Santiago de Chile.   Jue 28-09-2023
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Armand Duplantis, del patio de su casa al cielo del mundo

El sueco de origen estadounidense volvió a batir, por séptima vez, el récord mundial del salto con garrocha tras alcanzar impensables 6,23 metros en Oregon, Estados Unidos. Criado por una familia de atletas, su camino estuvo marcado con la colchoneta instalada por su padre, Greg, en su hogar.
Foto: France Presse
Héctor Opazo M.18 de septiembre, 2023
Decir que Armand Duplantis ya tocó el cielo, no es descabellado. Es hasta literal. El sueco de 23 años es la persona que más alto ha saltado en el planeta, con un brinco de 6,23 metros que alcanzó este domingo en Eugene, Oregon, con el que batió por séptima vez el récord planetario, que él mismo tenía con 6,22 m que logró hace siete meses en Francia.

Sin rivales hace rato en la pértiga (ganó los dos últimos mundiales y los Juegos Olímpicos de Tokio y no pierde en un “grande” desde el Mundial de Doha 2019, cuando logró la plata con 19 años), parece encaminado a establecer una hegemonía como la que dictó Sergey Bubka el siglo pasado y convertirse en una de las estrellas del atletismo en una disciplina menos popular que la velocidad, claro, pero que desde el retiro de Usain Bolt busca un nuevo rey.

Y parece haberlo encontrado.

“Llevo dos récords mundiales en este estadio, salto muy bien aquí. La pista es muy rápida y el público es fantástico”, celebró “Mondo”, como le llama todo el mundo, rodeado de todos sus rivales que, rendidos a sus pies, homenajearon su nuevo éxito, conscientes de que poco pueden hacer para vencerlo.

“No solo somos competidores, somos hermanos. Verlos acogerme de esta manera luego de hacer un salto y romper el récord mundial, me hace sentirme muy agradecido”, confesó.

Un dato para entender la supremacía: el segundo en la prueba fue el filipino Ernest Obiena, que superó la varilla a 5,82 metros, cuarenta centímetros menos que Duplantis.

“No tiene rivales, la única manera de que le ganen es que se equivoque”, reflexiona Jaime Wood, histórico entrenador chileno de garrocha. “Es un cabro muy ágil, muy rápido y liviano, tiene un dominio de la técnica impresionante y una seguridad que es su mayor capital, porque arriesga muchísimo y eso le ayuda a seguir mejorando”, añade.

¿Quién dijo que los hombres no pueden volar? Armand Duplantis, el sueco nacido en Estados Unidos, rompe el mito. Foto: EFE.

“Lo vi competir en el Mundial 2022, allí mismo en Eugene y es realmente impresionante, porque pasó los 6,21 metros como si fueran cinco. El locutor de la World Athletic decía ‘es ridículo lo fácil que pasa’. La gracia es que en esta prueba hay tipos que buscan adrenalina, porque aparte de lo acrobático, el riesgo es muy grande”, valora Wood.

ÉXITO INEVITABLE


Greg Duplantis, el padre de “Mondo”, era un garrochista bastante reconocido en Estados Unidos, que llegó a empinarse en 5,80 metros. La madre, Helena Hedlund, fue una heptatleta sueca, aunque luego de mudarse a Louisiana para estudiar, donde conoció y se casó con Greg, se mudó al vóleibol.

Cuatro hijos, todos garrochistas, salieron del matrimonio. Era forzoso: en el patio de su casa en Lafayette, Greg tenía una pista para salto con pértiga, en el que todos los hermanos competían por ver quién volaba más. Andreas, el mayor, llegó a ser seleccionado sueco en dos mundiales juveniles; Antoine, el segundo, se cambió al béisbol y fue estrella universitaria antes de saltar a las ligas menores. Y Joanna, la menor, compite en la NCAA, con 3,70 metros como mejor marca por ahora.

Y Armand, que aprendió a hablar inglés y que hasta su adolescencia no quería dar entrevistas en sueco, pese a que lo hablaba en casa con su madre y hermanos. Que empezó a acumular títulos en todas las categorías menores, que en 2017 ya era el mejor junior del mundo y que antes de cumplir 18 años ya había superado las marcas de su padre.

La lista de logros fue creciendo: en 2018 superó por primera vez los seis metros, en 2019 fue subcampeón mundial y en 2020, con la pandemia azotando el mundo, retomó los orígenes e instaló una improvisada zona de entrenamientos en su casa para mantenerse activo.

“La garrocha es una prueba muy acrobática, espectacular. Hay que correr a velocidades rápidas para conseguir el impulso suficiente. Duplantis debe hacer 10.2 en los 100 metros, tiempo que ningún chileno puede lograr, es muy buen vallista también, tiene coordinación... Para nosotros es muy valioso que haya grandes figuras en esta prueba, como lo fueron Sergey Bubka o Yelena Isinbayeva, porque sirve para seguir extendiendo los límites humanos”, analiza Wood.

Y Duplantis sabe de eso. En 2020 clavó su primer récord mundial, con un salto de 6,17 metros en Polonia y, centímetro a centímetro, ha ido subiendo su techo hasta límites impensados.

Cada vez más alto.
Héctor Opazo M.

es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.

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