Santiago de Chile.   Mar 19-03-2024
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Última oportunidad

Nadie dice que Berizzo deba ser entrenador vitalicio, claro que no. La suma de malos resultados cierra ciclos, pero déjenlo trabajar tranquilo y hagan caso a los que han trabajado con él.
Foto: Carlos Parra/ANFP
Edgardo Marín21 de marzo, 2023
Se comenta que en la ANFP han decidido darle una última oportunidad a Berizzo con el seleccionado: la tendrá el próximo lunes frente a Paraguay. Fácil oportunidad, pues siempre les hemos ganado a los paraguayos (que es lo seguramente creen algunos en el órgano superior, donde hasta creen que debemos coorganizar un Mundial. Dios los guarde). Y si no ganamos el lunes, hay varios comentaristas aficionados que tienen al reemplazante para el entrenador nacional.

Lo más interesante de esta última oportunidad es el motivo del aburrimiento máximo: que el técnico debe dejar de probar jugadores. Muchos pensarán que esto nunca se había visto, ignorando el paso por la Roja del alemán Rudi Gutendorf en los años 70.

Sería divertido sino fuera dramático: ¿cómo encontrar a los jugadores capaces sin buscarlos? Lo que ha sucedido es que no aparecen, a pesar de la búsqueda. Y ¡ojo! Que nunca los ha habido con generosidad, pues no somos un país productor de futbolistas de nivel internacional. Ni hoy ni ayer. Lo de la “Generación Dorada” fue una casualidad, un suceso histórico. ¿Se puede ser tan estúpido como para ignorarlo?

Los sobrevivientes de esa generación saben cómo trabaja Berizzo porque lo tuvieron como ayudante de Marcelo Bielsa en el mejor momento de su rendimiento. Y saben que trabaja con seriedad, que se preocupa hasta de los detalles más pequeños (tuvo el valor de reconocerlo Gary Medel) y que llegó a ofrecer apoyo financiero para mejorar las instalaciones de “Juan Pinto Durán”, que hoy está mejor que hace un tiempo.

Pero, como se escucha decir con insistencia, ya hay nombres para sucederlo. Uno de los “soñados” es, o era, Ricardo Gareca. ¿Creerán que él no probaría jugadores? Otro favorito es Jorge Sampaoli, recordado por antiguos éxitos y que ahora debería lidiar con los nuevos jugadores y no lucirse con los antiguos. Hay quienes, en cambio, están conformes con el rendimiento del “Toto”, como Rodrigo Robles, el sucesor de Francis Cagigao. Pero es una excepción.

Nunca fue fácil armar un plantel seleccionado y no por exceso de aspirantes, sino por falta. Hoy mismo, los tres más poderosos clubes de nuestro medio tienen problemas: Colo, la U y la UC viven momentos difíciles, con sacudidas para las bancas de Quinteros, Pellegrino y Holan, que sufren las consecuencias de tener planteles incompetentes, lo que no sólo se demuestra en las competencias internacionales sino también en la interna.

El remedio para los malos resultados ha sido siempre para los termocéfalos del tablón el cambio de entrenador y normalmente la experiencia demuestra que no era esa la solución. Pero llegó a transformarse en un axioma aquello de la bondad de los cambios en la banca: “Entrenador nuevo no pierde”. Pero pierden.

¿Cuántas rondas técnicas ha tenido el seleccionado en su historia? Muchas. Es cuestión de leer la lista de entrenadores nacionales y la duración de cada uno. Es, lamentablemente, más larga que la de los presidentes de la ANFP o de la federación. Hoy mismo, uno de ellos el que le pone los plazos definitivos al actual seleccionador, sin que se aprecie la real autoridad que lo faculta.

Nadie dice que Berizzo deba ser entrenador vitalicio, claro que no. La suma de malos resultados cierra ciclos, pero déjenlo trabajar tranquilo y hagan caso a los que han trabajado con él.
Edgardo Marín

es periodista egresado de la Universidad Católica, donde estudió a la par de su trabajo periodístico. Ha sido reportero y comentarista en diarios, revistas, radios y canales de televisión, además de investigador y autor de libros de historia del fútbol. Premio Nacional de Periodismo de Deportes 1993.

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