Santiago de Chile.   Vie 26-04-2024
20:42

La nueva vida en Estados Unidos de Claudio Muñoz, excampeón con la Católica y Huachipato

Cuando aún era futbolista, dejó Chile hace tres años para jugar en el Tulsa Roughnecks y jamás imaginó que su vida cambiaría para siempre. Le propusieron trabajo en la West Side Alliance, en Oklahoma, y comenzó a forjar su carrera de técnico. Cuenta que le ha ido bien, que sus equipos han ganado títulos y advierte que el potencial futbolístico de los norteamericanos es muy potente. En un contexto de pura felicidad, recuerda un tema que vivió con el Sifup.
Raúl Neira17 de mayo, 2021
Corría 2017 cuando Claudio Muñoz jugaba en Deportes Antofagasta y le hablaron de una oportunidad para extender su carrera en Estados Unidos. “Era para el año siguiente, pero les dije que sí, quería ver de qué se trataba. Me fui a San Marcos y de ahí partí... Fue muy buena en lo cultural y en lo futbolístico. El Tulsa Roughnecks no era de una ciudad tan futbolizada, pero las instalaciones, los campos de entrenamiento, eran mejores que lo que había vivido los últimos años en Chile. Un siete, de primer nivel. Me tocó jugar en varios campos de béisbol, pero bueno”, cuenta.

La aventura como futbolista duró algunos meses. “Me ofrecieron trabajo en la West Side Alliance, una organización que educa a niños a través del deporte. Decidí quedarme por calidad de vida, que es mucho mejor que en Chile. Mi hija recién había entrado al colegio, agarró el idioma en cuatro meses. Comparé cuánto me costaría tenerla en un colegio similar allá y era difícil, muy caro. Acá los colegios son gratuitos, de gran calidad”, agrega.

No había dónde perderse.

“Tenía la oportunidad de quedarme en Estados Unidos, en la academia, o volver a Chile y vivir lo que vivimos la mayoría de los futbolistas cada fin de temporada: esperar un llamado para jugar, algún interés… Y con lo difícil que ha estado el tema, preferí quedarme. Tomé la opción de dirigir, entregar experiencia. Me preguntaron si podía ayudarlos con un equipo, porque necesitaban entrenadores. Mi visa duraba dos años: el primer año se fue jugando y el segundo, en la academia. Ahí me ofrecen seguir: Estamos felices con tu trabajo y te ofrecemos un puesto en el directorio, además de dirigir un par de equipos”.


¿No le costó retirarse?

“Mi esposa me preguntó si iba a echar de menos el fútbol… Y le dije que iba a estar en lo mismo, solo que ahora al otro lado de la línea… Más encima, acá hay muchas oportunidades. Muchas. Es muy grande para todos. Está lo que pasa con Sammis Reyes, un muchacho que vino a jugar básquetbol y sus cualidades físicas le daban para otro deporte. Y ahí está, sacando la cara. Me alegro que a otro chileno le vaya bien”.


Muñoz y su familia en Estados Unidos. “Decidí quedarme por la calidad de vida”, asegura el exfutbolista. Foto: Archivo personal


¿Ser técnico lo tenía pensado o fue de golpe, por la opción de trabajar?

“Sí, lo tenía pensado. De hecho tenía dos años en el INAF. Ojalá pudieran implementar el tema online, para terminar el curso y titularme a fin de año dando el examen, como lo tienen otros países, o acá en Estados Unidos. Pretendo terminar ese tercer año; ahora tengo la licencia B UEFA, que me permite dirigir Sub 19 y Segunda División. Teniendo la A Pro puedo dirigir en la MLS o cualquier equipo profesional”.

Muñoz relata su vida en Estados Unidos. “En Oklahoma la pandemia va súper bien. Estuvimos en cuarentena por dos meses, pero la gente empezó a trabajar, porque ama trabajar y no se queda encerrada en la casa esperando a que el gobierno le dé todo. Los colegios volvieron a la normalidad. Hace poco dijeron que la mascarilla era opcional. En la academia nadie usa mascarilla; tengo tres equipos, dos de chicos y uno de chicas, y todo es muy normal”.

¿Qué edad tienen sus equipos?

“Un grupo es nacido en 2004; salimos campeones, perdiendo solo un partido, lo que es muy bueno. Tengo otro de 2005 y fuimos campeones invictos. Eso nos permitió una clasificación a los nacionales, donde terminando primeros, es decir, somos el más fuerte del estado. Y a nivel país, somos el equipo 76 y compiten dos mil equipos. Eso es muy, muy bueno. Gracias al rendimiento nos invitaron, a fin de año, a España a competir contra el Atlético, Getafe y Levante. Tienen un gran potencial. Siempre les digo que en Chile serían profesionales. Hay algo inusual en este equipo: siete jugadores zurdos. Y eso los hace muy buenos. Saco al lateral izquierdo y meto a otro de buen pie; saco al volante por ese sector y entra otro igual”.

Tiene uno de mujeres.

“Lo tomé hace un mes, disputamos un torneo y lo ganamos. Son súper inteligentes para agarrar las ideas, tienen un enfoque distinto a los chicos, porque a ellas el fútbol les atrae más que cualquier otro deporte. Físicamente son extraordinarias. Es un placer trabajar con ellas, porque tienen compromiso, concentración, es para destacar. Uno quisiera eso en cualquier equipo… En la academia tenemos dos mil alumnos, con 120 entrenadores. Somos la más grande del estado y eso necesita de entrenadores capacitados. Si Estados Unidos sigue trabajando así, los demás países estaremos en peligro, porque la calidad es muy alta. Si se fijan un plazo, no sé, diez años, con el mar de jugadores que tienen para elegir, habrá demasiados problemas para el resto”.

¿Tiene en mente volver a Chile?

“Siempre se hace atractivo volver al país, a dirigir un equipo grande, quizás no como el entrenador, pero sí como la directiva, porque acá también cumplo esas funciones. Soy dirigente y técnico, y me gusta. Cumplir en la parte administrativa me atrae mucho, algo así como un gerente técnico. Por ahora mi objetivo es llegar al profesionalismo o a una universidad y eso, acá, es a gran nivel. Hay muchos recursos ahí, la infraestructura es inigualable. Uno las mira y dice ‘wow’. Hay muchas cosas que en Chile podríamos mejorar o tomar como ejemplo”.


“TENGO UN TEMA CON EL SIFUP QUE ALGUNA VEZ ESPERO ACLARAR”


Muñoz, de 36 años, desarrolló prácticamente toda su carrera de jugador en Chile. “Pasé un año por Venezuela, volví y me retiré en Estados Unidos. Y tengo un tema con la gente del Sifup que alguna vez espero aclarar”.

¿Cuál?

“Está el tema del dinero que recibieron los jugadores tras el retiro y que depende de los años que jugaste. Y yo no entro, no califico para cobrarlo simplemente porque me retiré en el extranjero. Hay algo que no me hizo sentido: puedes pasar toda tu carrera apoyando al Sifup, jugando en Chile, terminas la carrera afuera y no cobras nada. Recuerdo que les presté mi imagen para un videojuego, en 2014, y todo fue para el Sifup. Nunca pedí un peso por eso. Y cuando hice el comentario al Sifup referente al dinero que hay por el retiro, porque quería empezar una empresa acá, me dijeron que no, que mi carrera terminó en Estados Unidos. Entonces les dije ‘¿un jugador puede jugar 16 años en el extranjero, viene seis meses a Chile, se retira y recibe el dinero?’. Me dijeron que sí… Entonces les pregunté cuál es la diferencia, porque jugué toda mi vida en Chile y por cosas de la vida pasé un último año en el extranjero. Algo no me calzó y espero solucionarlo”.

¿Habló con Gamadiel García, presidente del sindicato?

“No, hice mil llamados y no. Lo único que me dijeron fue ‘si quieres te puedes unir a la demanda general, a ver si ganas algo’. Les expliqué que no me interesaba llegar a eso. Les pregunté por qué no me tocaba el dinero si jugué toda mi carrera en Chile y estuve un año, siete meses en el extranjero, donde me retiré por calidad de vida… En cambio un tipo que hizo toda su carrera en el extranjero, cobrando 80 mil dólares mensuales, llegó a Chile, jugó algunos meses y cobró… Son cosas que aún no me entran”.

¿Siente que el tema de demandar se lo dijeron en forma irónica?

“Sí… Me dijeron ‘así está escrito el contrato, no lo manejamos nosotros, es una aseguradora americana’. Les pedí el nombre para llamar, saber cómo son las bases”.

¿Y se lo dieron?

“No recuerdo que me lo hayan dado, de lo contrario ya hubiese hablado. ‘Lo único que puedes hacer es verlo a través de la demanda’, me dijeron. Pero vuelvo al principio: no entiendo cómo si un futbolista pasó toda su carrera en Chile, apoyando al Sifup, dándole la imagen para que ganen dinero a través de un videojuego, quede fuera. Es un tema que espero arreglar con ellos”.

¿Son cosas que lo hacen replantearse su vuelta a Chile?

“Lamentablemente sí. He conversado con algunos compañeros, que me dicen que los contratos no son los mismos, que los dirigentes les dicen ‘hay otro jugador que viene por menos dinero…’. Hay un ambiente algo hostil. No es una competencia deportivamente sana. Más encima la pandemia afectó económicamente a los clubes. Lamentablemente es así, muchos jugadores lo han pasado mal, firmando contratos que no les convienen. Firman por $200 mil”.

Muñoz festejó con Huachipato el título del Clausura 2012, el segundo de la historia del conjunto de Talcahuano. Foto: Photosport

Se retiró casi en silencio. ¿Quedó contento con su carrera?

“Terminé muy contento. Fui campeón con la UC, y después con dos equipos de la Octava Región. Eso pocos lo han hecho: en Chile hay cosas que cuestan y después viene ser campeón con un equipo chico… Es complejo. Gané la Copa Chile con la Universidad de Concepción, en 2009, y después con Huachipato, en 2012, en una de las finales más lindas. Fui capitán de Huachipato, de San Marcos. No tengo nada en deuda con mi carrera, nada para decir ‘quizás me faltó algo’”.

Sí tuvo dos lesiones graves.

“Estuve casi dos años fuera de las canchas. ‘Es una señal de que no es lo mío’, pensé. Dos veces es mucho. A pesar de esas lesiones, que fueron graves, jugué varios años. La primera fue en un entrenamiento: en San Carlos de Apoquindo montaron un show de motocicletas, estropearon la cancha y para repararla la llenaron de arena. En una práctica de fútbol, en una jugada con Eduardo Rubio, se me trabó la rodilla y me corté los ligamentos… Vuelvo a jugar, primer partido en San Felipe, me barro y se me trabó la rodilla, otra vez lo mismo. Esa fue en una jugada con Luis Núñez”.

¿De verdad pensó en no jugar más?

“Sí, de hecho empecé a estudiar Kinesiología en la universidad. Pensaba que el fútbol no era lo mío, que no iba a quedar bien, porque la rodilla es jodida. No sabía si iba a estar bien después de las dos lesiones: si no es lo mío, entonces me dedicaré a cuidar a quienes les pase lo mismo… Pero dejé los estudios porque no era compatible. Igual, la rodilla me siguió complicando. Los dos últimos años fueron difíciles. Terminé mi contrato de Huachipato, me operé los meniscos y quedé sin club. Antofagasta me recibió, estuve en tratamiento. Me dieron confianza aun estando lesionado. Fernando Vergara era el técnico y Hernán Torres, el preparador físico. Ahora después de cada trote, la rodilla queda adolorida”.
Raúl Neira

es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.

Relacionadas
A fondo con...