy, de media estación y con un buen balance de azúcar y acidez; Scarlotta, que aparece hacia el fin de la temporada; y Sweet Celebration, que se caracteriza por su gran calibre, que promedia los 25 mm.
Si bien las tonalidades de color varían según la especie varietal, desde rojo claro a oscuro, todas se destacan por tener un alto porcentaje de cubrimiento de color, lo que las hace más atractivas para los consumidores.
Gabriel Marfán, gerente técnico de la exportadora Subsole, especifica que se trata de variedades “de coloración bastante más rápida y uniforme que las tradicionales, por lo que las cosechas también son más rápidas y concentradas. Además, en cuanto a la poscosecha, han mostrado ser bastante resistentes, lo que es un requisito fundamental para Chile”.
También hay variedades blancas que han ido posicionándose de a poco aunque han sido más difíciles de encontrar, entre las que destacan ARRA-15, Timpson y en menor proporción Pristine.
“La Autumn Crisp, variedad del programa Sunworld, también se ve muy promisoria como alternativa de reemplazo a la variedad Thompson, la cual ha sido difícil de desbancar”, añade Marfán.
Y en el caso de las negras, aunque la superficie plantada se ha dado en menor proporción que en las de otros colores, están la Inia grape-one, Sweet Jubile, Black Moon y Adora. Esta última se ha estado plantando más recientemente y ha demostrado lograr una buena productividad y calibre. Otra es la Midnight Beauty, la que se adapta mejor a las zonas más secas, ya que no tolera bien la lluvia.
La Inia grape-one es una de las que más destaca. Esta especie varietal está siendo potenciada por el INIA, y se caracteriza por su color negro azulado y por producir bayas firmes de piel gruesa. El peso de los racimos al quinto año de producción fluctúa entre los 580 y los 830 gramos, su fecha de cosecha es similar a la de variedades como Midnight Beauty y Thompson Seedless, y es capaz de producir unos 1,5 racimos por brote.
Variedad Timco. Crédito: Gabriel Marfán.
Mejor rendimiento y manejo
“Todas ellas se están probando desde Copiapó hasta San Fernando con muy buenos resultados en todos los sectores. Algunas están en estudio para verificar su adaptación agroclimática, pero en general se han desempeñado bien desde el norte hasta la zona centro sur del país”, detalla Dragomir Ljubetic, asesor técnico y miembro de la comisión de investigación y desarrollo para la uva chilena Uvanova.
Respecto al rendimiento de estas variedades, las cuales son todas sin semillas, Marfán detalla que las de clase tardía pueden producir entre 3.500 y 4.000 cajas por hectárea y las tempranas entre 3.000 y 3.500 cajas por hectárea. Sobre los calibres, éstos suelen ser superiores a los 20 mm. De hecho, en algunos casos, la fruta puede alcanzar tamaños entre los 25 y 27 mm.
Si bien el gerente técnico de la exportadora Subsole asegura que hoy no existen variedades de uva de mesa de manejo extremadamente sencillo, las nuevas sí permiten que este proceso se simplifique de forma importante.
Por ejemplo, dado que el arreglo de racimo es más sencillo, y por lo tanto más rápido, también se logran mejores rendimientos. Además, son variedades en general más fértiles, lo que también simplifica el proceso de poda, y varias de ellas incluso no requieren amarras de cargadores, ya que se podan a pitón.
Otra de las ventajas que se destacan es que al ser más productivas se logra una mejor eficiencia en el uso del agua por kilo de fruta. Según detalla Gabriel Marfán, en el caso de las variedades más nuevas se necesitan entre 230 y 270 litros de agua por kilo de fruta cuando éstas son de alta producción, mientras que en variedades tradicionales menos productivas el uso del recurso hídrico aumenta de 330 a 370 litros por kilo de fruta.
Tendencia en Perú y Estados Unidos
Perú es uno de los países productores de uva de mesa que ha experimentado un importante crecimiento en cuanto a producción y exportaciones en los últimos años.
Sin embargo, los expertos concuerdan en que aún cuentan con volúmenes bastante menores que Chile y California, ya que están en período de prueba.
En Estados Unidos, en cambio, California va bastante más avanzado que Chile en la renovación varietal y en plantaciones de variedades protegidas, ya que la mayoría de los programas varietales han partido en esa zona de Estados Unidos.
“En California los resultados han sido muy buenos. De hecho, las variedades con mayor volumen de cosecha en los últimos dos años corresponden a variedades nuevas como la Scarlett Royal y Autum King, las que en Chile no estamos autorizados a plantar”, complementa Dragomir Ljubetic, aunque agrega que “en un tiempo corto las variedades que tenemos en Chile también serán de las más importantes en Estados Unidos”.