Con algunos más problemas de los previstos, como suele sucederles a los favoritos en las primeras rondas de los Grand Slams, el serbio Novak Djokovic (3º) salió airoso de su primera prueba en la arcilla parisina: venció por 6-3, 6-2 y 7-6 (1) al estadounidense Aleksander Kovacevic (114º).

Sufriendo dos quiebres en el tercer parcial, el serbio debió luchar ante un osado tenista norteamericano, que debutaba en el cuadro principal de un major, pero sacó su jerarquía en el tie break para instalarse, por 19ª vez, en la segunda ronda de la Porte d’Auteuil, por la que enfrentará al húngaro Marton Fucsovics (83º).

“Perdí algo de concentración en el tercer set, y en este nivel no se puede regalar nada, pero en general las sensaciones son positivas. Tengo mucha motivación por llegar lejos en este torneo, es solo el inicio”, confesó Djokovic, que busca el 23º Grand Slam de su carrera y superar en dicho ítem al ausente Rafael Nadal (15º).

También ganó el español Carlos Alcaraz (1º), quien se deshizo con menos trámite del italiano Flavio Cobolli (159º) con un contundente 6-0, 6-2 y 7-5.

Apenas unos pasajes en el set final complicaron al murciano, que de todos modos se dio un paseo tranquilo en su estreno. Su próximo obstáculo será el japonés Taro Daniel (112º).

“Ha habido un momento, al principio, en el que es verdad que me sentí invencible, pero luego los partidos dan la vuelta rápido. Creo que jugué muy bien. Ha sido un gran comienzo aquí en Roland Garros, estoy muy, muy feliz de pasar la primera ronda”, celebró el hispano.

Ambos postulan a terminar el torneo como número uno del mundo, para lo cual les sirve alzar la Copa de los Mosqueteros, sin importar los resultados de los demás. En la misma posición se encuentra el ruso Daniil Medvedev (2º), que debuta este martes en París.

No es la única combinación: al hispano le sirve llegar a la final, siempre y cuando Medvedev no sea campeón, o instalarse en semifinales si el ruso no llega a la final y “Nole” no es el campeón. Incluso llegar a cuartos de final le basta si el serbio no es finalista y el eslavo se cae antes de la final, además de otras combinaciones más improbables, con todos cayendo antes del primer fin de semana.

Medvedev será número uno si pierde la final contra alguien que no sea Djokovic o Alcaraz o si se instala en semifinales, el serbio no es campeón y el español pierde en cuarta ronda o antes; mientras que para “Djoker”, la final solo le sirve si el ibérico no llega a cuartos de final y el ruso no alcanza las semifinales.

Hay un cuarto postulante, el griego Stéfanos Tsitsipas (5º), aunque solo le vale ser campeón, que Alcaraz gane un partido más como máximo, que Medvedev no se instale en semifinales y que Djokovic no llegue a la final.

En tanto, en la madrugada de este martes (desde las 5:00 horas de Chile), Nicolás Jarry (35º) intentará ganar su primer partido en Roland Garros en su cuarta presentación. Impulsado por el título de Ginebra, el chileno estrenará su mejor ranking ante el boliviano Hugo Dellien (160º), a quien venció dos de tres veces que se midieron.

“Nunca hay rivales fáciles en un Grand Slam, se juega a cinco sets, todos se la juegan mucho en un torneo así. Jarry viene positivo, con ganas, ojalá pueda jugar tranquilo y hacer fácil el debut”, pide Pedro Rebolledo, exnúmero uno de Chile.

El número uno nacional intentará vencer la “maldición del siguiente partido”, ya que las dos veces que fue campeón, perdió en primera ronda en el campeonato posterior: en 2019, después de ganar Bastad, perdió en el debut de Hamburgo ante el alemán Alexander Zverev; mientras que tras coronarse en Santiago y una pequeña intertemporada en Barcelona, se inclinó en Marrakech frente al italiano Andrea Vavassori.

“Siempre paga el físico después de una semana tan exigente. Hoy (lunes), el francés que ganó el ATP de Lyon (Arthur Fils) perdió en primera ronda. Tuvo que enfrentar a (Alejandro) Davidovich, que es un rival experimentado y con calidad, pero quizás le pasó la cuenta la semana. Lo bueno es que Jarry tiene un día más de descanso y ojalá le sirva”, confía Rebolledo.