Van 20 minutos de juego y el venezolano Luis Guerra protagoniza un duro cruce de palabras con el atacante argentino Rodrigo Contreras. La acción refleja la impotencia de los jugadores de Antofagasta luego de desperdiciar tres oportunidades claras para abrir el marcador en la semifinal de vuelta de la liguilla de ascenso ante Iquique.

El meta local, Daniel Castillo, le había negado al propio Contreras el gol por partida doble, y el horizontal lo salvó en otra ocasión.

“(Bruno) Pérez y Contreras son delanteros difíciles de controlar. Sacamos un partido con un gol en un primer tiempo sin estar jugando tan bien”, reconoció el DT iquiqueño, Miguel Ponce, recordando esa primera media hora en que sus pupilos lo pasaron realmente mal en un vacío Tierra de Campeones por castigo.

Ese mal comienzo quedó en el olvido a los 31 minutos: desborde de Álvaro Ramos que pivotea el gigante Steffan Pino para Edson Puch, quien centra y cuenta con la fortuna que Bruno Liuzzi se lleva la pelota por delante. Autogol y duro castigo para un visitante que había sido mejor.

En la ida, los dirigidos por John Armijo ya habían pagado caro perder una ventaja de 2-0 y esa deuda se acrecentó en la revancha. En tanto, Iquique aprovechó el alivio del gol para adormecer el trámite y hacer que el reloj corriera a su favor.

Sobre el cierre, el elenco del “Chueco” Ponce pegó por dos: aparecieron Mathías Pinto (88’) y Álvaro Ramos (90’) para sentenciar el partido y la clasificación a la final por el ascenso a Primera.