Brutal paradoja del destino: un español eliminando a España.

Achraf Hakimi Rodriguez, el hombre del último penal, es hijo de Madrid, pero también de padres marroquíes. “Estuve unos días entrenando con las selecciones juveniles de España. Sin embargo, no era mi sitio adecuado, no me sentía como en casa. No era por nada en concreto, sino por lo que yo sentía. No era lo que había vivido en casa, que es la cultura árabe”, fue su explicación para jugar por un país y no por el otro.

Hoy, Hakimi es historia. Es leyenda.

El futbolista que abrazó el escudo de Marruecos por una cuestión de amor, escribió el capítulo más brillante de la selección africana en los mundiales: un tiro penal en modo Panenka le dio el inédito pase a los cuartos de final tras una eliminatoria de infarto ante el país que lo vio nacer.

Cruel paradoja del destino.

Pero no fue la única en Al Rayyan. Yassine Bounou —el jovencito de la película, pues atajó las ejecuciones de Carlos Soler y Sergio Busquets— ha hecho toda su carrera profesional en España. Con 21 años lo fichó el Atlético de Madrid, con el tiempo pasó al Zaragoza, después al Girona y ahora milita en el Sevilla.

Tremendo.

Marruecos, claro está, no entró al cuadro de los ocho mejores solo por dos hombres. Edificó una fortaleza defensiva y ante cualquier gotera apareció Sofyan Amrabat, un héroe del mediocampo, para solucionar la falla.

Apostó a los penales y ganó.

Se suponía que España llegaba bien parada a la definición desde los 11 metros. O al menos así lo había adelantado su entrenador, Luis Enrique, antes del partido: “Ya les avisé a los jugadores. Señores, tienen deberes para el Mundial. Tienen que llegar cada uno con mínimo mil penales pateados en sus equipos. Me imagino que la mayoría habrá hecho los deberes”, dijo Luis Enrique antes del partido. Para el DT no se trataba de una lotería y si bien era difícil igualar el clima emocional, la tensión, “si has entrenado muchas veces esa acción, seguramente la dinámica del golpeo será mejor”.

No fue posible. Ni siquiera el estratégico cambio de Pablo Sarabia por Nico Williams tuvo éxito: el volante tenía las piernas frescas, pero también un registro de 13 goles en 13 penales convertidos, 16 años sin fallar. Ante Marruecos envió la pelota al vertical izquierdo.

Era el comienzo de la tragedia. Carlos Soler y Sergio Busquets, el único sobreviviente del equipo que ganó lla corona en Sudáfrica 2010, perdieron en los duelos con Bounou y la “Furia Roja” acabó su aventura repitiendo el fatal desenlace de México 1986 (a manos de Bélgica), Japón y Corea 2002 (Corea del Sur) y Rusia 2018 (también ante los organizadores).

En realidad, España venía en caída libre desde Alemania. Ese día le costó una enormidad romper el fuerte teutón y resignó la victoria después de estar en ventaja. Ante Japón sufrió el mismo conflicto, peor en fondo y forma: tuvo la posesión, arrancó ganando y terminó perdiendo.

Por más cadenas de pases que uniera, no logró profundizar. Lo pagó caro y marcha a casa con un tremendo dolor en el alma. Marruecos sabía que cerrar los caminos era la clave y cumplió sin fallas.

África celebra el éxito de los “Leones del atlas”, quienes ya igualaron los cuartos de final de Camerún (1990), Senegal (2002) y Ghana (2010). Ahora van por el premio gordo.

Los seleccionados españoles no lo podían creer. Estaban desolados.

“En los 120 minutos de partido hemos sido superiores al rival, pero de poco vale lo que diga ahora si no acertamos de cara a gol. En la tanda de penales ellos han sido mejores y es lo que les ha hecho llegar a cuartos”, expresó el meta Unai Simón, quien agregó: “Estamos viendo que hay sorpresas en todo el Mundial. No hemos sido capaces de superarlo y no nos esperábamos irnos eliminados contra Marruecos, pero es la realidad. Nos toca volvernos a casa”.

Rodri, el defensa, expuso: “Se ha decidido en los penaltis... ellos tenían muy claro a lo que querían jugar, no tenemos mucho más que decir al final. No hemos estado acertados en los penaltis y nos vamos a casa. Esperábamos que estuvieran atrás como en casi todos los partidos que nos juegan… No sé qué más decir, ojalá alguien allá arriba nos hubiera ayudado con los penales. Cuando lo das todo... el equipo lo ha dado todo y hemos merecido pasar”.

Para Sergio Busquets, “ha sido una pena, se ha decidido en los penales de la manera más cruel. Fue un partido complicado. Nos costaba mucho entrar, hemos intentado desgastarlos, darles vueltas, encontrar espacios... Nos ha faltado la pizca de suerte del último pase. ¿Seguir en la selección? Lo importante es el equipo y no yo. Es una noche difícil y habrá que levantarse. Que esto sirva de experiencia para nuestro fútbol, hay gente muy joven que esto le va a servir mucho”.

El técnico Luis Enrique tampoco podía creerlo. “El fútbol es un deporte maravilloso, pero con una connotación clara en cuanto a que un equipo puede ganar sin atacar. Creo que hemos dominado el juego, nos hubiera gustado generar más ocasiones. Nos ha costado, hemos generado once disparos, pero solo uno a portería, Sarabia ha tenido un poste... ¿Los penales? Responsabilidad toda mía, porque yo escogí los tres primeros y el resto decidieron los jugadores. No hemos llegado ni al cuarto. El arquero de ellos ha estado soberbio”, sostuvo, junto con señalar que la próxima semana definirá su futuro.

En el lado vencedor, el técnico Walid Regragui dijo: “Es algo maravilloso para el pueblo marroquí. Queremos darles más. Lo máximo en este camino. Su majestad está orgulloso de nuestros jugadores, de nuestra plantilla y eso nos hace querer ser aún mejores”.

Y agregó: “Lo que han hecho mis jugadores es extraordinario. No hemos escatimado en energía ni en esfuerzo contra una de las mejores selecciones del mundo, la mejor del torneo en cuanto a la posesión. Nos han hecho correr mucho, lo sabíamos, pero hemos podido defender y tenemos uno de los mejores porteros del mundo. Es un momento precioso. Tenemos un equipo extraordinario. Podemos llegar lejos. Es un partido intenso en el que hemos querido pasar a la historia”.