Cinco campeonatos mundiales tiene la Federación Internacional del Automóvil (FIA): la Fórmula Uno, el Mundial de Rally, el de Resistencia, el Rallycross y la Fórmula E. De cara a 2021, y en medio de la pandemia, los viajes intercontinentales se han disminuido y solo tres tienen contemplado competir en Latinoamérica. Y de ellos, dos lo harán en Chile, algo que no ocurre con ningún otro país del subcontinente.

Este miércoles, la Fórmula E ratificó que su nueva temporada arrancará en Chile con dos carreras en vez de una sola como era el plan original, consolidando una relación que comenzó en 2018, y que no ha estado exenta de problemas. Después de estar a punto de dar por terminado el vínculo el año pasado, el éxito del evento en el Parque O’Higgins permitió asegurar la continuidad.

“Todo lo que está pasando en el mundo con el covid-19 es incierto. Nosotros hemos recorrido al menos tres continentes desde que comenzamos con la Fórmula E en 2014. En el caso de Chile, nos encontramos con un país donde sus autoridades trabajan muy bien, hay protocolos sanitarios de alto nivel y se ve que está muy bien preparado, que da garantías a los eventos internacionales, de que vamos a llegar y vamos a estar seguros, algo que es fundamental en esta época. A nosotros nos da mucha tranquilidad visitar Santiago”, expone Alberto Longo, cofundador y director de la serie de autos eléctricos.

“Es una suma de gestiones que se han hecho. Ya tenemos varios eventos realizados sin ningún reparo, tanto en la Fórmula E como el Mundial de Rally. Si dejamos de lado lo que ha pasado desde octubre, Chile es un país ordenado, honesto y sólido en la región, comparativamente a los vecinos, lo que nos favorece. Brasil tiene la Fórmula Uno, pero hace ya más de tres años que se viene poniendo en duda su futuro, aunque creo que ellos van a seguir”, detalla Mauricio Melo, el presidente de la Federación de Automovilismo de Chile.

Eliseo Salazar, promotor de la serie de autos eléctricos en territorio nacional, destaca que “en este caso nos ayuda ser un país pequeño, con una organización más centralizada y simple. Por ejemplo, Brasil tiene hace años la intención de sumarse a la Fórmula E, pero las múltiples autoridades no logran ponerse de acuerdo. Acá hemos sido capaces de darle continuidad a un evento, además en un lugar cerrado, lo que permitió hacer la carrera en enero a pocos meses del estallido social”.

La adición de una segunda competencia en Santiago (16 y 17 de enero de 2021) significa la salida momentánea de México, que en un principio iba a recibir a la Fórmula E en febrero. La competencia en el autódromo Hermanos Rodríguez está pospuesta, al igual que la de Sanya (China). “La idea es volver en el futuro”, explicó la FIA en un comunicado.

México también perdió la fecha del Mundial de Rally (WRC) en 2021, ya que la organización decidió no salir de Europa durante el primer semestre del próximo año, y la competencia en León se realiza habitualmente en marzo. A cambio de la ausencia en la siguiente temporada, el país sí aseguró su presencia en 2022.

“Nosotros ya tuvimos un escenario en 2020 que estaba empezando la pandemia. Pese a que en el estado de Guanajuato no había casos, acortamos el rally, no se corrió el domingo. Entendimos que era un tema crucial, porque comenzaban a cerrarse fronteras. Para nosotros la fecha de marzo es importante por temas turísticos de nuestra zona, entonces apostamos a darle continuidad al proyecto para el futuro”, explica Adrián Molina, director de comunicaciones del rally mexicano.

Chile sí accedió a mover la carrera en la región del Biobío para el segundo semestre de 2021. Después de un año de ausencia, el WRC volverá a los caminos nacionales. “Acá hay dos cosas muy importantes. Uno, que somos una organización con más de 20 años de experiencia en el rally, lo que permitió un evento que fue un éxito en 2019. Y lo otro, el aspecto deportivo, que tenemos reglamentos 100% bajo las reglas de la FIA, lo que ha marcado el desarrollo de las diversas categorías”, comenta Felipe Horta, productor general del Rally Mobil.

La gran sorpresa fue la salida de Argentina. “El factor económico es clave, por ejemplo allá las cifras de pobreza son altísimas. Quizás también el hecho que estén acostumbrados a grandes eventos hace que no lo valoren. Acá en Chile, el Rally Mobil es un campeonato de buena factura y además los promotores internacionales ven un país ordenado, donde se hacen las cosas bien, lo que ayuda”, analiza Salazar.

En Córdoba lamentan lo ocurrido. “Esta edición del Rally Mundial iba a ser la 40ª, por lo que se preveía muy especial. La pérdida ahora hace que el aniversario se convierta en una herida. No solamente por el orgullo. También porque nadie sabe si se podrá cerrar en el corto plazo. La pérdida impacta en la economía regional, en varios empresarios privados y en el Gobierno de Córdoba. Todos protagonistas de un ritual que tiene mucho de deporte, de tradición y también de negocio. A futuro, las certezas son nulas. Porque Argentina no puede controlar ni el coronavirus ni la crisis económica que todo lo invaden”, destaca Federico Giammaría, periodista del diario La Voz del Interior.

El éxito de Chile como país organizador de eventos contrasta con la falta de pilotos de primer nivel, una carencia de larga data. Después de los pasos de Eliseo Salazar por la Fórmula Uno y la Indy, hubo proyectos como Cristián Mackenna y Pablo Donoso que llegaron a competir a Europa. Este último también intentó en Estados Unidos, al igual que Kevin Toledo.

Salazar es pesimista: “El surgimiento de pilotos no depende de la organización de eventos. Salvo Carlos Reutemann, que tuvo el apoyo del Automóvil Club Argentino, y Pastor Maldonado, con el gobierno de Venezuela, los pilotos latinoamericanos que han llegado a la Fórmula Uno han sido por esfuerzos individuales y apoyo de empresas privadas. Tiene que darse la combinación de talento, sacrificio y conocimiento de cómo funciona el negocio, y lamentablemente eso no se ha dado en Chile. Tampoco veo que en el futuro próximo eso cambie. Las instituciones deportivas deben concentrarse en el deporte masivo de la especialidad. En este caso, si la federación tuviera recursos, estos debieran ir para construir un autódromo o crear categorías, no para financiar a una persona”, concluye.

Hoy, en Europa está Nicolás Pino, aunque por falta de recursos económicos interrumpió su participación en la Fórmula 4 Británica, donde marchaba 13º entre 15 pilotos al cabo de 12 fechas. “Pino está haciendo las cosas como corresponde, en el camino correcto. Ha seguido trabajando y tiene posibilidades de conseguir un auspicio. El problema es que es un proceso cada vez más complejo. Antes uno era campeón nacional, se compraba una butaca y se subía, por decirlo así. Ahora se exige una superlicencia con puntos que se acumulan en distintas categorías inferiores visadas por la FIA, y todo eso está principalmente en Europa”, comenta Mauricio Melo.

En el rally, en tanto, actualmente compiten en el exterior Alberto Heller y Emilio Fernández, en las categoría WRC 3. Felipe Horta lo valora: “El efecto estallido social y pandemia ha sido complejo para Chile. Ya llevamos un año sin rally y resulta sorprendente que todavía haya pilotos que estén haciendo ese esfuerzo. En cuanto a la salida de los pilotos jóvenes, creo que dependerá del crecimiento del campeonato. La idea sería traer a la serie Junior del WRC y que esos autos permitan el desarrollo de figuras”.