Santiago de Chile.   Vie 26-04-2024
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Japón se hace gigante y abochorna a España, que palidece con 987 pases

El equipo de Luis Enrique raspó la eliminación de la Copa del Mundo y se paralizó ante la remontada asiática (2-1), reflotando su karma: un festín de asociaciones pero sin pegada al arco. Los “Samuráis Azules”, gestionados con por el sabio líder Hajime Moriyasu, ganan un grupo histórico y enfrentarán a Croacia.
Foto: France Press.
Claudio Herrera de la Fuente01 de diciembre, 2022
Hajime Moriyasu decidió que sería entrenador el 28 de octubre de 1993 en Qatar, jornada que marcó uno de los fracasos más resonantes de la historia del fútbol japonés, cuando en la definición por llegar a la Copa del Mundo 1994 los orientales sufrieron el empate de Irak en el último minuto del partido: un 2-2 que significó la clasificación para los surcoreanos. Los nipones le recuerdan como la “Agonía de Doha”. “Ahí decidí que me transformaría en técnico, porque la decepción fue inimaginable”, ha contado el actual seleccionador japonés, que hace 29 años padeció en dolor en cancha como volante central.

El técnico sensación del Mundial 2022 volvió a los mismos terruños para su redención. “Mi estilo no es ampuloso ni llamativo, creo que mi selección también es producto de la herencia de trabajos anteriores”, repite el coach de 54 años, muy en la línea de la cultura nipona. Moriyasu, con atuendo impecable y gestionando imperturbable los momentos más álgidos del Mundial, repite su plan: cuidadoso en el plan de juego inicial y en el descanso mueve piezas, logrando estragos impensados. Así hizo desfallecer a Alemania, zamarreó sin suerte a Costa Rica y ahora le metió una lección de estrategia a España.

Japón no hace locuras. Ante el equipo de Luis Enrique hay que defenderse y correr tras la pelota, no queda otra. Lo hizo con un orden conmovedor, ordenado con líneas densas en un 5-4-1. Álvaro Morata les anotó de cabeza, tras centro de Azpilicueta (11’), pero nada alteró el plan. Había que seguir cubriendo la cancha a lo ancho, mientras los españoles llevaban la pelota de un lado a otro con pases cortos. Moriyasu esperó paciente y en el entretiempo ordenó los ingresos del zurdo Ritsu Doan como volante derecho y Kaoru Mitoma de lateral izquierdo con recorrido largo.


Y el partido estalló. Los asiáticos se fueron encima, con desmarques profundos y sucesivos, ante un rival pasmado en su aura de suficiencia. Dos goles de la nada, gestados por el sector que marcaba Alejandro Balde: Doan le dobló las manos al meta Unai Simon (48’) y luego Ao Tanaka empalmó un centro de Mitoma, que corrió una pelota que traspasó la línea de fondo, pero el chip dijo lo contrario y el VAR validó la acción (51’).

España seguía con la pelota en la suela, pero temblaba. Al rato se supo de la ventaja parcial de Costa Rica sobre Alemania y la eliminación acechó con tres minutos, hasta que los germanos emparejaron. Un candidato en pánico. “Íbamos mirando la pantalla del estadio”, confesó el zaguero Pau Torres, testigo de un equipo desnaturalizado, que fue perdiendo profundidad y frescura mental con el balón. Fueron 987 pases completados de 1.059 intentos, pero los rojos recién empezaron a rematar sobre el epílogo, a través de Marco Asensio y Dani Olmo.

Tanaka saca el centro con el balón aparentemente fuera y de ahí sale el segundo gol japonés. Foto: France Presse.

Mientras Luis Enrique buscaba la salvación con un nuevo frente de ataque (Ferrán Torres y Ansu Fati por las bandas, Olmo y Asensio como doble 9, además de laterales bien altos), el docto de Moriyasu metió al eléctrico Takuma Asano, el mismo que se devoró a Alemania, que con su energía estira hasta al equipo más compuesto. No hubo vuelta, el partido estaba cocinado en modo asiático.

Japón culminó una obra universal. Sacó del Mundial a un campeón del mundo y llevó al síncope a otro. Después de 29 años, producto de una pena incurable, Tomiyasu le encontraba sentido al oficio que eligió.

LUIS ENRIQUE: “NOS PUDIERON HACER MÁS GOLES”


“Estamos todos emocionados, fue un partido tenso, pero jugamos con responsabilidad. El nuevo objetivo para nosotros es llegar a estar entre los últimos ocho. Los jugadores nos están mostrando una visión diferente, que nos permite pelear en el escenario mundial. Me gustaría establecer un nuevo récord: llegar a cuartos”, sentenció el técnico Hajime Moriyasu.

“Claro que no esperábamos esto, es una gran sorpresa”, admitió el estratega japonés, cuya escuadra necesitó apenas del 16% de posesión para ganar el partido (ante Alemania necesitó de un 22% de control).


Luis Enrique, decepcionado con los suyos, no ocultó la fragilidad emocional de España. “Hubo cinco minutos de pánico. Nos hicieron dos goles y pudieron hacernos otros dos si les hubieran hecho falta. Cuando un equipo como Japón no tiene nada que perder pasa que vuelan como aviones. Luego se volvió a la situación normal. El final ya fue muy difícil, porque estaban muy cerrados. Japón pasa primera y es merecido. A mí me fastidia. Quería ser primero”.

“Menos mal que el equipo entra en modo colapso cada cuatro años, porque si no, no aguanto. Hemos dominado ochenta minutos, pero hemos perdido. ¿Hemos estado eliminados? Ni lo sabía (…) Ahora tengo que recuperar al equipo y su nivel emocional”, añadió el entrenador asturiano.

Sergio Busquets descartó que hubiese un acomodo para evitar a Croacia en octavos. “No ha tenido nada que ver. Queríamos ganar y ser primeros. No es cuestión de eligir rival, el que fuera. Ahora Marruecos no será fácil”, afirmó.


Claudio Herrera De La Fuente

es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.

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