Un promedio de servicio superior a los 200 kilómetros por hora. El más rápido, a 221 km/h. Nueve aces y 83% de puntos ganados con su primer saque.

Los números del triunfo de Nicolás Jarry (23º) sobre el griego Stéfanos Tsitsipas (5º) por la primera ronda del ATP de Beijing impactan. Pero no sorprenden. Porque el nacional es uno de los mejores sacadores del circuito y no es solo una impresión, sino que se basa en los datos que la propia ATP recolecta.

El chileno es el sexto mejor tenista en estadísticas de servicio en las últimas 52 semanas, en una recuento que contempla porcentajes de acierto con el primer servicio, puntos ganados con el saque, aces y doble faltas, entre otros. Solo el polaco Hubert Hurkacz, el serbio Novak Djokovic, el propio Tsitispas, el estadounidense Christopher Eubanks y el francés Quentin Halys superan al santiaguino.

Con esos argumentos, Jarry logró su tercera victoria sobre el heleno y la séptima contra un top ten en un torneo ATP 500 pero que parece Masters 1000, con ocho tenistas entre los 10 mejores del mundo en el cuadro, reflejo fiel de que pasa por la mejor temporada de su vida.

Fue 6-4 y 6-4, en una hora y media de juego, que le dio el paso a la segunda ronda del certamen pekinés, por la que enfrentaba al italiano Matteo Arnaldi (42º) en la madrugada de este viernes.

“Ganarle a un rival como Stéfanos es muy positivo, estoy muy contento por cómo jugué, intentando traspasar a la cancha lo que vengo practicando. Quiero hacerlo lo mejor posible en este torneo, espero seguir jugando a este nivel, cada vez un poco mejor y más consistente”, valoró Jarry.

Los especialistas desmenuzan el crecimiento del chieno con su servicio, aunque advierten que su crecimiento es más completo.

“Más que sacando bien, veo que está muy consistente con la segunda pelota y con la volea. Ha mejorado mucho su juego de fondo y su juego de aire y eso hace que tenga menos presión en el servicio y pueda sacar mejor”, enseña Horacio de la Peña, entrenador argentino avecindado en Chile.

Pero los números de servicio no son los únicos que encumbran a Jarry, sexto en el ranking de “puntos bajo presión”, que mide la capacidad para eludir puntos de quiebre en contra, concretar aquellos a favor, además de rendimiento en tie breaks y sets decisivos.

En esos números, destaca el 72,7% de desempates ganados y un 66,45% de break points salvados, que lo dejan solo por debajo de Djokovic, el español Carlos Alcaraz, el danés Holger Rune, el ruso Karen Khachanov y el eslovaco Alex Molcan.

“Está fallando mucho menos, sus números de errores no forzados, para el tipo de juego arriesgado que tiene, han bajado mucho, y eso ante tipos como Tsitstipas que le cuesta mucho el lado del revés le sirve un montón”, describe De la Peña.

Con ello, su ruta al top 20 está cada vez más pavimentada. Podría alcanzarla llegando a la final de Beijing esta semana, pero a largo plazo también se ve factible, considerando que apenas defiende 44 puntos en lo que resta de campaña.

Y eso que la parte final del año se juega sobre pista rápida, la misma que él siempre ha declarado que no es su superficie favorita, con tiros que le quedan algo bajos para atacar, pero en la que está encontrando su juego y derribando gigantes.

“Está mucho más valiente en canchas de cemento, lo veo tomando riesgos, pegándole duro y eso me gusta. Tiene que seguir igual, con la misma actitud, la misma estrategia, el mismo lenguaje corporal, no tiene que cambiar nada”, sentencia De la Peña.

En tanto, también hubo buenas noticias para Christian Garín (99º), pues la serie de bajas le permitió ingresar directo al Masters 1000 de Shanghai, que parte el próximo miércoles, ahorrándose las clasificaciones.