En Sausalito, Everton y Unión Española necesitaban un triunfo para soñar con el escape del fondo de la tabla. Pero, al final, firmaron tablas sin goles y terminaron celebrando sus rivales en la pelea por no caer a Primera B.

Quizá los ruleteros también se fueron con cierta satisfacción. La expulsión de su capitán Álvaro Madrid por un planchazo dejó a Everton con uno menos por más de una hora. El peor escenario para Javier Torrente, que arrancaba su tercer ciclo en Viña.

"Por cómo se dio el partido, con un expulsado temprano, es un punto valioso", reflexionó Benjamín Berríos. Es cierto: replegó sus filas y esperó el chaparrón hispano, que parecía venir, con dos sendos tiros libres de Pablo Aránguiz, uno al palo y otro a las manos de Claudio González.

Y eso fue todo. El partido, que era una final anticipada, terminó siendo un manojo de nervios donde Everton salió mejor parado. Unión Española, exasperada por no anotar, abusó de los centros a nadie y le facilitó la tarea a los locales.

A la postre, todo sigue igual: los hispanos siguen en zona de descenso y los oro y cielo escapando de caer por muy poco.