Guido Vadalá, 28 años, rosarino, es el nominado a completar la trilogía de volantes ofensivos que Coquimbo Unido rescató casi desde una segunda línea y catapultó al estrellato en solo una temporada: la “Joya” tomará el puesto que dejaron Luciano Cabral (hoy en Independiente de Argentina) y Matías Palavecino (adquirido recientemente por Universidad Católica).

Por pergaminos, el nuevo mediocampista pirata no se queda: “En las inferiores de Boca hay un pibe que se destaca y del que todos hablan. Rápido, encarador, goleador. La descripción de su juego lo emparentó con el hombre de la era futbolística: Lionel Messi. Un tal Guido Vadalá la descose. Los que lo conocen no se sonrojaron para bautizarlo como el 'nuevo Messi”, reseñó Infobae en 2014.

“Salió de Boca, se fue muy chico a Europa. Después perdí su carrera… Lo recuerdo en la B Nacional, en Alvarado, y después partió a Bolivia. Le decían ‘el nuevo Messi’ y por eso lo compró la Juventus. Su carrera, después, fue medio floja”, enseña Juan Nahoum, periodista de radio El Sol.

Sin ir más lejos, en 2018 —después de haber fichado en la Juventus, donde solo disputó seis partidos amistosos — Vadalá defendió la camiseta de Universidad de Concepción: ese año jugó ocho partidos y el siguiente, siete, anotando un gol. “Muy buen muchacho, muy talentoso. Jugamos un amistoso contra Boca en el predio de Boca y lo vimos por la reserva, le decían ‘Joya’. Pablo (Lenci), el ayudante, preguntó por el y lo trajimos”, recuerda Francisco Bozán, el técnico que lo dirigió en la Octava Región.

Enseguida, se fue a Deportes Tolima (Colombia)y Charlotte (Estados Unidos), para en 2020 volver a su tierra natal: Sarmiento, Mitre y Alvarado antecedieron su matrícula en el Blooming de Bolivia. “Hizo una buena campaña. Usó la camiseta ‘10’. Fue de menos a más. Rápido, escurridizo, con gol. No se lesionaba. Formó un buen mediocampo con Richard Spenhay, el volante de contención, Moisés Villarroel moviéndose por la izquierda y Martín Alaniz, por la derecha. Vadalá era el cierre del rombo. Ayudaba a los delanteros. El hincha lo quiso muchísimo. Se hizo notar, marcó diferencias y va a marcar diferencias en Chile”, asegura Mauricio Cambará, de RDC Deportes.

“Fue uno de los factores de desequilibrio en el ataque de Blooming, donde destacó por la habilidad, visión de juego y contundencia ofensiva. Tiene buen remate de larga distancia. Este año aportó con 13 asistencias, anotó 18 goles y es dúctil con el balón. En Bolivia se le extrañará y Coquimbo le permitirá desarrollar su potencial”, agrega Jhony Mollinedo, del diario La Prensa de La Paz.