Santiago de Chile.   Dom 19-05-2024
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El mundo despide a César Menotti, el técnico que cambió la historia del fútbol argentino

Campeón del mundo con la selección albiceleste en 1978, dejó una huella clave en la historia del deporte y fundó una escuela que todavía tiene seguidores. “Sacó lo mejor de mí”, cuenta Hugo Droguett, dirigido por el trasandino en México.
Foto: AP
Héctor Opazo M.05 de mayo, 2024
Marcó la historia del fútbol. Cambió la manera de jugar. César Luis Menotti, el primer técnico campeón mundial con Argentina, en 1978, falleció ayer a los 85 años en Buenos Aires.

Una historia que empezó a escribirse como volante talentoso, que vistó seis veces la camiseta de la selección, pero que llegaría a su clímax como entrenador, primero en Newell’s y más tarde en Huracán, con el que ganaría su única liga, el Metropolitano de 1973, con un estilo llamativo que sería su llave para llegar a la selección trasandina.

Con ella, ganó el Mundial adulto de 1978 y, al año siguiente, el Mundial Juvenil con Diego Armando Maradona, a quien hizo debutar en el combinado mayor. Su carrera en la Albiceleste terminó en 1982, luego del fracaso en el Mundial de España, pero que lo llevaría al Barcelona, Atlético de Madrid, Boca Juniors, River Plate, Independiente, Sampdoria y varios clubes más, aunque sin repetir los éxitos de sus primeros años.

Sin embargo, su huella quedaróa marcada mucho más allá de la cancha. Autor de varios libros de fútbol, defensor del juego de posesión y el ataque permanente, creó una escuela que dominaría por años la escena mundial, en contraposición al sello pragmático impuesto por su sucesor en la selección, Carlos Bilardo.

Bilardo y Menotti, dos escuelas, dos filosofías, que marcaron a Argentina durante tres décadas. Foto: TyC Sports.

“Es una lástima su partida. Al principio no lo creía... Sacó lo mejor de mí cuando me dirigió en Tecos. Sin ser delantero, hice com 15 goles en ese torneo”, recuerda Hugo Droguett, quien fue su pupilo en México.

El zurdo destaca su sencillez para dirigir y la forma en la que le sacaba su mejor versión a sus jugadores.

“Era súper sencillo en su manera de entregar información, nos dejaba las cosas muy claras durante los entrenamientos en la semana y por eso, cuando llegaba el partido, las charlas no duraban más de cinco minutos, no nos envolvía ni mareaba de tanta información”, apunta Droguett.

“Nos explicaba un par de cosas, nos mostraba algunos videos y a jugar. ‘Ustedes son granes, son profesionales, saben lo que deben hacer’, nos decía y eso nos hizo rendir muy bien”, añade el exseleccionado.

El futbolista, además, destaca la cercanía que tenía con sus jugadores, más allá del prestigio con el que llegaba a sus clubes.

“Recuerdo cuando llegó a Tecos, fue un impacto, porque era campeón del mundo, había dirigido a los mejores clubes del mundo y, por el mismo respeto que uno siempre les tuve a los técnicos, no me acerqué mucho. Pero siempre nos trató muy bien, era muy cercano sobre todo a los sudamericanos. Me hubiera gustado haberlo aprovechado más”, cierra.
Héctor Opazo M.

es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.

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