“Piano, piano”, fue la reflexión de Eduardo Loyola, director oficialista de Blanco y Negro (ByN), a propósito del rudo mercado de fichajes que enfrentará Colo Colo. En el Monumental el dinero no sobra, más bien escasea, pues la concesionaria proyecta un déficit de US$ 3 millones para el ejercicio 2025.

Considerando lo anterior y, además, que el equipo popular no disputará certámenes internacionales, el gasto debe ser cuidadoso. Minucioso.

Pero como el técnico Fernando Ortiz necesita realizar algunos retoques en la plantilla, sobre todo en la defensa, a ByN no le quedó más remedio que ingeniárselas para invertir. Con las partidas de Mauricio Isla y Óscar Opazo quedó huérfana la plaza de lateral derecho y el objetivo es claro: Francisco Salinas, de Coquimbo Unido.

“Está prácticamente hecho; el jugador tiene una cláusula de salida que anda por los US$ 450 mil y Colo Colo la va a pagar. No nos complicamos, porque Dylan Escobar vuelve de Universidad Católica”, confidenciaron en la directiva del campeón del fútbol nacional.

“Lo llevé en 2024 a Coquimbo Unido, aunque no jugó mucho porque Dylan Escobar andaba muy bien. Tiene buena técnica, buen despliegue en el costado derecho, buen juego aéreo, ofensivo y defensivo. Aparece bien y anota goles. Define bien cuando sube. Es un buen jugador”, cuenta Fernando Díaz, extécnico pirata.

Otro de los focos de Colo Colo es Matías Fernández, quien viene de un exitoso paso por Independiente del Valle, donde conquistó cinco títulos entre 2022 y 2025: Copa Sudamericana, Recopa Sudamericana, Liga Ecuatoriana, Copa de Ecuador y Supercopa de Ecuador.

Con la partida de Emiliano Amor, Junior Barreto, de Olimpia de Paraguay, es el principal candidato para reforzar la zaga.

¿Bruno Cabrera? En Coquimbo Unido descartan que el zaguero pueda emigrar. “Tiene contrato hasta diciembre de 2027 y su pase no vale menos de un millón de dólares”, sostuvieron.

Una posible venta de Alan Saldivia, Vicente Pizarro o Lucas Cepeda podría cambiar el panorama. En Pedrero, sin embargo, informan que hasta el momento no ha llegado ninguna oferta.

El presidente Aníbal Mosa pidió calma: “stamos trabajando, hemos tenido reuniones todos los días, estamos trabajando con nuestro gerente deportivo, con nuestro gerente general, con nuestros scouting y estamos haciendo la pega que había que hacer”.

Universidad Católica, en tanto, no enfrenta los problemas de caja de los albos. Y es por eso que ya tiene cuatro incorporaciones: Bernardo Cerezo, Matías Palavecino, Justo Giani (que llegó ayer a Chile) y Jimmy Martínez (ex Huachipato).

“Contento, feliz de estar acá, de llegar. Estoy feliz”, dijo, escuetamente, el mediocampista trasandino que llega proveniente de Aldosivi.

Martínez, por su parte, quien llega la UC en condición de jugador libre, tuvo un paso por Universidad de Chile entre 2019 y 2020: la diferencia es que Azul Azul pagó a Huachipato US$ 1 millón por el 50% de la carta.

Aparte, Cruzados confirmó que el arquero Darío Melo, el volante Jhojan Valencia y el lateral Eugenio Mena continuarán defendiendo la camiseta cruzada el próximo año.

Así se van cumpliendo las peticiones del técnico Daniel Garnero, quien en más de una oportunidad se quejó de que tenía un plantel “muy corto”.

El DT sabía que clasificando a la Copa Libertadores tendría más margen de acción en cuanto a la conformación del plantel: “Si resulta vamos a ganar crédito para proyectar el año que viene de mejor manera”, fue su discurso.

El resto de las instituciones se ha manejado con cautela, aunque Universidad de Concepción se adelantó a varios y sumó a Jorge Espejo, de regular campaña en Audax Italiano.