“Ha sido un tremendo año”, decía Nicolás Jarry mientras sostenía el trofeo en Ginebra, el segundo de la temporada y el tercero de su carrera. Y claro que lo ha sido: desde los logros hasta sus números específicos indican que lo que vive el “Príncipe” es excepcional.

La campaña que enseña en Roland Garros es un ejemplo notorio: es su mejor presentación en un Grand Slam, pudo superar la primera ronda en la arcilla parisina por primera vez, está en la segunda semana del torneo y hoy busca su paso a los ocho mejores del certamen ante el noruego Casper Ruud (4º), un rival de alcurnia, pero al que Jarry ya le pudo ganar, y con categoría, en Ginebra.

“Me voy a preparar para un partido muy duro”, expresó en la víspera el nórdico, quien defiende la final del año pasado. Si repite el resultado de Ginebra, Jarry firmará la mejor actuación chilena en Roland Garros desde 2009, cuando Fernando González llegó hasta las semifinales.

Pero para hacer historia, hubo avances que están escritos. El 2023 es el mejor año de la carrera de Jarry en cuanto a números. No solo por su mejor ranking —en que el 35º puesto que lució durante la primera semana en Roland Garros batió el 38º que logró en julio de 2019,— sino que también en títulos: antes de este año solo enseñaba el ATP de Bastad en su vitrina; ahora sumó los trofeos de Santiago y Ginebra.

En 2023 Jarry presenta cifras que superan holgadamente el promedio de su carrera. Según cifras de Tennis Abstract, e incluyendo challengers, futuros y Copas Davis, Jarry ha ganado el 74 por ciento de sus partidos esta temporada, muy superior al 61% de toda su carrera y al 44% del 2019, que por ranking y títulos era el mejor año de su vida.

Además, presenta un 63% de tie breaks ganados (en su carrera luce un 53%), acierta más aces (11,2% en 2023, 10,9% en su carrera), gana más puntos con su devolución (35,8% en 2023, 35,5% en su trayectoria) y también lo hace con su primer servicio (77,5% versus 74,7%). Sus dobles faltas han ido a la baja con un 2,7% este año, mientras que en su trayectoria marca un 3,3%.

Se está demorando un poco más en tiempo (47,7 segundos por punto este año versus los 40,5 que tiene de promedio histórico), pero gana más juegos y más sets.

“No está jugando más fuerte que antes. Lo que está haciendo ahora es desplegar su juego de una forma más constante, más consistente. Ha logrado mantener parejo sus primeros servicios versus sus dobles faltas, por ejemplo. Estamos viendo a un Jarry más seguro. Tú sabes que, más allá de lo fuerte que sea el rival, la va a meter”, asegura la extenista y directora del WTA de Colina, Macarena Miranda.

El extenista Hermes Gamonal aporta factores técnicos. “Jarry siempre ha tenido un buen servicio, pero ahora mejoró su devolución. Está más punzante, descoloca a su rival y lo presiona para que constantemente deba ganar su saque porque después tendrá que aguantar los saques del ‘Nico’. Eso hace que el rival, cualquiera que sea, se sienta incómodo”, detalla el otrora 135 del mundo.

Falta por mejorar, dicen (“Su segundo servicio, ganar más puntos”, apunta Miranda), pero ambos coinciden en que la versión 2023 de Nicolás Jarry es el mejor de su carrera. “Está jugando superlativamente. Tiene tenis y juega como top 10, está como para estar entre los 15”, augura Gamonal.

“A Jarry no le veo techo tan cercano”, cierra Miranda.