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¿Boom, moda o negocio? El fenómeno del pádel en Chile

El crecimiento del deporte de las palas trajo a Santiago el circuito del World Padel Tour y la gente asistió en masa. ¿Realmente hay un boom del pádel a nivel mundial? El auge de la disciplina ya tocó techo en mercados importantes de Europa, mientras que su aparición en Juegos Olímpicos deberá esperar al menos otra década.
Sebastián Miranda
Matías García26 de marzo, 2023
La masiva asistencia de público al Chile Pádel Open, en la primera gira sudamericana del World Padel Tour, ratificó el buen momento que vive la disciplina en nuestro país.

¿Boom, moda, nuevo deporte, negocio? Hay muchas causas que explican el fenómeno del deporte de las palas a nivel mundial, aunque ya no parece ser la amenaza que hace un tiempo representó para las actividades tradicionales.

Sergio Elías, presidente de la Federación de Tenis de Chile, piensa que parte del éxito del pádel se debe a que “es un deporte que exige menos técnica y eso lo hace más entretenido. En otras competencias es más difícil progresar y eso genera frustraciones y se pierde la continuidad entre los seguidores”.

“No requiere mucha técnica, lo que hace que cualquiera pueda practicarlo y así se equiparan fácilmente los niveles. Además es dinámico y a mucha gente le da la oportunidad de competir en torneos, ligas y actividades bien organizadas, incluso con público”, agrega Macarena Miranda, extenista y directora de los torneos ITF de damas que se organizan en Chile, desde donde ha evidenciado una migración de deportistas a nivel amateur.


Las similitudes entre palas y raquetas han supuesto una fuga de seguidores del deporte blanco en pos del boom del pádel. “La pérdida de adherentes a nivel amateur es indiscutible, aunque muchas personas juegan ambos deportes”, reconoce Elías, proyectando el futuro de ambas disciplinas: “Mientras el pádel no apunte al sector profesional y competitivo, no será rival directo del tenis. Es difícil pensar que pueda equiparar la tradición deportiva de un torneo como los Grand Slams”.

“Maca” Miranda sugiere que el auge del pádel necesita otra lectura, “porque hay deportes que se practican mucho, pero no tienen presencia en los medios ni la difusión de influencers, que ahora son muy importantes. Hasta ahora el pádel es una actividad lucrativa y la visibilidad que tiene a veces puede confundir”.


AUGE Y DESCENSO

En Europa, Suecia fue referente en el desarrollo del pádel durante los últimos años, pero hoy la industria constructora de canchas está paralizada, simplemente porque el flujo de jugadores no cubre los gastos de las instalaciones.

La nación escandinava puede ser ejemplo del futuro de la disciplina, o al menos de su rentabilidad en el mercado, ya que apostó por el pádel invirtiendo más de 80 millones de euros en la construcción de complejos deportivos, promediando una pista de cada tres mil habitantes y convirtiéndose, junto a Italia, en los países que destinaron más recursos en favor de infraestructura.

Sin embargo, “la competencia de los clubes públicos en Suecia ha creado demasiada oferta en relación con la demanda”, explica el entrenador francés Romain Taupin.

De hecho, la franquicia sueca We Are Padel (WAP) anunció que peligra el cierre del 50% de sus instalaciones, asumiendo pérdidas que superan el millón de euros por mes. “Estamos en proceso de reestructuración para abordar los desafíos de rentabilidad”, comunicó en junio una de las firmas de pádel más importantes de Europa, con 300 trabajadores en más de 80 recintos.

“Un exceso de clubes afectó duramente después de la pandemia y las instalaciones han tenido que cerrar”, aportó Pontus Gustafsson, fundador de WAP, anunciando que aumentarán sus inversiones en Alemania, Emiratos Árabes y Gran Bretaña.

Así, la capacidad de desarrollo global del pádel será principalmente responsabilidad de países como España, que cuenta con más de dos millones de jugadores activos y casi cuatro mil clubes registrados, o Estados Unidos, que estrena este mes su primera liga profesional de pádel, la Pro Padel League, gestionada por la Federación norteamericana.


OTRA DÉCADA SIN JUEGOS OLÍMPICOS

Al menos hasta 2032, las palas no estarán en la máxima cita deportiva, pese a que la Federación Internacional de Pádel (FIP) tiene el reconocimiento del Comité Olímpico Internacional (COI) en cuanto a la regulación de torneos y desarrollo del deporte a nivel mundial.

Luigi Carraro, presidente de la FIP, prometió en 2018 que el deporte estaba en camino "serio y concreto" para figurar en los JJ.OO. de París, el próximo año.

Sin embargo, la popularidad de una disciplina no basta para ser incluida en los Juegos. Para entrar en la Carta Olímpica, un deporte debe ser practicado oficialmente en al menos 75 países de cuatro continentes en la categoría masculina, mientras que para la femenina el requisito mínimo exige 40 federaciones.

La FIP cerró 2022 con 51 federaciones nacionales y además requiere siete años de aprobación para figurar en una cita olímpica, a fin de organizar los torneos clasificatorios y el modo de clasificación.

En Tokio debutaron el skateboarding, el surf y el karate, mientras que en París hará su estreno el break dance, incorporado como “breaking”, pero el pádel deberá esperar al menos hasta la edición de Brisbane, en 2032.

Aún así, tendrá su exhibición en los Juegos Europeos en julio, con 128 exponentes de 24 países del viejo continente.

FUTURO DEL PÁDEL EN CHILE


El primer torneo de la especialidad desarrollado en nuestro país dejó balances positivos: “El año que viene vamos a hacer una tribuna para diez mil personas”, prometió Lisandro Borges, organizador de la primera gira sudamericana del World Padel Tour.

La Federación de Pádel de Chile (FEPACHI), fundada en 2010, estima 50 mil jugadores activos en nuestro país, registrando más de 700 clubes y más de 800 canchas, la mitad de ellas ubicadas en la Región Metropolitana.

Macarena Miranda cree que el pádel es popular en Chile porque “conquista a gente que no es el tradicional deportista, como alguna vez pasó con el running y décadas antes con el mismo tenis. Es un fenómeno inmediato y será interesante ver qué pasa de aquí a cinco años”.

“Claramente vino a mover el piso de muchas disciplinas que tenían una base sólida de seguidores, pero no veo que haya perjudicado al tenis, al contrario, porque acerca a la gente a la actividad física y son situaciones distintas, si vas a los clubes de tenis las canchas siguen llenas”, concluye Miranda.

Si bien el pádel está reconocido por el Ministerio del Deporte desde el 2021, al no ser deporte olímpico no está regularizado ni recibe apoyo económico por el Comité Olímpico de Chile, lo que impide su consagración como deporte profesional.

La extenista lamenta que al no contar con reconocimiento COCh, la proyección del pádel en el tiempo dependerá de la iniciativa entre clubes y asociaciones. “Si quieres proyectar un deporte necesitas estructuras sólidas y no grupos particulares. Me gustaría pensar que el pádel llegó para quedarse, sobre todo por la sociedad actual que necesita practicar deportes, pero eso dependerá de sus propia estructura y organización”.

Anticipando la situación que hoy atraviesa el deporte en Suecia, el propio presidente de la FEPACHI, Fabián Parolin, advirtió en 2021 que “en cinco años más la moda va a pasar, muchas de las canchas en el futuro van a tener que cerrar", y reconoció a fines del año pasado: “A veces se sobreexplotan actividades por el boom mediático. Hay que tener cuidado con el número de canchas. Se ven muchos clubes que están vacíos”.

Sergio Elías cree que el interés por las palas se mantendrá, pero sin afectar a los deportes más consolidados como el tenis. “El pádel apunta al amateurismo y por ahora no tiene el profesionalismo de otras disciplinas, pero no significa que no pueda tenerlo”.

Matías García

es colaborador en Deportes El Mercurio. Periodista de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con experiencia en coberturas y transmisiones deportivas.

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