Santiago de Chile.   Sáb 27-04-2024
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El drama de Altamirano: la trombosis pone en jaque su carrera

Los estudios para saber el origen del coágulo en el cerebro que lo hizo convulsionar en un partido de Estudiantes tardan 15 días. “Si no se encuentra una causa que lo provocó, requiere anticoagulantes por hasta 6 meses y eso lo inhabilita de practicar deportes de contacto, por el riesgo de sangrado”, advierte el neurólogo Christian González. “Si los exámenes a su sangre arrojan una trombofilia (enfermedad genética), el anticoagulante será de por vida”, lamentan el neurocirujano Manuel Espíndola y el neurólogo Jorge Villacura.
Foto: AP
Antonio Valencia25 de marzo, 2024
El panorama médico es complejo.

Una trombosis en el seno longitudinal superior —un coágulo en el cerebro—, causó el desvanecimiento y las convulsiones de Javier Altamirano en plena cancha de Estudiantes de La Plata, su club, ante Boca Juniors.

Resta saber qué causó ese coágulo. Y según los especialistas, cualquiera sea el resultado, no hay manera de que escape a la terapia con anticoagulantes, dato que, indefectiblemente, le impedirá realizar deportes de contacto por el riesgo, incluso vital, que conlleva recibir un golpe.

El punto es por cuánto tiempo estará inhabilitado por el tratamiento.

“Habitualmente una trombosis venosa cerebral, si es que no hay una causa que la provocó, requiere entre 3 a 6 meses de anticoagulante y eso lo inhabilitaría de competencia. Lamentablemente, la gran complicación del anticoagulante es el hecho de poder sangrar. Y deportes de contacto como el fútbol, mientras esté recibiendo una anticoagulación, no está indicado de poder realizarlo” alerta de entrada el neurólogo Christian González, del Instituto de Neurocirugía Dr. Alfonso Asenjo de Santiago.

El examen para determinar el origen del coágulo es vital. “Hay pacientes que tienen condiciones de tipo genética como causa. Y muchos de esos pacientes quedan anticoagulados por largos periodos, o de por vida”, explica el facultativo.

Manuel Espíndola, cirujano vascular y endovascular de la clínica Universidad de Los Andes y del hospital Dipreca, plantea de inmediato que lo que ocurrió con Altamirano es un “episodio agudo” y “muy poco frecuente”.

Descartado un tumor como origen del colapso —según señaló el jefe médico del club—, Espíndola explica que causas para la trombosis cerebral puede haber varias: una infección por sinusitis mal tratada, una deshidratación severa (“pero con alguna condición especial en la sangre”, dice), e incluso efectos del covid-19. Descarta que un rodillazo en la cabeza hubiese provocado un coágulo.

“Pero la causa más frecuente que nos toca ver es la trombofilia. Es decir, pacientes con alguna condición especial en su sangre, por falta una proteína o por una proteína que mutó, y son más proclives a realizar trombosis, entre ellas, las del seno carvernoso”, detalla Espíndola.

La trombofilia se detecta con un estudio de sangre que tarda unos 15 días. “Un joven como él (24 años) lo más probable es que tenga trombofilia”, reitera.

—¿Y aparece de improviso, a esa edad, y sin antecedente alguno?

“Sí, a esta edad es cuando aparece. Más en deportistas que se deshidratan, lo que aumenta la densidad de la sangre. Y si además tienen esa condición, esa enfermedad genética en su sangre, corre bastante riesgo de hacer trombosis. Con trombofilia el tratamiento con anticoagulante es de por vida y no puede nunca más jugar fútbol ni deporte de alta competencia. Ni rugby, parapente, esquí fuera de pista, imposible practicar. Una patada, un planchazo, un golpe genera hematomas grandes. Un golpe en la cabeza puede derivar en hemorragia cerebral y eso es riesgo vital”.

En panorama es complejo, coincide Jorge Villacura, neurólogo de la clínica Dávila. “El estudio de trombofilia es clave. Si no se logra encontrar la causa, se trata con anticoagulantes durante 3 a 6 meses, incluso un año. Ese es el mejor escenario. El peor es que el estudio de sangre confirme la trombofilia, o sea, que requiera anticoagulantes de por vida. Ahí tiene que cambiar de carrera, porque el riesgo es muy alto”, lamenta.

Coincide con el diagnóstico el médico Francisco Luna Andrades, director del programa de posgrado de neurocirugía de la Universidad de Concepción, aunque de todos modos es más cauto en sus afirmaciones: “Debemos tener la prudencia de esperar el resultado de los exámenes específicos. Trombosis venosa cerebral y/o trombosis de sus senos corresponde a una enfermedad infrecuente, pero de tratamiento que difiere según su etiología. Estamos frente a un deportista de élite, cuyas respuesta a veces es distinta, aunque la ciencia nos dará los delineamientos de su futuro”, cerró.
Antonio Valencia

es redactor de Deportes El Mercurio.

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