Santiago de Chile.   Lun 22-12-2025
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La dura travesía de los jugadores que están sin club y entrenan en el Sifup

Desde el 9 de diciembre volvió a ponerse en marcha el equipo de cesantes del Sindicato de Futbolistas Profesionales. Más de 60 deportistas llegaron a Pirque con la esperanza de conseguir un contrato en un club para 2026
Foto: Prensa Sifup
Nicolás Rodríguez S.21 de diciembre, 2025

El pasado 9 de diciembre, más de 60 futbolistas sin club llegaron hasta el complejo del Sifup, en Pirque, para presentarse al primer entrenamiento del tradicional equipo de jugadores libres que se conforma cada verano. Todos comparten un mismo objetivo: conseguir el anhelado contrato que les permita seguir en el fútbol profesional.

El combinado entrena bajo la dirección técnica de Rodrigo Córdova (56), quien asumió por segundo año consecutivo la función. “La idea es que el jugador esté el menor tiempo posible con nosotros y logre encontrar rápidamente una fuente laboral. Es un proceso con una carga emocional muy grande, porque se están jugando su futuro: a veces se firma rápido y, en otros casos, el camino es más lento. Hoy muchos jugadores que firman en febrero o marzo y terminan contrato en octubre o noviembre. Quedan varios meses sin competencia ni ingresos. Por eso, este equipo cumple un rol clave”, resume el entrenador.

Córdova explica que “existe un formulario en la página del Sifup en el que los jugadores se inscriben. Este año hubo 57 inscritos, pero al primer entrenamiento llegaron incluso algunos sin haberse registrado. De ese grupo seleccionamos a 30, aunque esto es muy dinámico: en 2025 pasaron cerca de 100 futbolistas y más de 80 lograron encontrar club”.



El DT enfatiza en el rol activo del sindicato en la reinserción laboral. “Nos movemos mucho para reubicar a los futbolistas. Tenemos contacto permanente con entrenadores y dirigentes, llamamos para ofrecer a nuestros jugadores y, en ese sentido, ha habido muy buena recepción”, asegura.

“Al comienzo de este año veía todo muy lejano con el fútbol. Cuando llegué a Concepción el campeonato ya iba a empezar y no tenía ningún llamado, ni siquiera de Segunda División Profesional. Y uno tiene responsabilidades: tengo familia, entonces empieza a pensar en hacer otras cosas para llevar dinero a la casa”, relata el mediocampista Nicolás Astete (32 años), quien realizó toda la pretemporada en el Sifup hasta que, a finales de febrero, fichó por los lilas.

Para Astete no era una experiencia nueva: en 2025 fue la cuarta vez que integró el equipo de jugadores cesantes. “Me tocó entrenar en el Sifup por primera vez en 2018 y firmé en Colchagua. En 2020 volví y me fui a Valdivia. En 2021 otra vez, y la ‘Nona’ Muñoz me llevó a Santiago Morning. Y ahora terminé recalando en el ‘Conce’, con el ‘profe’ Manuel Suárez”, repasa.

El volante detalla que “cuando me llamó Suárez venía de más de tres meses sin tener contrato en el fútbol. Además, había fallecido hace poco mi abuelo y de mis ahorros me quedaba muy poco, así que fue como una luz de esperanza en el camino. Esa oportunidad me cambió la vida; si no me llamaban, hoy no sería futbolista profesional”.

Su buen rendimiento en el “León de Collao” tuvo recompensa. “Terminé el último partido de la liguilla, que para alegría de todos fue con el ascenso a Primera, entrené un par de días en el Sifup y apareció la opción de jugar en Temuco. Por primera vez podré salir de vacaciones tranquilo y planificar bien mi año, sin tener la incertidumbre de qué pasará con mi futuro”, reflexiona el mediocampista, flamante refuerzo del club que preside Marcelo Salas.

Otros ejemplos positivos los protagonizan Joaquín Romo, quien ascendió a Primera con Universidad de Concepción, entrenó un par de días en Pirque y acordó su llegada a Curicó. En tanto, Leandro Cañete, tras dos semanas bajo las órdenes de Córdova, firmó con Unión San Felipe.

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