Santiago de Chile.   Jue 25-04-2024
6:42

El pacto de Sevilla con la Europa League es invencible, a toda prueba

El club español logró su 7° título del certamen en la final de Budapest, superando 4-1 en penales a la Roma tras un tosco 1-1 en los 120 minutos. Mourinho, atrincherado en el banquillo italiano, falla en su primera definición europea y se abruma, superado por un veterano de perfil bajo e ignoto en estas lides. "El portugués se equivocó en los lanzadores de penales", dicen los especialistas.
Foto: EFE.
A los 60 años se puede seguir aprendiendo. José Mourinho, elegido el mejor entrenador del siglo por la IFFHS, por delante Joachim Löw, Álex Ferguson, Pep Guardiola, Arsene Wenger y Carlo Ancelotti, perdió por primera vez una final europea. Y lo descolocó la derrota en la definición de la Europa League. “Mou”, cuyo personaje lo desborda en los momentos más solemnes, rompió el protocolo de la premiación y se adelantó a todo el mundo para recibir raudo su medalla, se la quitó de inmediato y enfiló a vestuarios, masticando una sensación desoladora, que desconocía.

Tras regalar la presea a un aficionado, el entrenador reveló: “Yo no quiero las de plata”. Y siguió: “Sevilla es un gran equipo, tiene una plantilla que nosotros no tenemos, pero tuvimos las mejoras oportunidad para ganar. Gané cinco finales europeas, perdí esta pero nunca volví a casa más orgulloso que esta vez”.

La batalla fue inmensa y durísima en el Puskas Arena. Entre la prórroga y minutos agregados se terminaron jugando 147’. La Roma, gigante en los balones detenidos, hasta que tuvo a Paulo Dybala en la cancha, parecía que tenía un arma diferencial para romper su plan robótico en defensa (5-3-2), mientras Sevilla fue de menos a más, mejoró con Suso, pero nunca fluyó.


Los tantos del Dybala (35’), tras asistencia de Gianluca Mancini, y el autogol del propio defensor (55’) después de un centro de Jesús Navas, templaron una lucha áspera. Los músculos duros en el epílogo, con jugadores tiesos por la fatiga. En el límite, Sevilla apeló a esa magia única que lo hace imperial en la segunda competición en relevancia de la UEFA: el meta marroquí Yassine Bounou atajó el envío de Mancini y Roger Ibáñez lanzó al poste.

Los andaluces no fallaron: Lucas Ocampos, Erik Lamela, Ivan Rakitic y Gonzalo Montiel, en doble instancia propiciada por un adelantamiento del portero Rui Patricio, sellaron el 4-1.
“Mourinho se equivocó en los pateadores, hizo tirar a los defensores con 120’ jugados, eso jamás se hace (…) En el partido, Sevilla tenías más alternativas, la Roma retrocedió pero son sus características, es el equipo de Europa al que menos le patearon al arco dentro del área”, sintetiza Jorge Vargas, que ejerce como técnico en Italia.

“Siempre que puedo veo a Mourinho, intuía que la iba a perder si llegaba a penales, por Bounou, arquerazo”, observa Eduardo Barahona, ayudante técnico de Antofagasta. “No es raro que ‘Mou’ perdiera, ya en el alargue se veía desventaja teniendo que cambiar a sus figuras, así como lo pudo ganar en el último tiro libre (cabezazo de Smalling), también lo pudo perder con el palo de Rakitic. Mourinho nos tiene acostumbrado a ganar finales, es ultracompetitivo, lo más probable es que se descargue con el arbitraje, pero estas dos temporadas en la Roma ha construido un equipo que ha llegado a dos finales europeas”, justifica el docente.

Mourinho y el rito de la derrota. El técnico, que tiene contrato por un año más en la Roma, no garantizo su continuidad. "Merezco más", aseguró. Foto: EFE.
Tal cual. “El árbitro parecía español. ¿Mi futuro? Me voy de vacaciones, quiero quedarme en Roma, pero mis jugadores merecen más, yo también merezco más”, soltó el luso.

Sevilla abulta la gloria y también su tesorería, asegurando un piso de 23 millones de euros y su presencia en la Champions 2023/2024.
“Aún no lo creo”, dijo el DT José Luis Mendilibar (62), quien en Hungría sumó siete jornadas dirigiendo en competencias europeas y llegó de emergencia a salvar el buque que antes dirigieron Jorge Sampaoli y Julen Lopetegui.

Mendilibar, artesano en equipos menores, logró su máxima figuración en Eibar, donde dirigió a Fabián Orellana. Oscar Imedio, periodista de COPE, lo trató por años en Ipurua. “Es un técnico de los de antes. Una persona muy lista, con mucho instinto. Tiene una idea muy clara: defensa muy adelantada, presión alta, recuperar lo más cerca posible de la portería contraria y acabar la jugada cuanto antes. Es un buen tipo. Un tanto desconfiado pero muy listo. Es de ideas muy fijas. Tiene un carácter muy vasco: serio, discreto y trabajador”, cierra Imedio.


Claudio Herrera De La Fuente

es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.

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