Los clubes de Segunda División se rebelan contra la ANFP
Suman y siguen los problemas para el gobierno de Pablo Milad. Mediante una “declaración pública”, 14 equipos de la categoría expusieron las numerosas desigualdades con el resto de los afiliados y exigieron los mismos derechos que los asociados de Primera y Primera B. “Queremos dos ascensos”, dijo Guillermo Lee, presidente de San Antonio.
Guillermo Lee lleva cuatro años como máxima autoridad de San Antonio Unido. Y con la propiedad que da la experiencia en el cargo, reflexiona que la rebelión contra la ANFP “es fruto de un trabajo de varias temporadas entre los dirigentes más antiguos de la disivión. En 2023 nos organizamos a través de varias comisiones para darle más sustentabilidad a la categoría. Pero nuestras peticiones, de 2021 a la fecha, nunca han sido escuchadas, entonces no quedó más alternativa que buscar soluciones legales”.
Ayer, los 14 clubes que integran la Segunda División Profesional —Concón National, Provincial Ovalle, General Velásquez, Melipilla, Lautaro de Buin, Deportes Concepción, Real Juventud San Joaquín, Puerto Montt, Provincial Osorno, Linares, Rengo, Fernández Vial, San Antonio Unido y Trasandino— se cansaron de ser ignorados.
Argumentando que no reciben apoyo financiero de la ANFP, pero “sí tenemos las mismas obligaciones”, que las pérdidas financieras de la temporada superarán los $5 mil millones y que no pueden participar del Consejo de Presidentes, es que manifestaron en un comunicado que “hemos convenido la contratación de los servicios del señor Davor Harasic para iniciar acciones de carácter legal que permitan a nuestros clubes tener los mismos deberes y derechos del resto de los clubes asociados a la ANFP”.
Agrega Lee: “Somos miembros, pero no miembros, no participamos en las decisiones, no tenemos derecho a voz ni voto. Estar fuera de todo tampoco nos deja aporte económico. La ANFP está compuesta por 48 clubes, pero 14 no tienen derecho a nada. ¿Te parece justo? Generamos los mismos empleos que la Primera B, un poco menos que la Primera A, y tuvimos un muy buen torneo”.
—Piden tener los mismos deberes y derechos.
“Al inicio de cada temporada tenemos que dejar una boleta en garantía que cubra dos meses de sueldos. ¿Qué otro club, aparte de los que estamos en la categoría, tiene que hacer eso? Ninguno. ¿Qué derechos económicos y políticos tenemos? Ninguno. Parecemos el hermano pobre, el hermano chico, el hermanastro. Esto conspira contra el nivel del futbol chileno”.
Lee profundiza en el tema ecómico. “Hace un tiempo presentamos una propuesta de que cada club aportara un 1% o un 2% de lo que reciben por concepto de la televisión. Si, por dar una cifra, en Primera reciben 200 y en la B 100, ¿por qué nosotros no podemos recibir 50? Estas negociaciones van mucho más allá de Pablo Milad, de hecho es el primer presidente que nos ha recibido. Sebastián Moreno ni siquiera nos contestaba el teléfono... Hemos tenido acercamiento, pero son insuficientes, por eso ahora vamos por los reales objetivos. Todo lo mencionado más dos ascensos y no uno”.
La carta consigna, también, hechos positivos: “Agradecemos no tener que cancelar los balones de juego (cinco por partido de local) y el arbitraje de cada partido. Igualmente, que ante una petición formal de quienes como en nuestra serie, nos hayan autorizado a negociar los derechos de televisión con la Liga 2D, acuerdo posteriormente ratificado por el directorio”, sostienen los firmantes.
Algunos de los problemas que vive la categoría —parida para darles un lugar a los futbolistas que no podían jugar en los torneos juveniles de la ANFP y que tampoco tenían espacio en los primeros equipos— provienen desde el origen, en noviembre de 2011, bajo el gobierno de Sergio Jadue: los seis clubes participantes (Copiapó, Melipilla, Fernández Vial, Iberia, Deportes Temuco y Osorno) no podían participar en las reuniones de la ANFP. El resto, además, eran filiales (Audax Italiano, Colo Colo, Rangers, Unión Española y Unión San Felipe) que al tiempo abandonaron la división. Para peor, el que ascendía debía lidiar con la millonaria cuota de incorporación, cerca de $1.500 millones.
Raúl Neira
es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.