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Los 99 de Colo Colo

En 1937 su presidente, Ernesto Blake, inauguraba una clínica dental y decía que “ser socio de Colo Colo será motivo de orgullo y distinción, dándole al portador de su insignias el calificativo de hombre honesto y bueno”. (Estaban lejanos aún los tiempos de la “Garra Blanca”).
Foto: Photosport
Edgardo Marín23 de abril, 2024
Si hubiéramos pensado que en 2024 estaríamos “vivitos y coleando”, habríamos pensado en otra cosa, pero en 1974 estábamos recién entrando en los treinta. Lo que habríamos hecho, de creer que estaríamos tan lúcidos a los 80, sería posiblemente titular ese libro “De David a Chamaco” como “De David a Chamaco Volumen 1”. Y el “Medio siglo de goles” sería “Un siglo de goles”.

En fin, no se nos ocurrió a Julio Salviat ni a mí. Ninguno de los dos es adivino o futurólogo y además en esos años los hombres vivían menos tiempo o llegaban a octogenarios bastante destartalados. “Boomers” hasta no hace mucho, los nacidos en los años 1940 hoy se encaminan a ser un porcentaje muy importante de una población que envejece y tiene recambio tan escaso como tenía hasta hace poco nuestra sección nacional de fútbol. Seremos un país de viejos, se dice con alarma porque los viejos, como se sabe, no todos aprenden ni se hacen sabios.

En fin, que el próximo año Colo Colo cumplirá cien años. Puntualmente el 19 de abril. En 1925 algunas cosas eran muy distintas en Chile, otras no tanto y algunas siguen igual.

Al nacer el Cacique estaba disminuyendo una epidemia de tifus exantemático iniciada en 1918 y que reaparecería en 1932. En nuestros días, cuando cumple 99, estamos saliendo de una epidemia de covid-19. De piojos a virus. ¿Será un progreso?

En la Historia de Chile usted puede leer que “en la década de 1920 Chile inició una importante crisis a nivel político, potenciada por los vaivenes de la economía nacional, dependiente del comercio exterior y de las exportaciones, principalmente de materias primas como el salitre o el cobre”. Si saca el salitre, la cosa no cambia nada. (El salitre, claro, era más rentable que hoy el cobre).

Apenas fundado, el club recorrió el país paseando un fútbol serio, aplicado y a sus tempranos dos años se fue de gira por costas sudamericanas y Europa. Alcanzó el mayor logro competitivo en el continente cuando ganó la Copa Libertadores en 1991, que sus hinchas celebran como si hubiese sido el año pasado.

En 1937 su presidente, Ernesto Blake, inauguraba una clínica dental y decía que “ser socio de Colo Colo será motivo de orgullo y distinción, dándole al portador de su insignias el calificativo de hombre honesto y bueno”. (Estaban lejanos aún los tiempos de la “Garra Blanca”).

En 1941 logró el título de campeón con campaña invicta y con la revolucionaria WM, el sistema estrenado en Europa en 1926 y que el húngaro Francisco Platko trajo a Chile en 1939. Equipos chilenos traían entonces entrenadores europeos de prestigio. Hoy, como se sabe, solo importa que sean argentinos, aunque pertenezcan a una tercera o cuarta categoría.

Las elecciones para presidente fueron siempre muy reñidas. Hoy es lo mismo. Solo cambian los nombres a través de la historia.

Si todavía estamos vivos y coleando para el próximo 19 de abril, con mi compadre haremos el asado del siglo.
Edgardo Marín

es periodista egresado de la Universidad Católica, donde estudió a la par de su trabajo periodístico. Ha sido reportero y comentarista en diarios, revistas, radios y canales de televisión, además de investigador y autor de libros de historia del fútbol. Premio Nacional de Periodismo de Deportes 1993.

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