Ya están en marcha las semifinales de conferencia de la NBA y entre los ocho equipos que siguen vivos por la lucha por el título no está Los Angeles Lakers, el campeón defensor, ni Miami Heat, finalista en 2020.

También se extraña a Golden State Warriors y Toronto Raptors, los finalistas de 2019… O Cleveland, monarca del Este entre 2015 y 2018. De hecho, no hay finalistas recientes de la NBA y hay que remontarse hasta 2003, cuando los Nets (que entonces estaban avecindados en New Jersey) perdieron ante San Antonio para hallar a un finalista de la liga vivo en la edición actual.

¿Campeones? Apenas tres de los ocho cuartofinalistas alguna vez ganaron un título: Philadelphia 76ers (1955, 1967 y 1983), Atlanta Hawks (1958, cuando estaban radicados en Saint Louis) y Milwaukee Bucks (1971), todos del Este.

“Jugar en pandemia, con todo lo que significa, ha marcado mucho la temporada. Además, en el caso de los Lakers, la lesión de Anthony Davis fue muy importante en el desarrollo de su llave, más allá de que los Suns hayan jugado muy sólidos”, razona Pablo Ares, entrenador de Puente Alto y el técnico con más copas en el básquetbol nacional.

“Los equipos que más esfuerzo hicieron en la burbuja lo pagaron en la campaña siguiente: Miami nunca pudo tener a su equipo ideal en la temporada y los Lakers sufrieron con las lesiones de sus jugadores clave”, estima el periodista Víctor Flores, experto en la NBA.

“Los Lakers sufrieron con Davis y con LeBron, que se lesionó y no podrá ir a Tokio. Los Warriors son todavía un equipo en construcción. Para mí, nunca fueron candidatos”, aporta Ricardo González, exseleccionador femenino y que hoy dirige en Islandia.

Pero no solo se trata del declive de los favoritos, sino que influye el crecimiento de franquicias que apostaron por proyectos a largo plazo y que están hallando frutos. O que tenían el margen para diseñar formaciones potentes.

“Hay un concepto muy lindo que usan los gringos que es el ‘we built’, construimos. Así Utah construyó su equipo a partir de dos jugadores franquicia como Rudy Gobert y Donovan Mitchell, que llegaron muy jóvenes y fueron creciendo junto con el equipo hasta convertirse en el mejor de su conferencia. También tienes la otra opción, lo que hizo Brooklyn, cuyo tope salarial le permitía tener grandes figuras y así llegaron Blake Griffin y James Harden”, enseña Flores.

En el Oeste, el favoritismo se lo reparten Utah y los Clippers, que precisamente se miden en una de las llaves (ver infografía). “Había mucha gente que estaba con Dallas, pero básicamente era por (Luka) Doncic, porque el funcionamiento colectivo no era el mejor”, expone Ares.

En la Conferencia del Este, en tanto, los Nets acaparan el favoritismo más allá de que Philadelphia haya sido el mejor en la fase regular (y que ya perdió un partido en casa ante Atlanta).

“La temporada regular, salvo por los últimos 10 o 12 partidos, está solo para hacer números, récords, estadísticas. No es referencia. La NBA comienza en los últimos 10 partidos y en los playoffs”, opina González, quien cree que Brooklyn ganará la liga. “Y nunca llegará al séptimo partido”, aventura.

“Phoenix el año pasado estuvo a un segundo de clasificar a los playoffs y este año, con la misma base encabezada por Devin Booker, ha hecho una gran campaña. Lo imagino en la final ante Utah. Y en el Este, creo que la final la protagonizarán Philadelphia, más allá de la derrota inicial, ante Brooklyn”, pronostica Flores.