Bárbara Riveros, a cuatro meses de su grave accidente: “Mi entrenador creyó que dejaría de competir”
La triatleta chilena sufrió un choque con un automóvil en julio pasado, que le provocó un derrame cerebral que la tuvo dos meses sin poder siquiera entrenar y con su técnico temiendo un retiro anticipado. Nada de eso: volverá en Pucón en enero y buscará clasificar al Mundial de Ironman del próximo año.
“Nunca se me pasó por la cabeza el retiro”, dice, con una voz llena de convicción, Bárbara Riveros.
Desde Puerto Varas, donde instaló su centro de operaciones para su regreso a las pistas en el 70.3 de Pucón de enero próximo, “Chicka” repasa la recuperación luego del brutal accidente que vivió a fines de julio pasado, cuando fue embestida por un automóvil mientras entrenaba en Suiza, y que le provocó no solo contusiones múltiples, sino también una lesión cerebral que la hizo caminar por la cuerda floja en su futuro deportivo, aunque asegura que nunca dudó de que volvería a estar en el agua, la bicicleta y el trote.
“Mi entrenador (Brett Sutton) sí se dio cuenta de que podía existir la opción del retiro”, matiza más tarde la mejor triatleta de la historia de Chile. “Él tenía la película clara, veía los resultados de los exámenes, pero yo me mantuve súper positiva y jamás pensé que tendría que dejar de competir, pero él si lo creyó en algún momento”, relata Riveros, ya recuperada y a la espera de volver a las pistas junto al lago Villarrica, una cita que ya ganó seis veces y con la que tiene una relación de amor que data desde su época de juvenil.
“Tuve que usar un aparatito para regular mi ritmo de actividad cerebral, que fue lo que más quedó afectado después del accidente. Por eso, la recuperación fue más lenta que los pronósticos originales, porque tuve que trabajar el aspecto cognitivo, pero ya estamos en el proceso final”, añade la deportista.
—¿Cómo marcha el proceso de recuperación?
“El tema físico ha ido avanzando de a poco, pero no ha sido lo más importante, sino que ha sido el cerebro y el tema cognitivo, cómo recuperar la actividad neuromuscular. Y gracias a todo mi equipo de médicos, fisioterapeutas y amigos, he podido recuperar esa actividad neuromuscular. Lo tomamos con mucha cautela, ya que mi coach no me dejó entrenar por dos meses después del accidente y, obviamente, la vuelta a las prácticas ha sido muy paulatina y con muchas consideraciones por el derrame en la cabeza”.
—En ese sentido, ¿cómo va a tomar la carrera de Pucón? ¿Será una manera de recuperar el ritmo de competencia o viene a buscar el heptacampeonato?
“Pucón lo tomamos como una forma para recuperar el ritmo de competencia. Y el gran objetivo será reencontrarme con mi gente y que me sirva de preparación para el ironman de Nueva Zelandia, en el que buscaré la clasificación al Ironman de Hawai, que curiosamente este año será en Niza para las mujeres. Así que tomaremos Pucón como un buen entrenamiento para eso”.

Riveros entrenaba en su bicicleta, la fase del triatlón que más busca mejorar, cuando sufrió un duro accidente en Suiza. Asegura que está recuperada, aunque no ha vuelto a competir. Foto: Sebastián Miranda.
—Ya lleva casi tres años instalada de manera definitiva en el triatlón de distancias largas. ¿Cómo ha sido la experiencia después de toda una vida en el triatlón olímpico?
“He clasificado dos veces a Hawai, lamentablemente no he podido ir por lesiones, pero tengo mucho margen de mejora, sobre todo en el ciclismo. Me gustaría seguir haciéndome más fuerte, no he podido hacer grandes bloques de entrenamiento para ironman. Por ejemplo, para la carrera en Israel de noviembre de 2022 hicimos un buen bloque de ocho semanas de entrenamiento, lo que se reflejó en el trote, porque corrí allí mi mejor maratón. Pero para ser competitiva tengo que estar mucho más fuerte y bajarme a correr cerca de las dos horas 50 minutos, que es el tiempo que hacen las mejores. Para eso estamos trabajando y necesito estar sana y cumplir mejores bloques de entrenamiento para estar más consistente”.
—¿En algún momento pensó en París 2024 como objetivo, más allá del cambio de distancia?
“A ver, yo sigo el circuito olímpico, no me pierdo las copas del mundo, obviamente sigo a mi hermano (Gaspar) y su gran proyecto de clasificar a París. Pero no, nunca pensé en los Juegos Olímpicos, sé que si realmente hubiese querido clasificar lo habría hecho, pero también quería saber si tenía capacidad y pasta para las distancias largas. Esto toma tiempo para hacerte muy fuerte, de dos a tres años, pero también es importante no perder la explosividad ni la velocidad, porque los ironman han cambiado en los últimos años y las mejores corredoras todavía tienen esa chispa”.
—¿Por qué decidió instalarse en Puerto Varas durante esta etapa de su recuperación?
“Porque vine en marzo y me sentí muy cómoda con las instalaciones. El club Nómade, con ‘Vale’ Carvallo, me abrió sus puertas y en verdad esta semana me he sentido muy bien acogida, hay mucha gente muy contenta de verme y, de verdad, lo agradezco muchísimo. Además, tengo un alumno de Puerto Montt y, como entrenadora, estar aquí me ha ayudado mucho a observarlo, ya que empezamos a trabajar en marzo y verlo más de cerca me enseña mucho y me hace pulir pequeños detalles”.
Si no termino entre las tres primeras en Nueva Zelandia y no clasifico al Mundial, tendremos que buscar otra carrera, pero no es la idea porque correr dos ironman para clasificar a un tercero no es bueno para el cuerpoBárbara Riverosy su ruta a Nuza 2024
—¿Qué le parecieron los Juegos Panamericanos? Le tocó portar una antorcha en la inauguración, ¿pero los siguió durante las competencias, incluyendo el triatlón?
“Por supuesto que seguí los Juegos. Fui embajadora, estaba siempre muy atenta, vi a todos mis pares... Lo que hicieron los hermanos Abraham en remo fue hermoso, igual que la ‘Fran’ Crovetto, Kristel Köbrich, un montón de deportistas, el maratonista Hugo (Catrileo), a quien vi muy de cerca, las ciclistas. Por otro lado, lo que logró ‘Mati’ González, ser el medallista más pequeño en sus primeros Juegos... Y me tocó comentar el triatlón, vi las carreras de damas y varones de principio a fin, y fue bastante emocionante cómo la gente salió a apoyar a las calles, aunque los chilenos no ganaran medallas. Mi hermano Gaspar me contó que nunca había sentido tanto amor y energía tan especial de parte del público chileno. Fue muy lindo lo que se generó en el país, todos nos unimos en torno al deporte, dejamos los problemas internos, políticos, de idiosincrasia de lado y salieron a apoyar a todos los chilenos. Fue hermoso, quedé muy contenta por todo lo que generaron los Juegos y esperemos que haya cambiado un poco la visión de lo bueno que es el deporte, no solo para quienes nos dedicamos a esto, sino que ayuda a salir del alcohol, la droga, y también es una forma de reencontrarse con la familia y seamos más sanos. El deporte es salud y eso me gusta transmitirle a la gente”.
—¿Cómo se ve en el futuro? ¿Seguirá ligada al triatlón después de su retiro?
“Me veo envuelta en grandes proyectos, con la misma pasión que tengo hoy en el triatlón. Me encantaría dejar legados a través de todo lo que he aprendido en mi vida, con experiencias en todo el mundo y sus culturas. Creo que seguiré cercana al deporte, con decirte que mi técnico quiere que entregue toda mi expertise en el deporte como entrenadora. Hace un año que soy coach gracias al impulso de Brett, empecé a formar a un par de deportistas a nivel amateur y ha sido bastante gratificante, porque te das cuenta que tienes mucho que entregar y, como me dijo uno de mis alumnos, un doctorado en el triatlón. Dejar un impacto social en la gente y en la sociedad ha sido algo que me ha abierto los ojos con los años y me siento muy agradecida por cómo la vida y Dios me dieron la determinación para dar esos pasos”.

Héctor Opazo M.
es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.