Primer partido de Colo Colo, el domingo que cambió la historia del fútbol chileno
Otoño de 1925 en una cancha de Providencia. English, el rival. Una exhibición del imberbe equipo blanco capitaneado por David Arellano, encabezando un grupo de profesores normalistas comprometidos con los cambios de una sociedad compleja. Un contexto país agitado y una faena de fuste que marca la ruta. El único reporte lo entrega un periódico británico y testimonios posteriores hablan de una ostentación de calidad del nuevo club. Los detalles de un hito fundacional.
La caminata de David Arellano, seguido por sus compañeros ataviados de una impecable camiseta blanca y short negro, rumbo al centro de la cancha del English, ubicada en Seminario con Bilbao, fue el preludio de una historia única y centenaria.
“Si uno pudiese elegir un partido para estar, sería ese, sin duda. Qué ganas de haber estado ahí, le diría a esa gente que asistió ese día ‘no saben lo que está empezando’. Ese primer partido de Colo Colo, con Arellano en la cancha, es muy simbólico”, admite el historiador Sebastián Salinas, que lleva casi 25 años documentando la bitácora del club popular.
El 31 de mayo de 1925, Colo Colo disputó el primer partido formal desde su fundación, 42 días antes, en el marco de la Liga Metropolitana. El rival fue el English F.C. y su cancha ubicada en Providencia, en aquel momento una incipiente comuna rural que se separaba de Santiago por una estación de ferrocarriles.
Aquel domingo hubo 23 partidos en Santiago, siendo los más relevantes los matchs que midieron a Deportivo Barcelona ante Audax Italiano y a Unión Deportiva Española con Wanderers, jornadas que acapararon las crónicas deportivas del día siguiente. Los matutinos apenas dan cuenta del 6-0 a favor del conjunto de los rebeldes de Magallanes, aunque con una excepción. El único reporte del trámite del estreno albo lo consigna el periódico de lengua inglesa The South Pacific Mail editado en Valparaíso, pero con un detalle no menor en el registro: da cuenta de un 5-0 final.
“No hay crónicas del partido, salvo lo del diario inglés, tampoco las formaciones ni los autores de los goles. Con el tiempo aparecen algunos detalles como que Rubén Arroyo no jugó el partido porque sorteó el puesto con (Rubén) Sepúlveda”, precisa Salinas.
“El partido fue precedido por una ceremonia breve: la presentación de los visitantes, los espectadores reunidos y el once local. Su capitán (David Arellano) entregó un ramo de flores al Sr. S. L. Robinson, seguido de tres efusivos vítores de ambos equipos”, reseña The South Pacific Mail en su publicación del 4 de junio de 1925 y remarca la supremacía de los visitantes, advirtiendo la “superioridad en el regate” y conminando a las “tácticas defensivas” del once anfitrión que “empezó a cansarse rápidamente y se vio impotente” frente al repertorio albo.
En el preliminar, Loma Blanca y Santiago National animaron un activo choque terminó 4-5.

La primera imagen del equipo popular que apareció en la prensa en 1925, la formación alba con David Arellano como líder y capitán. Foto: Los Sports
En el libro “David Arellano. El deportista mártir”, su hermano Alberto dedica un párrafo al cotejo fundacional. “La primera presentación en público fue contra el English. Dejó gratísima impresión, especialmente entre la colonia inglesa y entre el poquísimo público que acudió. Al capitán inglés se le obsequió un artístico ramo de copihues. Después del encuentro en que venció el Colo-Colo, el capitán inglés llamó a David, lo felicitó por sus jugadores, a quienes invitó a unas onces, y pronosticó que dada la clase de juego que habían desarrollado, correspondería al Colo-Colo el primer puesto en la Metropolitana. Y no se equivocó el capitán del English”, testifica.
El primer rival del Cacique “corresponde a la rama de fútbol creada en 1907 del British Athletic Club, que agrupaba a toda la comunidad británica. En ese partido ante Colo Colo incluso juega con ya casi 45 años Colin Campbell, que integró la primera selección chilena en 1910”, aporta el investigador Sebastián Núñez, director del CEDEP.
Mientras Colo Colo empezaba a caminar a partir de los ideales de sus fundadores un siglo atrás, la sociedad chilena vivía un escenario convulso. Marcelo Mardones, historiador y académico de la Universidad Diego Portales, describe la médula del país que veía nacer al Cacique. “1925 va a representar una coyuntura dentro del proceso de crisis y transformación que venía experimentando la sociedad chilena desde finales del siglo XIX. Esto se venía manifestando en la emergencia de la llamada Cuestión Social, término con el que se denominaba a las paupérrimas condiciones materiales en que vivían los sectores populares y la falta de sensibilidad política que la élite había demostrado tanto hacia ellos como a la sociedad en general. Dicha crisis reflejaba también la ausencia de un proyecto país más amplio, capaz de recoger las expectativas de los nuevos grupos que iban transformando la estructura social, por ejemplo la naciente clase media o los grupos obreros organizados ahora en partidos políticos que velaban por sus intereses (…) También hay que considerar el declive de la economía chilena, que iba cerrando el llamado ciclo del salitre tras el declive de la demanda del producto en los mercados mundiales tanto por conflictos bélicos (I Guerra Mundial), como por el desarrollo de nitratos sintéticos de las industrias químicas. Tanto demandas como procesos de largo cuño van a estar presente durante el otoño de 1925”, explica.
DAVID Y LOS PROFESORES ACTIVOS
La formación inaugural de los albos, publicada en los periódicos santiaguinos en la previa del duelo, tiene un simbolismo muy potente. Ahí aparecen los rebeles que en el bar Quitapenas empezaron a soñar con un nuevo escudo. Muchos de ellos eran docentes disfrazados de futbolistas.
“David Arellano, Juan Quiñones, Togo y Absalón Bascuñán, Humberto Moreno, Rubén Sepúlveda, fundadores de Colo Colo, pertenecen ya a la segunda generación de profesores normalistas de Magallanes. El hecho de que sean normalistas agrega otros valores, no menos importantes, en la construcción social de un equipo que se vuelve rápidamente popular. Todos están involucrados directamente en el movimiento de la Asociación General de Profesores, fundada en diciembre de 1922, y de hecho como agentes activos en la creación de la rama deportiva de esta, que complementa sus actividades gremiales en Valparaíso, Concepción y otras ciudades con partidos en los que David, como capitán de los profesores, y Quiñones, como jugador y vicepresidente de la rama, se convierten en rostros visibles del magisterio en la época”, da cuenta Esteban Abarzúa, autor del flamante libro “Quién es Chile”.
En 1925 emerge una nueva constitución para el país, proceso donde los docentes toman protagonismo. “En marzo de ese mismo año se desarrolló una ‘Asamblea constituyente de asalariados e intelectuales’, entidad donde los profesores tuvieron un rol central como representantes tanto de la clase proletaria como de los grupos medios ligados al crecimiento del Estado”, refuerza Mardones.
Abarzúa confirma que desde jornada en la cancha del English, el equipo blanco da señales trasgresoras en el juego. “Es el nuevo fútbol que viene y su implementación, a través de Colo-Colo ya desde su primer partido, implica la primera revolución del fútbol en Chile. El fútbol científico contiene orden, disciplina y una idea de juego combinativo que hasta el momento se desconoce”, argumenta el periodista.
La revista Los Sports (número 117) hizo una referencia sarcástica al estreno del nuevo inquilino, que debió debutar dos semanas antes frente al Barcleona en la cancha del Gold Cross pero el partido se abortó. “El Colo-Colo, el último hijo que ha dado a luz el Magallanes, el pasó 6 goals al English. El padre le había pasado siete. ¡Facinerosos!”, reza la publicación.
Colo Colo dejó huella en su primer domingo en escena, ante un rival que utilizaba camisa azul, según detallan los investigadores consultados, casi un guiño a las rivalidades que emergerían con los años. Un nivel incontestable desde el inicio, retratado luego en la campaña que coronó con el título de la Liga Metropolitana 1925, ganando todos los encuentros, salvo un empate ante 1° de Mayo. “Es que los pocos asistentes no se imaginaron lo que vendría después”, insiste Salinas.

Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.