“Estoy orgullos de la carrera que he construido, es muy demandante pero me hace feliz”, dice Rodrigo Guerrero (39 años), ratificado al mando de Deportes Iquique tras cerrar el año 2025, lapso donde le dio aire a los dragones con una decena de puntos en siete jornadas, insuficientes para evitar el descenso.

El maipucino admite que pensó seriamente en estudiar sociología, pero en el 2006 apareció sentado en los pupitres del INAF. “Al no tener el talento para hacerlo como jugador encuentro en este espacio para competir desde la dirección técnica y se despertó mi vocación”, reconoce.

Formó parte del grupo de analista de Marcelo Bielsa en la Roja y luego coincidió con Claudio Borghi, quien lo llevó a LDU de Ecuador. Mario Salas y Jaime Vera también lo sumaron de consultor. “Se suele mostrar el análisis casi como una rama distinta y no es así, el entrenador debe analizar permanentemente; el analista ocupa el video, la documentación, pero todo eso es parte de ser entrenador, cada vez que trabajé como analista yo me sentía que era una labor para asistir al técnico. En mi desarrollo no fui buscando nada, me puse a prueba para ver si estaba capacitado, fui ayudante joven, luego interino, ahora me siento en condiciones de dirigir”, explica.

“Sería muy pretencioso, solo le puedo decir que he sido constante en mi desarrollo para poder aportar”.

“Me pone en una postura de hablar de cosas positivas y no es tan cómodo, siento pero hay un alto grado de responsabilidad, yo defiendo mucho eso, el alto compromiso, creo que por ahí va. Esa responsabilidad me define como profesional, más allá de tener más o menos talento, es la dedicación y el tiempo que le dedicamos a la tarea”.

“¿Mi vínculo con Bielsa? No fue muy cercano como no lo fue con nadie creo, yo tenía mucha hambre de aprender y aproveché cada espacio cuando trabajé con él, lo disfruté, ese tramo en mi carrera me da una hoja de ruta para trabajar que después no la ves en ningún lado. Hacía de todo, como todos los que colaboraban ahí: análisis del rival, editar, seguir jugadores, identificar los ejercicios en las acciones de partidos, lo disfruté mucho. Después Claudio (Borghi) marcó mi carrera, él es alguien que busca el desarrollo de los profesionales que trabajan a su alrededor, influyó mucho para que yo siguiera aprendiendo en áreas como la fisiología del ejercicio, su receta tiene que ver con eso, la confianza que les da a sus jugadores y también a sus colaboradores”, asegura.

“Con todos los técnicos que trabajé tuve referencias, pero al entrenador más que definirlo su idea, lo define su personalidad, porque antes del entrenador está el hombre, yo en esto pongo a disposición lo que soy como persona, es lo que soy como entrenador. No soy un imitador, lo que siento de la vida lo pongo al servicio del juego: la honestidad, la verdad por delante de todo. Después intento construir una forma de juego que nos identifique y que tiene que ver con ir en busca del arco contrario permanentemente, pero saber defender cuando nos ataquen, entregar herramientas al jugador para todos los momentos del juego. Después, claro, en el fútbol te definen los resultados, eso es la alta competencia”.

“Más que hablar de desventajas o ventajas lo veo como un desafío, ir encantando al jugador con una metodología atractiva, también desde lo humano ir cautivando, eso es desafiante y me mueve”.

“No le voy a mentir, dirigir es algo que estaba dentro de mis objetivos, puede hacerlo antes pero preferí el camino del perfeccionamiento y adquirir experiencia en otros roles, ahora me siento con las herramientas para realizar la labor de entrenador en las distintas facetas: Liderazgo de grupos, metodología de entrenamiento y gestión el día de partido. Todo eso tiene su importancia, a algunos DT se les cataloga que son de partidos o solo de trabajo semanal, o buenos líderes, lo ideal es tener un poco o mucho de todo, yo quiero ir en esa búsqueda”, remarca Guerrero.

“¿Equipos influyentes que vi? El Barcelona de Guardiola marca una era, a nivel nacional los equipos de la generación dorada, con distintos liderazgos siempre mostraron un juego atractivo, la U de Sampaoli marca una forma; el Atalanta de Gasperini muestra algo distinto, lo de Palmeiras (Abel Ferreira) se va a recordar en el tiempo. Me gustan los equipos que tienen un plan para cada momento del juego y eso lo hacía a la perfección el Liverpol de Klopp, capaz de presionar alto con agresividad, pero también que puedan replegar sin dejar espacios, capaz de hacer posesiones largas y entender cuando la jugada pide un balón largo cruzado en busca de la diagonal del extremo. Ahora miro de todo, el Bayern de Kompany, a Flick, Maresca, Artera, Xabi Alonso (…)”, enfatiza.

Por el momento, a la espera del reclamo reglamentario, Iquique jugará en el Ascenso 2026 y Guerrero se prepara para la batalla. “A diferencia del torneo de Primera donde un puñado menor pelea por campeonato, otro grupo pelea por clasificar a copas y otro por mantener la categoría, en la B todos se concentran en el objetivo de ascender y debemos estar a la altura. Más que querer demostrar mi capacidad quiero tomarme el tiempo e intentar que nuestro equipo juegue bien y entusiasme a la ciudad”, apunta.

“Bayron junto a otros jugadores jóvenes del club nos tiene muy contentos. Él tiene todos los fundamentos para pelear por un puesto en el plantel de honor y le vamos a dar ese espacio para que se desarrolle, esperamos que nos aporte muchos minutos más allá de la regla. Byron puede jugar en todo el frente de ataque, en Copa UC jugó por la derecha con el perfil cambiado, pero puede ir por el centro y también como extremo izquierdo”.