Santiago de Chile.   Mar 07-05-2024
23:42

La burbuja del Abierto de Australia: una “cárcel” con conexión a Internet y ratones…

Catorce días de encierro, vigilado incluso por guardias privados, viven los tenistas que llegaron a Melbourne para disputar el primer Grand Slam de la temporada. Los más privilegiados están en hoteles de lujo en Adelaida, aunque con restricciones idénticas.
Foto: Reuters
Héctor Opazo M.20 de enero, 2021
Conflictivo ha resultado el diseño de la burbuja sanitaria para los tenistas que disputarán, desde el 8 de febrero, el Abierto de Australia. Para empezar, las clasificaciones se jugaron en Medio Oriente tres semanas antes (los chilenos Daniela Seguel y Alejandro Tabilo perdieron allí), mientras que todos los tenistas del cuadro principal (incluyendo a Alexa Guarachi) debieron instalarse entre el 16 y 17 de enero en los hoteles dispuestos por la organización, donde deberán pasar 14 días de aislamiento antes del inicio del certamen.

La mayoría de los deportistas tiene permitido entrenar, pero más de 70 debieron permanecer encerrados, luego de que se detectara que en el avión en el que arribaron a Australia hubo pasajeros con covid-19 positivo, lo que endureció las ya de por sí férreas medidas de seguridad, que inquietan a muchos que han usado sus redes sociales para descargar su frustración.

“Es como una cárcel pero con wifi. No está a cargo Tennis Australia, sino que el gobierno”, reclamó el español Roberto Bautista, aunque luego salió a pedir disculpas, admitiendo que se trató de una conversación privada, mientras agradecía la preocupación de los servicios de salud oceánicos.

Y es que guardias de seguridad vigilan en todo momento los pasillos de los hoteles para controlar la burbuja, los jugadores apenas disponen de un permiso de cinco horas para salir a entrenar (salvo quienes están encerrados de manera permanente por posibles contactos en el avión de llegada) y tienen que comer en sus habitaciones, aunque la mayoría dispone de comodidades especiales diseñadas por la organización del torneo.

Novak Djokovic aprovecha de entrenar un poco en el balcón de su habitación de hotel en Adelaida. Foto: France Presse.

“No se dijo nada de poner en cuarentena a todo el mundo si aparecía una persona infectada en el avión. O esto es un engaño premeditado o es una coincidencia que no depende de nadie, pero me parece que esto se hizo de forma intencionada, ya que de otra forma no habrían podido atraer a tantos jugadores aquí”, disparó Sergei Demekhin, entrenador de Veronika Kudermetova, una de las tenistas obligadas al aislamiento forzoso sin entrenamientos.

RUIDO DE ROEDORES


Pero el encierro no ha sido la única dificultad que han hallado los tenistas en Australia. Porque la kazaja Yulia Putintseva halló una rata en su habitación, video que subió a su cuenta de Instagram. La organización tardó más de seis horas en cambiarla a otro cuarto… donde volvió a encontrar otro ratón. “Diferente habitación, la misma historia. Quiero dormir pero no”, publicó la euroasiática.


En tanto, el grupo más “favorecido”, entre los que se encuentran las hermanas Serena y Venus Williams, la japonesa Naomi Osaka, el austríaco Dominic Thiem, el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic, entre otros, viven su propia burbuja en Adelaida, con gimnasios más grandes, menos hacinados y con más tiempo libre.

“Las regulaciones de cuarentena son exactamente las mismas que en Melbourne, por lo cual no habrá una gran ventaja. Por supuesto, es quizás un poco más agradable en Adelaida, donde no hay tantas personas, sino solo unas 20”, se defendió Thiem, quien por ahora está sin su técnico, Nicolás Massú, positivo en un control previo al viaje.

Pero no todos están de acuerdo.

Héctor Opazo M.

es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.

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