“Me siento bien con la decisión”. La breve pero contundente frase le servía a Guillermo Pereira para defender su cambio del PGA Tour al LIV Golf. Esto fue en febrero y “Mito” dejaba casi tres años en el circuito estadounidense (uno y medio de ellos de forma permanente) para sumarse al polémico evento de capitales saudíes y que ya tenía a su compañero de ruta, Joaquín Niemann, desde septiembre.

Siete eventos después, los números parecen darle la razón al de Pirque. Aún no consigue un título en el LIV, pero estuvo muy cerca este fin de semana en Washington. En el campo de golf de Donald Trump, Pereira llegó líder al último día y terminó tercero, firmando así el cuarto top 10 en el LIV.

En el PGA, jugó 41 torneos y en seis de ellos fue top 10. Su mejor resultado fue un tercer puesto obtenido dos veces: en septiembre de 2021 en el Fortinet Championship y en mayo del año pasado en el PGA Championship, con ese recordado doble bogey que le privó ganar ese major.

Si proporcionalmente el paso por el LIV ha sido más exitoso, la cosecha de premios en dinero de “Mito” ha superado con creces lo hecho en el PGA. En Estados Unidos, Pereira ganó 3,9 millones de dólares en total, siendo los 870 mil del major su bolsa más grande ganada en un torneo.

¿En el LIV? Ya suma US$ 6,2 millones. De ese total, Pereira solo el fin de semana en Washington ganó 2,25 millones: un millón y medio por ser tercero en individuales y 750 mil por el triunfo del equipo Torque (se llevó un cuarto del pozo para el ganador).

Pero no solo los números respaldan la decisión de cambiar para Pereira. También se ve en su juego: lidera la estadística de greens en regulación con un 75,93% de eficacia, es cuarto en la distancia del drive con 314,7 yardas y es octavo en birdies (94 en 378 hoyos).

“Se le ve con confianza en su juego. El putter aún no lo logra afinar bien (es 39º en el field), pero el resto de sus áreas de su juego están muy sólidas, sobre todo de tee a green. Eso lo ha mantenido más parejo en el año”, analiza el entrenador de golf, Lucas Morandé.

“Es difícil decirlo desde afuera. Puede ser que le pase, pero igualmente lo hizo bien en el Masters y en el PGA Championship, que era torneos con presión por el corte. Con estos resultados en el LIV, quizá no existe tanta presión y por eso juega y se ve más tranquilo. Pero lo que sé es que no están relajados: siguen entrenando y metiéndole con todo”.

El LIV Golf vuelve a tener actividad a fines de junio en España. Entre medio, hay otro major, el US Open y Pereira con Niemann son dos de los doce jugadores del circuito en entrar de forma directa. “Todos estos resultados le ayudarán a ‘Mito’ a ganar confianza y creer más en su juego. Llega de mejor forma psicológicamente y el torneo será una buena prueba. El US Open es conocido por preparar canchas difíciles, pero su juego está muy bueno”, apunta Morandé.