Santiago de Chile.   Dom 21-12-2025
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Los efectos de la extensa cesantía de la B: incertidumbre, economías dañadas y trabajos alternativos

Ocho equipos de la categoría terminaron la temporada en octubre y, junto al último partido, prácticamente todos sus jugadores fueron finiquitados. Fernando Manríquez, Jaime Carreño, Nery Veloso e Ignacio Caroca detallan las inclemencias de una pausa que amenaza ser eterna: si fichan en algún equipo cobrarán un sueldo completo recién en febrero. “Se acaban los ahorros”, cuentan, detallando que matan el tiempo entrenando en gimnasios y generando ingresos con oficios particulares.
Foto: Photosport
Raúl Neira20 de diciembre, 2025
En 2016, es decir, una década atrás, Jaime Carreño y Fernando Manríquez vivían —quizás— su momento más feliz en el fútbol. Y, curiosamente, el mismo día.

Mientras el primero, con solo 19 años, era campeón del Torneo de Clausura con Universidad Católica, el segundo anotaba un gol de media cancha defendiendo a la Universidad de Concepción.

Hoy, sus vidas vuelven a cruzarse, aunque sin la misma alegría: Carreño terminó su vínculo con Santa Cruz y Manríquez se despidió de Santiago Morning. Ambos buscan dónde continuar sus carreras, un cuento parecido al que viven los jugadores de San Luis, Magallanes, Recoleta, Temuco, Curicó, Santa Cruz, San Felipe y el “Chago”.


“Descendimos por el tema administrativo de los nueve puntos. Si no era así llegábamos a 38, casi entrando a la liguilla… Terminó mi contrato, quiero seguir jugando. Ojalá pueda agarrar un equipo antes del Año Nuevo para estar tranquilo y terminar con la incertidumbre de todos los años… Es difícil no recibir sueldo. Uno trata de juntar plata, vivir de los ahorros, pero se van acabando. Detrás de uno hay familia, hijos, ellos tienen que comer. Y se nos hace difícil”, dice Manríquez mientras observa a sus hijos en la escuela de Esteban Paredes en Huechuraba.

“Voy al gimnasio todos los días, tengo uno cerca de la casa. Hay que mantenerse bien porque son muchos meses parado”, agrega.

Carreño explica: “Genera incertidumbre esta situación, pues quedan estas lagunas que son complicadas. Son tres meses sin sueldo… No queda otra que ordenarse con las platas. Hay que tener buena contabilidad; si antes te dabas gustos, ahora ya no puedes. Si me toca ir a otra ciudad, hay que instalarse, buscar arriendo, pagar el mes de garantía, la comisión para el corredor de propiedades… Son los meses más difíciles junto a marzo cuando empiezan los colegios”.


—Por si fuera poco, los clubes juegan con la desesperación de ustedes y los contratan al filo, con sueldos no tan buenos.

“Todos sabemos cómo se maneja la gran mayoría. Esperan hasta el último, porque así se ahorran varios meses. Es complicado, son dos o tres meses que descolocan. Me pasa a mí y a muchos compañeros del gremio. Todavía sigo viviendo en Santa Cruz, esperando que termine el año escolar. Me pago el gimnasio, trabajo con un personal trainer, que también es kinesiólogo. Aparte, dos o tres veces por semana sale un futbolito o baby”.

Ignacio Caroca militó en Santa Cruz y también quedó sin contrato. “Hay que planificar estos meses sin ingresos. Es complicado, porque recién tendría sueldo completo en febrero. Por suerte soy ordenado, pero hay veces que los sueldos no dan para guardar. Tengo otras cosas aparte del fútbol. Es parte de la vida, no es todo color de rosa, acá no correo eso de que el futbolista gana mucha plata. En la B no es como en Primera, los sueldos no son todos grandes. Hay que vivir la realidad. Si en 2024 me tocó la suerte de llegar a la final, se me alargó el sueldo, y era un jugador atractivo, ahora fue distinto. Porque estuve peleando el descenso todo el año”.

“Vendo paltas, tengo una fábrica de hielo y un arriendo de maquinarias que trabajo con mis hermanos. Me gustan los negocios, pero muchas veces cuesta. Con estas lagunas de meses sin cobrar, los bancos no prestan plata”, cuenta Caroca.


Nery Veloso fue campeón con Huachipato en 2012. Sin embargo, hoy no lo está pasando bien: terminó la temporada con San Luis, no clasificó a la liguilla y está en la búsqueda de un equipo. “Son meses muy complicados, pero he sido ordenado, tengo un emprendimiento de venta de frutos secos y así nos movemos estos meses. Nos va bien”, detalla.

“Es malísimo dejar muchos jugadores sin remuneración. Por eso se retiran, porque tienen familia y deben dedicarse a trabajar. A mis 38 años estoy más maduro, más fuerte, sé que esto pasa. Después de los 30 años ofrecen contratos por un año, antes por dos. La clave es estar vigente, ser profesional, seguir entrenando. Entreno dos veces por semana en San Pedro… Cuando salí de San Luis me quisieron renovar, pero no hubo acuerdo. Pero cualquier compañero hablará muy bien de mí, espectacular. Estoy vigente y alguna puerta se abrirá”.

—Una sensación generalizada es que los clubes se aprovechan.

“Es parte de. Hay clubes que contratan a última hora. Hay incertidumbre. Por eso me proyecto año a año, por eso no puedo decir que me retiraré a tal edad. Es año a año. No da para más. Mi pensamiento es ‘me mato este año, trataré de ser el mejor…’”.
Raúl Neira

es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.

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